El PSOE andaluz bulle en vísperas del comité federal previsto para lanzar a Montero: “No hay soluciones buenas”
“Sánchez debe preparar una salida en la que él ya no puede ser la solución”, defiende en privado un dirigente andaluz, aunque la posición de la federación la marcará la vicepresidenta


Los socialistas andaluces acuden al comité federal del sábado noqueados, avergonzados y humillados tras la entrada en prisión por un presunto caso de corrupción del que hasta hace muy poco era su principal interlocutor en Ferraz, el todopoderoso secretario de Organización, Santos Cerdán. Desean que su secretario general y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se saque un “conejo de la chistera”, pero lo dicen sin convencimiento, sino más bien como una alucinación infantil. “No hay soluciones buenas”, aseguran varios dirigentes andaluces, incapaces de ver ni aconsejar una salida. No ven ni la convocatoria de elecciones —“sería un traspaso de poderes al PP y Vox”—; ni un congreso extraordinario —“sería imposible que Pedro saliera bajo palio, salvo que salga otro secretario general”—; ni la cuestión de confianza —“los socios como mínimo son iguales de listos que tú ¿qué más van a pedir?”—; ni que presenten en septiembre los Presupuestos acordados por sus eventuales aliados cada vez más voraces y con unas elecciones andaluzas a tiro de piedra, en la primavera próxima.
“No sé qué debe hacer el presidente. Hay mucho desconcierto y dudas. Unos hablan de lo que escuchan, otros se aferran a Sánchez y el Gobierno de izquierdas, otros apuestan por darnos un tiempo y pensemos cómo reflotar al partido”, asegura un dirigente provincial que, como el resto de las fuentes consultadas, aguarda expectante la propuesta del secretario general en el máximo órgano de decisión entre congresos. “No tengo agilidad mental para decir: esta es la solución”, afirma otro.
Aferrarse a la mesa del Consejo de Ministros y al poderoso bolígrafo del Boletín Oficial del Estado para “tener una ventana de oportunidad” lo tienen claro todos. Y luego confiar en que las investigaciones judiciales en marcha “sean el iceberg y no la punta del iceberg”. También, en la etapa agosteña, donde casi todo se detiene y la gente está centrada en zamparse una lubina salvaje en La Carihuela.
Pero más allá de lo inmediato, en algunos ámbitos del PSOE andaluz se está abriendo paso el convencimiento de que Sánchez “debe preparar una salida a la situación en la que él ya no puede ser la solución. Esto es fácil decirlo, pero difícil de hacerlo”, asegura un dirigente con mucha experiencia. Cuando Sánchez se tomó cinco días de reflexión sobre si dimitir como presidente por la presión judicial sobre su esposa, Begoña Gómez, un cargo muy relevante, con mucha ascendencia en el PSOE andaluz y más sanchista que Sánchez aseguró a este periódico: “Pedro ya no da más de sí”. Luego vino el aquelarre del comité federal del 27 de abril de 2024, donde se supone que están los cargos más preparados e influyentes del partido, en el que se produjo una especie de éxtasis colectivo para pedir al presidente que siguiera. “Borra lo que acabo de decir. Pedro tiene que seguir”, corrigió.
La situación ha cambiado. Sánchez tiene la responsabilidad política directa en la elección, primero de José Luis Ábalos como secretario de Organización, y después de Santos Cerdán al frente de la poderosa máquina del partido, al que confirmó hace siete meses en el congreso federal celebrado en Sevilla, pese a las voces que lo desaconsejaban, pero sin certeza alguna de que estuviera presuntamente implicado en un caso de mordidas. Lo de Cerdán ha causado una auténtica conmoción en todos los terminales del PSOE andaluz. “Lo de Ábalos te lo esperabas, por las pintas, pero Santos parecía un jesuita navarro”, asegura un diputado tan confundido como el resto.
Poco a poco las dudas sobre la continuidad de Sánchez van acrecentándose. “El presidente debería dimitir. Eso lo piensa mucha gente y va a ser inevitable y hacerlo de tal manera sin convocar elecciones y apostar por una compañera e intentar una nueva investidura”, asegura un dirigente. El propio Sánchez en la comparecencia tras la reunión de la última ejecutiva federal admitió que había barajado su dimisión.
Es extraño ahora escuchar a miembros destacados del PSOE utilizar las mismas palabras que emplea la oposición en relación con el presidente del Gobierno: “El rey está desnudo y nadie se lo dice. Está enamorado de sí mismo, cree que es un mártir y una víctima y el único que puede salvar al PSOE. Somos un partido, no una catequesis y nuestra alimentación es el poder”.
Otro apunta por “una tercera vía”, pero sin concretar; y otro destacado dirigente señala: “En el PSOE no se echa a nadie, pero hay PSOE después de Sánchez y es mejor resetearnos desde el Gobierno que no desde la oposición. Con Pedro Sánchez es muy complicado porque es la muerte en diferido”.
Es muy dudoso que estas opiniones se escuchen en el comité federal. En principio este acto se iba a celebrar en Sevilla para ratificar la candidatura de María Jesús Montero a la presidencia de la Junta de Andalucía, pero las decisiones judiciales han cambiado los planes y la cita se celebrará en la sede federal en la madrileña calle de Ferraz. Está previsto que la vicepresidenta del Gobierno, vicesecretaria general, ministra de Hacienda y secretaria general hable en nombre de toda la federación andaluza, la más numerosa, y que no haya ningún francotirador de alguna de las tribus que hay en el PSOE andaluz y a las que Montero ha abierto la puerta para que estén en ese órgano porque necesita contar con todas las manos posibles para plantar cara a un exultante Juan Manuel Moreno. “Para eso ya tienen la voz de García-Page”, aseguran desde la dirección regional, en alusión al presidente de Castilla-La Mancha, muy crítico con el presidente del Gobierno.
Lo acordado es que Montero, que es una de las escuderas más leales al presidente, sea la voz única y que detrás de ella estén los ocho secretarios generales provinciales elegidos en los recientes congresos. Todos estaban dedicados a lanzar su campaña y candidatura como una piña, aunque ahora hay otras prioridades.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
