Chile, el país de los ‘consternados’
En este agosto de 2025, a tres meses de las presidenciales, todo el mundo se autodefine como perplejo


[Esta pieza es una versión de uno de los envíos de la newsletter semanal de Chile, que se envía todos los jueves. Si quiere suscribirse, puede hacerlo a través de este enlace].
Muy buen jueves, queridos lectores:
Arranco la escritura de esta newsletter —mi comunicación semanal a los lectores de EL PAÍS— con una frase que retumba en mis oídos: el expresidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle, que gobernó Chile entre 1994 y 2000, hijo de otro expresidente, de familia histórica de la Democracia Cristiana (democristiano hasta los huesos, en definitiva), se ha declarado “consternado” por la decisión del partido donde milita hace unos 70 años de apoyar a Jeannette Jara, militante comunista, en su candidatura a la Presidencia. Resuena porque lo de Frei no parece una anécdota: en este país, unos y otros se declaran constantemente consternados por lo que ocurre en estos días de invierno de 2025. En la calle, por cierto —un hombre en moto entrando al metro ha sido el manjar de los matinales esta semana— y en la política, donde resulta complejo seguirle el pulso a una actualidad abrumadora y, a veces, poco coherente.
En temas-país, impresionada todavía por la muerte de los jóvenes mineros en El Teniente: una nueva herida en el corazón de Chile. En la política, por ejemplo, me declaro “consternada” por la iniciativa del diputado Leonidas Romero (del Partido Nacional Libertario) que esta semana propuso un proyecto de ley llamado Tengo fe en Dios, que buscaba prohibir el aborto por causal de violación. No solo me declaro consternada por el fondo del asunto —prohibir la interrupción del embarazo ante una causal aberrante, que a las mujeres chilenas nos costó décadas conquistar— y por el nombre del proyecto (francamente, malo), sino porque el chiste se cuenta solo: Dios no le tuvo fe y Romero (gracias a Dios) lo retiró y finalmente no será discutido en el Parlamento.
Me declaro consternada, a su vez, porque Franco Parisi —populista— haya aparecido este domingo recién pasado como tercero en la encuesta Cadem, desplazando a la candidata de la derecha tradicional, Evelyn Matthei. ¿Qué dice de Chile si esta tendencia —Matthei duda de aquello— se consolida? ¿Tan harta está la gente de los políticos tradicionales que le está dando apoyo a un candidato que lo intenta por tercera vez? Consternada, a su vez, con el candidato que lo intenta por quinta vez —Marco Enríquez-Ominami— aunque este asunto forma parte de otra historia.
Impresionada, a su vez, como todos los que intentamos entender lo público estamos de cabeza en medio de la incertidumbre y, ante los nuevos electores que inyecta el voto obligatorio, sabemos poco y nada. Es imposible proyectar lo que ocurrirá en tres meses, en las elecciones parlamentarias y la primera vuelta presidencial el 16 de noviembre. Consternada, a su vez, por lo salvajes que se vuelven en ocasiones los candidatos al Congreso, que venden su alma al diablo por un escaño.
Y usted, ¿es también del país de los consternados?
Mis recomendaciones
Los invito a leer (o releer) algunas de las mejores piezas que hemos preparado desde la redacción de EL PAÍS en Chile en la última semana. Por cierto, nuestras columnas, que nos ayudan a ubicarnos en el mapa de los principales debates de este Chile complejo de descifrar.
- La entrevista de la periodista Ana María Sanhueza al sociólogo Alberto Mayol, quien aborda el panorama de la elección presidencial de noviembre en medio de una crisis institucional: “Kast está más cerca de Pinochet que Jara de Allende”, afirma.
- La cobertura de Maolis Castro sobre el lamentable desenlace de los mineros, que murieron atrapados en El Teniente; la historia de los seis jóvenes trabajadores y la entrevista al profesor de la Universidad Católica y experto en minería Gustavo Lagos: dice que lo ocurrido en el yacimiento “fue como los terremotos, no se podía predecir”.
- La crónica de la periodista Antonia Laborde, La historia de Soledad Font y el pequeño ‘Spider-Man’ de Punta Arenas, que relata la experiencia de la madre del presidente Boric como familia de acogida hace 25 años. Hubo un caso reciente que la marcó, tan duro como entrañable.
- Las columnas de Alfredo Joignant, Jeannette Jara: la batalla perdida contra la desconfianza, y de Julieta Martínez, A mí me importa lo que ocurrió en el 73, a propósito de las declaraciones del candidato presidencial de la extrema derecha Johannes Kaiser, quien dijo que apoyaría un nuevo golpe de Estado.
Muchas gracias, queridos lectores. En una semana, el próximo jueves, una nueva newsletter de EL PAÍS en sus buzones.
¡Hasta pronto!
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