Moreno abandona el Parlamento andaluz tras la ofensiva del PSOE por las acusaciones de abusos al alcalde de Algeciras

El Ateneo de Sevilla, una entidad privada, ha propuesto a Juan Manuel Moreno que encarne al Rey Baltasar en la Cabalgata de Reyes Magos de enero próximo y el presidente andaluz ha aceptado encantado el encargo. Los grupos parlamentarios de la oposición han hecho alusión al papel de rey negro de Moreno como una forma de mostrar una “cara amable”, “una agenda llena de salseo”, mientras recorta servicios públicos, “gestiona para hacer amiguetes” y “manosea las instituciones”, según han dicho los portavoces de Adelante, Por Andalucía y PSOE. En las puertas de la sede del Parlamento varios colectivos sindicales estaban manifestándose.

Moreno ha hecho este jueves algo bastante insólito. Ante la habitual bronca entre diputados socialistas y populares en la sesión de control, Moreno se ha hartado o tal vez aburrido y cuando iba a retomar su contestación al portavoz de su grupo tras una interrupción provocada por una llamada de atención del presidente de la Cámara a una diputada socialista, el presidente andaluz ha dicho: “Renuncio a mi respuesta ante el espectáculo que está generando el grupo socialista”. A continuación, se ha sentado en su escaño con cara afligida, ladeando la cabeza de izquierda a derecha con toda la bancada del PP y de los miembros de su Consejo de Gobierno (los varones sin corbata, como él) puestos en pie, aplaudiéndole para posteriormente abandonar el Parlamento.

La bronca no ha sido ni mayor ni peor que en otras ocasiones y a años luz de lo que ocurre en el Congreso de los Diputados. En esta ocasión, la diputada por Cádiz y secretaria local del PSOE de Algeciras, Rocío Arrabal, ha instado de viva voz a Moreno a dar explicaciones sobre el alcalde de Algeciras y senador del PP, José Ignacio Landaluce, sobre el que pesan acusaciones anónimas por abusos sexuales. No hay ninguna denuncia presentada. Y ese hecho es el que ha utilizado la portavoz socialista, María Márquez, para contrastar con el PP. “El PSOE, ante denuncias anónimas, actuamos y usted no le toca el pelo al alcalde de Algeciras”, ha dicho en alusión a Paco Salazar, secretario de Acción y Análisis Electoral del PSOE y secretario general de Coordinación Institucional de la Presidencia del Gobierno, que abandonó el sábado pasado sus cargos tras ser acusado por varias mujeres de manera anónima de “comportamientos inadecuados”, según publicó eldiario.es.

Antes, la portavoz de Por Andalucía, Inma Nieto, también le había afeado a Moreno su “hiperventilación”, según qué casos: “Todavía no le oído nada del alcalde de Estepona [José María García Urbano] con un auto de procesamiento por haber contratado a una íntima amiga en el Ayuntamiento que no iba a trabajar. Todas las que hemos querido hemos podido leer los pantallazos de su alcalde de Algeciras. Tampoco le he oído nada porque ese machismo pasa por sus filas, no por los de sus adversarios”.

Moreno, como suele hacer con todos los casos incómodos, no ha dicho nada de ambos alcaldes. Durante el pleno, la diputada socialista Rocío Arrabal ha protestado varias veces. “Usted, callaíta”, le ha dicho el presidente del Parlamento andaluz, Jesús Aguirre, en su particular forma de dirigir los plenos, cuando ha interrumpido al portavoz del PP, Toni Martín. La diputada ya acumulaba dos llamadas al orden y una tercera hubiera supuesto su expulsión del pleno. “Le ruego que no la expulse porque es lo que viene buscando”, le ha pedido el portavoz popular y Aguirre le ha hecho caso.

El presidente andaluz tan solo ha consumido unos dos minutos en contestar a su jefe de grupo, que le preguntaba sobre “los intereses de los andaluces” antes de ser interrumpido. Moreno ha acusado a la secretaria general del PSOE andaluz, candidata a la presencia de la Junta, vicepresidenta del Gobierno, ministra de Hacienda y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, de dar una orden “para reventar y embarrar” el Parlamento andaluz.

Fuentes del PSOE admiten que les interesa polarizar con el PP, pero sin pasarse de la raya, aunque tampoco les preocupa demasiado porque “nadie se entera de lo que pasa en el Parlamento andaluz”. Durante los seis años y siete meses que llevan en la oposición, los socialistas han ido un poco al pairo con tres líderes diferentes.