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Franja Gaza
Tribuna
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Periodistas, sanitarios y docentes, convertidos en objetivo de guerra en Gaza

El ataque a la comunidad profesional atenta contra el derecho internacional humanitario. Es urgente que se permita el acceso a servicios básicos como la salud en el territorio palestino

Guerra en Gaza

En tiempos de conflicto, la peor enfermedad a la que nos enfrentamos como ciudadanía es la indiferencia; indiferencia ante las pequeñas miserias del día a día, que nos afectan como individuos, e indiferencia ante los sucesos atroces que nos interpelan como sociedad y ante los cuales el silencio y la inacción no pueden, ni deben, ser una opción.

Por la propia naturaleza de las profesiones, quienes las ejercen o han ejercido saben que es imposible separar el bienestar de una persona del bienestar de su familia, de su comunidad y, por ende, del bienestar del mundo. Una realidad compartida y un principio esencial que se hace más patente, si cabe, en contextos extremos —conflictos armados, catástrofes ambientales— en los que la prohibición u obstrucción del ejercicio profesional atenta contra la dignidad de las personas e impacta de manera decisiva en sus cuerpos, en sus vidas.

En tiempos de conflicto, la peor enfermedad a la que nos enfrentamos como ciudadanía es la indiferencia

Esta realidad tiene su ejemplo más dramático ahora mismo en la situación que viven profesionales y sociedad civil en la franja de Gaza, lugar donde está ocurriendo a ojos del mundo una masacre genocida por parte del ejército israelí que dinamita los principios rectores de la Declaración Universal de los Derechos Humanos al atacar a la población civil de manera indiscriminada y al impedir que asistencia vital llegue sin obstrucciones ni demoras a la población.

La masacre ha convertido además a la comunidad profesional —periodistas, sanitarios, docentes— en objetivo de guerra, atentando contra todos los principios deontológicos y humanitarios al elegir como blancos deliberados hospitales, escuelas y puestos de socorro. La violación del Derecho Internacional Humanitario (DIH) es una constante en este conflicto, e imposibilitar de manera premeditada la labor profesional supone una grave vulneración del derecho de acceso a servicios básicos esenciales y una de las estrategias de guerra más inhumanas, cuyas consecuencias no son otras que la enfermedad, el hambre y la muerte.

Los profesionales presentes en la zona están llevando a cabo su trabajo bajo presión, sin recursos y al límite de sus fuerzas. La salud física y mental de todos ellos es crítica, y se agudiza por la presencia de menores entre las víctimas, lo que aumenta la carga psicológica y los niveles de frustración y duelo entre quienes todavía resisten sobre el terreno. Un sufrimiento complejo, que trasciende el cometido profesional y filtra todos los aspectos de la vida de aquellos que permanecen junto a mujeres, ancianos e infantes.

En este sentido, Unión Profesional se ha sumado al llamado de Reporteros Sin Fronteras que condena el asesinato de 220 periodistas en la Franja de Gaza en casi 23 meses, y la Organización Médica Colegial ha publicado un manifiesto junto a las principales organizaciones internacionales de médicos europeas e iberoamericanas donde se denuncia de manera clara y contundente la violación del Derecho Internacional Humanitario en Gaza, un derecho que protege a la población civil y a la comunidad profesional.

Unión Profesional quiere hacer un llamamiento a la comunidad internacional para que cesen los actos genocidas perpetrados por el ejército de Israel sobre profesionales y sociedad civil

La realidad a la que nos enfrentamos se traduce en hospitales colapsados o destruidos; carencias extremas de personal médico y recursos sanitarios; niñas y niños sin docentes y escuelas; víctimas de violencia sin apoyo legal o psicosocial… Asesinatos debidos a bombardeos, pero también muertes producidas por la falta de acceso a servicios médicos, espacios seguros y mecanismos de protección, todos ellos directamente relacionados con la ausencia de profesionales capacitados en el terreno.

Con la próxima Asamblea General de las Naciones Unidas en el horizonte, Unión Profesional quiere hacer un llamamiento a la comunidad internacional para que cesen los actos genocidas perpetrados por el ejército de Israel sobre profesionales y población civil, se facilite el acceso inmediato y seguro de profesionales humanitarios en la franja de Gaza, y se permita ofrecer servicios básicos urgentes de manera inmediata y efectiva. Es necesario que el acceso sea sostenido en el tiempo para poder responder a la hambruna y la desnutrición en la zona. Es urgente que demos esperanza a una población en peligro de desaparición.

Como ya hemos señalado en otras ocasiones, Gaza no es una cuestión política. La resolución del conflicto es una cuestión de dignidad humana. No hay nada, absolutamente nada, sea esta una creencia política, filosófica o religiosa que esté por encima de la dignidad del ser humano. Es nuestro deber, nuestra obligación, proteger a los más frágiles.

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