La deuda de la eurozona creció hasta el 88% del PIB en el primer trimestre del año
El déficit se reduce hasta el 2,9% tanto en el bloque de la moneda única como en el conjunto de la UE

Europa no es ajena, aunque sea por motivos distintos, a la tendencia al endeudamiento observada en buena parte de Occidente, desde Estados Unidos a Japón. Según los últimos datos de Eurostat, la deuda pública en la zona euro fue del 88% del PIB en el primer trimestre del año, levemente por encima del 87,4% del último de 2024. También en el conjunto de la UE se notó una subida, aunque en un porcentaje menor: alcanzó el 81,8%, frente al 81% de los tres meses anteriores.
Si la comparación se hace con el mismo periodo de hace un año, es decir, con el primer trimestre de 2024, también se registra un repunte. En el caso de la zona euro, la tasa entre enero y marzo de este año superó en dos décimas el 87,7% marcado en los primeros meses del pasado ejercicio dos décimas, según los datos publicados por Eurostat; la subida ha sido de seis décimas para los Veintisiete, con respecto al 81,2% de inicios de 2024.
El volumen de pasivo también ha crecido en cifras absolutas. La deuda de la eurozona sumó 13,47 billones de euros, frente a los 13,25 billones del trimestre anterior y los 12,94 billones del primer trimestre de un año antes; en la UE la cifra fue de 14,82 billones de euros en el primer trimestre, por encima de los 14,53 billones de los tres meses anteriores.
Los datos —que vienen a confirmar el estancamiento de la deuda europea en los últimos años tras las crisis financiera, la de la pandemia y la de una inflación disparada por la guerra de Rusia en Ucrania— se conocen cuando en Bruselas acaba de comenzar la disputa por el próximo presupuesto plurianual, que la Comisión quiere que llegue casi a los dos billones de euros. También llegan en medio de una creciente demanda de mayor gasto en defensa y seguridad, hasta el punto de que Bruselas incluso ha propuesto una cláusula de escape para que estos costes no computen en el techo de déficit público fijado en el 3%. Unos gastos —que se han disparado en países como Polonia— que se unen a la gran inversión que requerirán las transiciones energética y digital también emprendidas por la UE, todo ello cuando son muchos los Estados que tienen dificultades para endeudarse aún más y que pugnan por hacer recortes drásticos, como acaba de anunciar Francia, que acaba de proponer un recorte draconiano de 43.800 millones de euros en 2026.
Las crecientes necesidades de gasto, pese a que Bruselas busca cómo incluir al sector privado en sus proyectos, no apuntan a que Europa vaya a ser capaz de reducir, ni a corto ni a medio plazo cuanto menos, una deuda pública que también aumentó ligeramente el año pasado.
España forma parte del grupo de países más endeudados del bloque europeo, aunque no se encuentra en el pódium. Los ratios más elevados de deuda pública respecto del PIB al final del primer trimestre de 2025 se registraron en Grecia (152,5%), Italia (137,9%), Francia (114,1%) y Bélgica (106,8%). España ocupa el quinto lugar, con el 103,5% del PIB. Aunque está en la lista de los más endeudados de la eurozona, el país ibérico logra una bajada interanual de -2,8 puntos porcentuales, mientras que países como Francia o Italia también crecen comparado con el primer trimestre de 2024.
Las tasas más reducidas se dieron en Bulgaria (23,9%), Estonia (24,1%), Luxemburgo (26,1%) y Dinamarca (29,9%).
Los datos se publican a los pocos días de conocer la propuesta de presupuesto plurianual para el periodo 2028-2034 que ha lanzado la Comisión Europea, que roza los dos billones de euros y revoluciona la estructura empleada hasta ahora. El nuevo marco pretende quitar poder a las regiones en políticas tradicionales (fondos de cohesión, política agraria...) y brindar más recursos a partidas como la defensa —se quintuplica el gasto militar—, la digitalización o la transición limpia. Según la presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, este presupuesto responde a “una nueva era”, una época de incertidumbre disparada, con una batalla arancelaria en marcha, conflictos abiertos en Ucrania y Oriente Próximo y una economía comunitaria que ha perdido impulso y competitividad. Todo ello, con unas cuentas públicas nacionales muy maltrechas en muchos países, víctimas de las sucesivas crisis económicas que se han ido encadenando desde inicios de siglo.
En comparación con el cuarto trimestre de 2024, hasta 16 Estados miembros registraron en el primer trimestre de 2025 un aumento de su ratio de deuda sobre el PIB; 10 experimentaron una disminución y solo en país, República Checa, la tasa se mantuvo.
Los mayores aumentos trimestrales se observaron en Austria y Eslovaquia. En ambos casos, la tasa creció en 3,5 puntos porcentuales. También registraron subidas superiores a los dos puntos Eslovenia (un incremento de 2,9 puntos), Italia (+2,5), Lituania (+2,4), Polonia (+2,2) y Bélgica (+2,1). Los ajustes más marcados los experimentaron Irlanda (un descenso de 3,7 puntos porcentuales), Letonia (-1,2) y Grecia (-1,1).
En comparación con el mismo periodo de hace un año, 13 Estados miembros elevaron su ratio de deuda sobre PIB al final del primer trimestre de 2025; 12 países registraron una disminución. En Eslovenia y Estonia la ratio se mantuvo estable. Los mayores aumentos interanuales se registraron en Polonia (+6,1 puntos porcentuales), Finlandia (+5,1), Austria y Rumania (ambos +4,1), Francia (+3,6), Italia (+2,9), Eslovaquia (+2,6) y Suecia (+2,0); las mayores disminuciones se observaron en Grecia (-9,3), Chipre (-8,2), Irlanda (-6,1), Croacia (-3,6), Dinamarca (-3,2), España (-2,8) y Portugal (-2,7).
Déficit
En cambio, el déficit, que indica el saldo negativo entre ingresos y gastos públicos, se redujo tanto en términos trimestrales como anuales, tanto en el bloque de la moneda única como en el conjunto de la UE. Entre enero y marzo de este curso se situó justo una décima por debajo del límite máximo marcado por las reglas fiscales comunitarias, que fijan el tope en el 3% del PIB.
El déficit se situó en el 2,9% en la zona euro, tres décimas menos que en el trimestre anterior y dos décimas por debajo del dato de un año antes. Los números rojos de la UE también se redujeron y alcanzaron la misma tasa del 2,9% del PIB, frente al 3,3% del cuarto trimestre de 2024 y el 3% del mismo intervalo del año pasado.
Entre los Veintisiete, los mayores déficits en cifras ajustadas estacionalmente correspondieron a Rumanía (7,5% del PIB); Francia (5,6%); Bélgica (5,5%); Austria y Polonia (5,1%). Chipre (5,6%); Grecia (4,2%) y Dinamarca (3,3%) registraron los mayores superávits.
En el caso de España, el déficit en el primer trimestre se redujo al 2,7% del PIB, frente al 3,1% del trimestre precedente y el 2,9% del primer trimestre de 2024. El objetivo del Gobierno para el conjunto de este ejercicio es rebajar el desequilibrio hasta el 2,5% del PIB.
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