

El Elche enciende las alarmas del Atlético al empatar en el Metropolitano
Los de Simeone solo suman un punto de seis y fueron incapaces de generar ocasiones en el segundo tiempo ante el atrevido equipo de Eder Sarabia


En solo dos jornadas, las alarmas se han disparado en el Atlético. Una derrota en Cornellá y el empate de anoche ante un Elche descarado para no rajarse cuando encajó el tempranero gol de Sorloth y rehacerse para responder rápido con el tanto de Rafa Mir. Un varapalo para un proyecto que ya se ha instalado en el agobio y en la sobrepresión cuando nadie lo esperaba. La incapacidad para apenas generar ocasiones en el segundo tiempo es un debe grande para Simeone y sus futbolistas.


Se destapó el Atlético muy vertical e hincando el diente en esa presión adelantada que trata de instaurar Simeone. Una propuesta muy atractiva para una hinchada que reclama revoluciones y fútbol visceral. No pareció arredrarse el Elche ante esa salida incisiva del anfitrión. No se traiciona Eder Sarabia, dispuesto a jugarse a todo o nada la permanencia de su equipo con la pelota como gran referente para controlar los partidos. El meta Dituro, jugando como casi un central más a cuarenta metros de su portería para participar en la salida de balón es una muestra palmaria de los riesgos que asume Sarabia. Y en ese caminar por el alambre se descubre una pradera a la espalda de sus centrales. La detectó muy fino Hancko para apreciar un desmarque afilado de Sorloth. El noruego cruzó su toque de izquierda para superar la salida desesperada de Dituro. Primera ocasión y primer acierto de Sorloth, necesitado siempre de reforzarse con goles para descolgarse la etiqueta de revulsivo goleador a la que parece condenado. Este sábado jugó por la ausencia de Baena, lesionado para un par de semanas. El tanto no encogió el atrevimiento del Elche.
El buen manejo de la pelota del Elche obligó al Atlético a acunarse en campo propio a la espera de poder montar transiciones que barrieran la osada línea defensiva de su rival. La rompió Julián Alvarez con una dejada de espuela para que Almada condujera por el medio con el periscopio levantado y mirando a la izquierda para terminar filtrando el pase a la derecha. Un lujo que volvió a citar a Sorloth con Dituro. Tardó en acomodarse la pelota el noruego y le dio ventaja al meta argentino para achicarle el espacio y mandar a saque de esquina el remate. Del lanzamiento del córner nació una contra que condenó al Atlético. El retorno fue apenas de cuatro jugadores, lo que le dio a Germán Varela para realizar un cambio de juego que prolongó Alvaro Rodríguez con un pase hacia la media luna que cazó Rafa Mir para batir a Oblak. De nuevo, como en Cornellà el Atlético veía como podía pasar de una ventaja de dos goles a tener que lidiar con el empate de su rival. Mala señal para un equipo que acostumbraba a manejar y administrar las ventajas con mayor solvencia defensiva. La igualada hizo pupa en los futbolistas de Simeone. Tardaron en levantarse y en volver a instalarse en campo contrario. Al Elche lo estiraba el gigante Álvaro Rodríguez, que sacó de quicio a Le Normand y a Hancko y a Barrios y a Cardoso cuando trataban de ayudar a sacarle la pelota. No podían ni derribarle, en lo que fue una exhibición del uruguayo en los cuerpeos y en la protección de la pelota para esperar el despliegue de sus centrocampistas.
El Atlético retomó el mando del encuentro en el tramo final del primer acto, agarrado a lo que Almada pudiera inventar y a alguna arrancada de Hancko. El argentino habilitó a Giuliano con otro toque afilado que su compatriota cruzó en exceso. Si Almada juega a adueñarse de la pelota, Hancko se presenta como una alternativa para romper líneas con su buen pie.
Pudo sostener el Elche el empate y mandó al Atlético presionado al descanso. Con la necesidad de ganar para no descolgarse demasiado pronto de la cabeza de la tabla, los rojiblancos reaparecieron mandones, pero sin filo. Solo sufrían cuando Álvaro Rodríguez congelaba el juego bajo su poderosa estampa. El dominio fue agotando y nublando cada vez más al Atlético, que no producía ocasiones reales pese a su dominio. En la medida que Almada se apagaba, los rojiblancos se desmoronaban en las inmediaciones del áfrea de Dituro. Simeone dio entrada a Griezmann, Koke y Raspadori de una tacada. Ninguno de los tres fue determinante para aclarar el juego ofensivo de su equipo. Las entradas de Galán y Nahuel Molina fueron el último intento de Simeone de encontrar una solución al partido. Sucedió que para tanto centro de los costados no estaba ya Sorloth. No tiene mucho sentido colgar balones sin el delantero más dotado para sacar provecho. Solo un balón suelto en el área que no aprovechó Llorente pudo romper una igulada que instaura demasiado pronto el peligro de decir adiós a la Liga antes de lo esperado. Un punto de seis no era lo esperado.
Clasificación | PT | PJ | PG | PE | PP |
---|---|---|---|---|---|
12
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1 | 1 | 0 | 1 | 0 |
13
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1 | 1 | 0 | 1 | 0 |
14
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1 | 2 | 0 | 1 | 1 |
15
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1 | 2 | 0 | 1 | 1 |
16
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1 | 2 | 0 | 1 | 1 |
Clasificación | PT | PJ | PG | PE | PP |
---|---|---|---|---|---|
9
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3 | 2 | 1 | 0 | 1 |
10
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3 | 2 | 1 | 0 | 1 |
11
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2 | 2 | 0 | 2 | 0 |
12
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1 | 1 | 0 | 1 | 0 |
13
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1 | 1 | 0 | 1 | 0 |
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