La memoria selectiva de Feijóo con el pasado
Los expresidentes y exdirigentes no invitados o que no irán al XXI Congreso del PP entienden que esa foto de la unidad “no toca”


Este viernes, sobre las 17.40, Alberto Núñez Feijóo se subirá al escenario principal del XXI Congreso Nacional del PP en Ifema y se hará una simbólica foto con los expresidentes del Gobierno populares José María Aznar y Mariano Rajoy. Esa es la imagen presidenciable que se busca y seguramente la más relevante de todo ese cónclave. Esa es la atalaya en la que se veía hace dos años Feijóo, para las elecciones de 2023, y la que vislumbra ahora, en plena crisis casi existencial del PSOE de Pedro Sánchez. En este Congreso no tendrán ningún papel los tres protagonistas del anterior, hace siete años. Pablo Casado y Soraya Sáenz de Santamaría ni pasarán y Dolores de Cospedal tampoco confirma su presencia. Esa representación de la unidad “no toca”, explican en sus entornos, y Feijóo tampoco la ha trabajado.
Este pasado miércoles, en la formación del primer equipo asesor de la Universidad de Nebrija, en Madrid, entre políticos, intelectuales y sociólogos, la exvicepresidenta primera del Gobierno de Mariano Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría, recibió a bocajarro una pregunta del filósofo Daniel Innerarity: “¿Tienes pensado ir al Congreso del PP, porque es curioso que ninguno de los tres candidatos del anterior vaya a estar?“.
Santamaría fue clara en su respuesta: no tiene pensado ir y cree además que esa foto ahora ”no toca". Tampoco estará Casado, que le ganó aquella competición de primarias y cinco años más tarde fue defenestrado, y no ha confirmado su presencia Cospedal, que se alió con él entonces para derrocar a su gran rival en el Gobierno y aquel PP de Rajoy y ahora está centrada en relanzar su despacho privado de abogados. Los tres han recibido la invitación formal y Feijóo hasta habló recientemente con Casado, que no se veía en una esquina del anfiteatro y declinó su presencia por la incompatibilidad estética ahora con su labor al frente de un fondo privado de inversiones sobre defensa.
Las razones, argumentos y situación de los tres exdirigentes del PP obviados ahora por Feijóo son diferentes, pero el resultado es el mismo. Son una etapa ya pasada. Un sociólogo muy conectado con PP y PSOE lo explica así: “Este no es el Congreso de la unidad para el PP, tampoco el de las ideas. Feijóo, el jefe, no quiere una foto de la unidad y el cierre de filas, ni la ha buscado ni la ha trabajado”.
Al relanzado líder popular le interesa lo que significó Aznar sobre todo para la unidad de la derecha, aunque nunca haya conectado muy bien con él, pero tiene más sintonía con Rajoy. Los expresidentes le colmarán de parabienes y pregonarán que será su sucesor popular en La Moncloa. No hará falta complicar mucho más el mensaje. Pero ni Aznar ni Rajoy piensan lo mismo ni han olvidado sus recelos y sus muchas diferencias.
Esta semana, desde la fundación FAES de Aznar, un diputado del PP de Madrid, Miguel Ángel Quintanilla, para elogiar sin límites la ponencia política de este XXI Congreso, construyó todo un artículo para poner en solfa varios graves errores del PP de Rajoy.
Quintanilla primero cuestionó cómo dejó Rajoy el partido: “Antes de la moción de censura de 2018 la situación del PP era crítica, en segunda, tercera o incluso cuarta posición en las encuestas, sobrepasado por Ciudadanos como primera fuerza. La valoración del último Gobierno del PP fue 2,54, la del último Gobierno de Zapatero fue 3,47. Entre noviembre de 2011 y abril de 2019 perdió casi seis millones y medio de votos y 120 escaños: el 60% de su voto y el 65% de sus escaños. La mayor caída fue en las elecciones de 2015. La leve subida de noviembre de 2019 no cambia lo esencial”.
El diputado popular planteó a continuación su alternativa: “Hay que corregir los graves efectos del Congreso de Valencia de 2008, que inició el proceso de destrucción de la formidable base electoral que acababa de consolidar el PP, incluido el centro, donde ganó ampliamente al PSOE”. Ese es el PP que piensa que Rajoy y en cierta medida Feijóo fueron y son demasiado centrados.
La ponencia política del congreso no abunda sobre esos problemas ideológicos o de ubicación. Sobre su falta de fondo y sustrato, un veterano dirigente popular resume “la frustración y decepción” de muchos de los expertos del PP que trabajan desde hace años en diversas materias con la evidencia de que la mayoría ni fueron consultados, se pergeñó por grupúsculo dependiente del gabinete directo del presidente y como gran aportación se filtró que había recibido 3.000 enmiendas y aportaciones menos que la del anterior congreso, de 2018.
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