Montero lanza su candidatura a la Junta con un PSOE andaluz descompuesto por la trama corrupta
La ejecutiva andaluza cierra filas en una larga reunión en la que hubo llantos


María Jesús Montero, vicepresidenta primera del Gobierno, ministra de Hacienda, vicesecretaria federal y secretaria general del PSOE andaluz es, como se esperaba, la única candidata a la presidencia de la Junta en unas elecciones previstas para la primavera de 2026. La semana próxima culminará su elección cuando cumpla con todos los trámites preceptivos y presente hasta un máximo de alrededor de 4.000 avales, el 10% del censo. Ella dijo este jueves, día festivo en Sevilla, en la sede regional que iba “a ganar” antes de reunirse con los miembros de su ejecutiva, descompuestos por la supuesta trama corrupta que afecta a los dos últimos secretarios de Organización del partido, José Luis Ábalos y Santos Cerdán, y a Koldo García.
Hubo cierre de filas en la reunión del pleno de la ejecutiva regional en torno a los pasos dados por la dirección federal del partido y nadie se salió del carril marcado en Ferraz y Moncloa. Nadie pidió ni un congreso extraordinario ni el adelanto electoral ni la dimisión del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para dar paso a otro candidato socialista (una mujer) e intentar salvar los muebles.
Esto último no se dice en las reuniones, sí fuera de ellas, como confirman varios dirigentes, pero como la desconfianza ha alcanzado un nivel próximo a la psicosis, solo se confiesa en círculos muy restringidos, casi familiares; y también, claro, con los periodistas, por aquello del secreto profesional o casi de confesión, como los curas.
Algo de esto pasó en la reunión de más de tres horas de la dirección andaluza, en la que hubo algo más de una veintena de intervenciones. La portavoz socialista de Sanidad en el Parlamento andaluz, Ángeles Prieto, acabó llorando tras su intervención cuando aseguró que había hecho piña con sus compañeros del grupo parlamentario y pensó si alguno de ellos había participado en hechos como los que se investiga. “Necesito creer en la gente”, dijo Prieto, según ponen en su boca fuentes presentes en la reunión.
Montero, a la que algunos vieron “afectada”, abrió la reunión detallando lo ocurrido y apelando a la “rebeldía” para no dar el Gobierno a la derecha. Los dirigentes socialistas, según las fuentes consultadas, se mostraron más indignados con las conversaciones entre Ábalos y García sobre las mujeres —“No sé, la Carlota, se enrolla que te cagas”, dice Ábalos. “Pues, la que tú quieras. O Ariatna y Carlota, y a tomar por culo”, contesta García—, que con el supuesto cobro de mordidas cuando lo primero entra en el terreno de la moral y la repugnancia y lo segundo en la ilegalidad.
Nadie tiene certeza de lo que arrojarán las investigaciones de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil ni de si hay o no de financiación irregular del partido. “El estado de ánimo del partido está evolucionando. El primer día pensábamos que había financiación irregular y ahora estamos en aguantar y ya veremos”, asegura un dirigente. La frase que más utilizan los socialistas para explicar la “prudencia” con la que se guían es que “no hay perímetro del escándalo” y, por lo tanto, no pueden ir más allá ni actuar de manera preventiva por una sospecha no certificada.
En este sentido, el vicepresidente primero de Congreso y secretario federal de Política Institucional y Formación, el sevillano Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, ha salido al paso de unas grabaciones que recogen una conversación entre Santos Cerdán y Koldo García donde se alude a él. En su cuenta en X, Celis asegura: “Nunca, jamás, he tenido relación con ninguna licitación pública. No he pedido, influido ni hablado con nadie sobre contratos. Santos nos ha defraudado a todos. Los delincuentes persiguen a quienes les denunciamos, así lo hice en su momento”.
El único reproche, si acaso, que se escuchó, aseguran las fuentes consultadas, es que la militancia —alrededor de 40.000 personas en Andalucía— necesita “saber qué decir”, una especie de argumentario con el que explicarse ante sus vecinos.
Las previsiones para lanzar la candidatura de Montero como candidata a la Junta de Andalucía se han paralizado. El PSOE iba a celebrar en Sevilla el próximo 5 de julio su Comité Federal, el máximo órgano de decisión entre congresos, para encumbrar a la líder del PSOE andaluz. Pero la investigación judicial y policial han obligado a cambiar el destino. Los socialistas se encerrarán en su sede madrileña de la calle Ferraz en una reunión de la que debe salir el nombre de la persona que dirigirá la secretaría de Organización, la poderosa sala de máquinas del PSOE, más aún cuando el secretario general es además presidente del Gobierno. Los socialistas andaluces necesitan más que nadie a un interlocutor en ese puesto de mando porque la campaña andaluza está unida con una especie de cordón umbilical con la sede federal.
Había previstas varias acciones en junio y julio de precampaña andaluza que se han pospuesto para septiembre. Si Montero ya tenía difícil el objetivo de sacar un buen resultado frente a Juan Manuel Moreno, muchas de las fuentes consultadas aseguran que ahora es “muy complicado”. No se atreven a usar la palabra “imposible”, pero casi. “Ya lo tenía difícil antes de esto, ahora muy difícil. Está todo muy jodido y la unidad en torno a María Jesús Montero se está resquebrajando. Eso es lo que está empezando a pasar”, advierten varios dirigentes. La idea de dar un volantazo en la apuesta de la candidatura de Montero no está en la mesa, aunque tal vez sí en alguna cabeza.
Desde la llegada de Montero a la secretaría general, el PSOE andaluz ha endurecido su discurso sobre el presidente andaluz. Moreno tiene una nota altísima, según el Centro de Estudios Andaluces, de 5,7 puntos y “aunque su gestión pude estar tocada, él no”, analiza un dirigente andaluz. “Está muy por encima de la marca PP”, subraya.
Montero ha retomado este viernes su agenda andaluza para evitar “bunkerizarse” como también le aconsejaron en la ejecutiva regional. Tiene una agenda brutal en condiciones normales como vicepresidenta primera y ministra de Hacienda y ahora con esta crisis aún más. La ministra ha coincidido con Moreno en el inicio de las obras en el tramo 3 de la línea 3 del metro de Sevilla. Ambos se han lanzado puyas: “El gobernante que realmente se toma en serio su trabajo no puede estar todo el día haciéndose fotos como pasa aquí en Andalucía, donde parece que la agenda política de Moreno consiste solo y exclusivamente en inauguraciones y en confrontar con el Gobierno de España”, ha dicho la sevillana. El malagueño le ha replicado: “Nos vamos a hacer muchas fotos, todas las fotos que avalan la cantidad de proyectos y de iniciativas” que, según él, ha puesto en marcha su Gobierno.
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