Andalucía y Castilla y León se acercan a las urnas con la izquierda estrenando líderes y más dividida
Las fuerzas progresistas, con candidatos nuevos o aún por decidir y mayor fragmentación que en 2022, buscan cómo erosionar al PP en las dos próximas comunidades con elecciones

Debilidad, división, liderazgos nuevos o incluso todavía sin elegir y encuestas que apuntan a cuatro años más de oposición. El panorama de las fuerzas de izquierdas en Andalucía y Castilla y León, las dos comunidades en las que habrá elecciones el curso político que ahora arranca, se presenta sombrío. “No estamos fuertes en ninguna de las dos. En realidad, ahora mismo solo estamos fuertes en Cataluña”, sintetiza una fuente de Ferraz sobre las perspectivas de los socialistas, que ya antes de agosto comprobaron que el caso Cerdán los castiga en las encuestas. A la izquierda del PSOE, tanto en Andalucía como en Castilla y León la regla es la fragmentación y la incertidumbre.
Si no hay cambios de guion, 2025 se cerrará siendo el primer año sin elecciones desde la llegada de Pedro Sánchez a La Moncloa. ¿Y después? Después, les tocará a Andalucía, la comunidad más poblada, con más de 8,5 millones de habitantes, y Castilla y León, la de mayor tamaño, con más de 94.000 kilómetros cuadrados. En principio, las elecciones castellano y leonesas están previstas en torno a marzo de 2026; las andaluzas, en torno a junio. Pero los dos presidentes, Alfonso Fernández Mañueco y Juan Manuel Moreno, respectivamente, han mostrado ya su inclinación a hacerlas coincidir con las generales en caso de que Sánchez decida un adelanto.
Las situaciones de los dos barones del PP son distintas. Moreno, con 58 diputados, parte de una mayoría absoluta, que requiere de 55. Si las encuestas se equivocan y no lograra alcanzarlos, dispondrá previsiblemente con el colchón de Vox, que en 2022 cosechó 14. Mañueco, en cambio, dispone de una mayoría simple, 31 escaños, solo tres más que el PSOE y diez por debajo de la absoluta (41). No obstante, también cuenta con la ventaja de que Vox está mucho más fuerte que lo que hay a la izquierda de los socialistas. La ultraderecha obtuvo en 2022 13 procuradores, por uno de Unidas Podemos.
Andalucía: nueva plaza fuerte del PP
PSOE. Las encuestas sonríen al PP en Andalucía, que en tiempo récord ha pasado de feudo del PSOE a plaza fuerte de los populares. La última del Centro de Estudios Andaluces (Centra), de julio, no solo pronostica que Moreno revalidará la mayoría absoluta, sino que asigna al PSOE menos de los 30 escaños de 2022 con Juan Espadas, la peor marca de su historia. “De momento, en las encuestas no ha habido efecto Montero. Era complicado, más aún con la ministra [de Hacienda, María Jesús Montero, líder y candidata de los socialistas] teniendo que hacer oposición mientras gestiona la financiación singular de Cataluña, que no es fácil de vender en Andalucía”, afirma la citada fuente de Ferraz.
El PSOE-A, pese a los malos pronósticos, traslada la idea de que tiene opciones de recuperar el poder que perdió en diciembre de 2018. “Las encuestas son de ahora. Ya veremos en elecciones. Tenemos mucho historial de pronósticos muy distintos a los resultados”, afirma Paco Rodríguez, secretario de Organización y alcalde del histórico fortín socialista de Dos Hermanas (Sevilla), que cree que Moreno pagará en las urnas el colapso del sistema de dependencia, el debilitamiento de la universidad púbica en medio de un bum de la privada y sobre todo la “liquidación” —afirma— del sistema sanitario “de calidad”. “Acudir a nuestros médicos de familia en nuestros centros de salud se ha convertido en una misión imposible”, afirma Rodríguez, una idea que será una viga maestra del discurso del PSOE para desgastar a Moreno.

Montero, que compagina su oposición a Moreno con la vicepresidencia, dejará el Gobierno cuando se convoquen las elecciones, asegura Rodríguez, que da la vuelta a los ataques que su candidata recibe del PP por la financiación singular acusando al Ejecutivo andaluz de haber rechazado, solo para confrontar con el Gobierno, la quita de cerca de 19.000 millones de deuda ofrecida por Hacienda.
Por Andalucía. Las incógnitas predominan en el resto del espacio progresista. En 2022, IU, Podemos y Más País confluyeron en una coalición, Por Andalucía, con la que la izquierda alternativa sufrió un retroceso pero al menos mantuvo el grupo parlamentario, con cinco escaños. ¿Habrá ahora una similar, que una a IU, Sumar y Podemos? De momento, no hay acuerdo.
IU, el partido Movimiento Sumar —que se constituyó en julio en Andalucía— y una pequeña formación llamada Iniciativa del Pueblo Andaluz —que ya formó parte de la coalición en 2022— han dado pasos hacia la confluencia, pero el partido de Ione Belarra sigue al margen.
No está claro el desenlace. La posición sobre una posible confluencia fijada en mayo por la dirección estatal de Podemos es que su tarea es “organizar a las fuerzas que se oponen al Gobierno de la guerra”, un mensaje de extrema frialdad sobre una papeleta única. En Andalucía, la coordinadora autonómica de Podemos, Raquel Martínez, y otros miembros de su dirección han firmado un manifiesto que pide la “unidad” de las izquierdas. Pero Podemos estatal no considera que ello suponga ninguna novedad. Un dirigente de IU ve así el panorama: “Si la decisión de Podemos sobre la unidad se toma en Andalucía, habrá unidad. Si se toma en Madrid, no”.

En el PSOE miran con inquietud esta división, que podría provocar que hubiera tres papeletas a su izquierda. Montero ya pidió en abril a las fuerzas a su izquierda que se unieran para evitar el “desperdicio” del voto. “Estoy seguro de que antepondrán la importancia de hacer frente a la derecha y la ultraderecha a sus intereses propios”, señala el dirigente socialista Paco Rodríguez. A pesar del conflictivo clima, la encuesta del Centra le asigna a Por Andalucía 8-9 escaños, más que los cinco de ahora.
Adelante Andalucía. Fuera del debate sobre la unidad se sitúa Adelante Andalucía, que irá por su cuenta. El partido andalucista, que se estrenó en 2022 con dos diputados y al que el Centra pronostica dos o tres, se enfrenta al desafío de presentar a un candidato nuevo, José Ignacio García, que aunque ha logrado visibilidad incluso a nivel nacional liderando propuestas como la gratuidad de las gafas para menores, no es tan conocido como su predecesora, Teresa Rodríguez.
“Nuestro objetivo es consolidarnos y crecer poco a poco pero de manera estable, con el objetivo de que el PP no tenga mayoría absoluta”, afirma un portavoz de Adelante, que considera una “ventaja” estar ya fuera de las hipótesis sobre la unidad porque les permite no tener que hablar siempre “de lo interno”. El mismo portavoz reafirma la necesidad de presentar una oferta de izquierdas que no forme parte del Gobierno central. “Si no, ¿a quien se le deja la insatisfacción social? ¿A Vox?“, reflexiona.
Castilla y León: el difícil relevo en el PSOE
PSOE. La gestión de los incendios del Gobierno de Alfonso Fernández Mañueco, que mantenía parados recursos del Ejecutivo central mientras pedía más y que ha suscitado malestar entre los propios bomberos, ha dejado frentes despejados para la crítica de la oposición. Pero la situación de partida de las fuerzas que pretenden apartar al PP del poder no es fácil.

Los socialistas han cambiado de secretario general tras los diez años de Luis Tudanca. Su cargo lo ocupa desde enero Carlos Martínez, alcalde de Soria. La formación trata de recuperarse de la tensión de primavera, sobre todo de un episodio crítico. Un micro abierto pilló en marzo a cuatro procuradores criticando a Martínez y al ministro Óscar Puente, valedor en Ferraz del nuevo líder socialista. La dirección de Martínez trató de forzar la salida de dos de los pillados, afines a Tudanca, de la Mesa de las Cortes, pero el temor a perder poder en un órgano estratégico acabó paralizando la represalia. Fuentes del ala crítica del PSOE sostienen que mantienen la lealtad, pero a la vez admiten que aquella crisis dejó heridas que pueden notarse a la hora de volcarse más o menos en la campaña electoral.
Este ruido se oye de fondo en el despliegue del nuevo proyecto de Martínez, que se enfrenta el desafío de darse a conocer en un enorme territorio mientras el PP trata de presentarlo —al igual que hace con Montero en Andalucía— como un mero delegado de Sánchez. El grupo socialista parte de 28 procuradores e internamente se teme una nueva derrota entre dudas sobre si Martínez asumiría cuatro años de oposición. Fuentes cercanas al mando anterior expresan su preocupación. “La marca está dañada [por el caso Cerdán] y el arrastre de la espiral de odio contra Sánchez”, lamentan estas voces. “Estamos intentando empujar todos, pero nos pilla la tormenta perfecta”, resumen.
Podemos e IU. El único representante del espacio a la izquierda del PSOE, Pablo Fernández, que obtuvo su acta por Unidas Podemos en 2022, ha anunciado que no repetirá como candidato. Su futuro, volcarse aún más en Podemos, donde es secretario de Organización. La entente de los morados con IU rascó en los últimos comicios un procurador por Valladolid, la circunscripción más grande. Ahora, a unos meses de las urnas, las distintas fuerzas muestran discrepancias.
A Podemos lo lidera desde junio Miguel Ángel Llamas, que suele reivindicar la “izquierda transformadora” de los suyos mientras carga contra Sumar por sostener al PSOE en Madrid. Preguntado por su posición sobre una posible confluencia, remite a un mensaje publicado en X: “La unidad no debe ser un triste cálculo derrotista, sino la consecuencia de compartir un proyecto político. Si no, las coaliciones no funcionan. Además, no tiene sentido cambiar de marca y alianzas en cada territorio”.

Juan Gascón, coordinador de IU, reivindica el entendimiento para reforzar el bloque izquierdista, al que le ve “debilidades” pero también margen de crecimiento. Gascón lamenta que Pablo Fernández haya —a su juicio— utilizado la coalición “para potenciar su espacio más en Madrid que en Castilla y León”. “No ha habido nada en común porque Podemos no ha querido. IU le propuso una asamblea para que hiciera rendición de cuentas de su trabajo en las Cortes y no quiso ir”, reprueba Gascón, instando al abrazo pero pesimista: “Su estrategia será venir a última hora y exigir. No tiene buena pinta. Es la deriva que han tomado, me parece muy negativa para Castilla y León pero creo que se les va a hacer larga”. Al igual que en Andalucía, si hay confluencia está por ver quién es el candidato.
España Vaciada. ¿Y qué hay de la España Vaciada, movimiento que tuvo su origen en Castilla y León? Soria ¡Ya! aspira a conservar sus tres escaños, los mismos que Unión del Pueblo Leonés, que acaricia la idea de rebasar al PSOE en un tradicional feudo socialista. Por Ávila, con un parlamentario, también se contentaría con mantenerlo.
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