La indefinición del acuerdo de financiación singular da aire a los críticos de Junqueras
Malestar en parte de las bases de ERC por lo que ven como un incumplimiento al pacto de investidura de Illa


“Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) no ha de tolerar rebajas”. Este es el primer mensaje de un hilo publicado este martes en X, la antigua Twitter, por Xavier Godàs, quien fuera el contendiente de Oriol Junqueras en la carrera por la presidencia del partido independentista, a finales del año pasado. La cara visible de una oposición al exvicepresident se refiere a la distancia existente entre el acuerdo para la financiación singular de Cataluña aprobado el lunes por la comisión bilateral entre el Gobierno central y la Generalitat y los términos del pacto de investidura de Salvador Illa, sellado hace casi un año entre el PSC y los republicanos. La evidente falta de concreción ha dado aire a una oposición a la dirección de ERC que dormitaba tras su fallido intento de hacerse con el partido.
El sí de los republicanos a Illa, en agosto del año pasado, tuvo como precio la apuesta por la financiación singular para Cataluña. En el seno de las filas republicanas el debate sobre si valía la pena o no dar ese paso fue intenso, en especial tras la sonora derrota electoral que habían sufrido. El preacuerdo alcanzado con los socialistas se sometió a una consulta interna, en la que el 53,5% de los militantes se mostró a favor, frente a un 44,8% en contra. Participaron el 77% de los afiliados y el centro del debate giró en sobre si los socialistas eran de fiar o no. De ahí que, una vez conocido el texto del acuerdo firmado por el Gobierno y la Generalitat, se haya reabierto una vez más esa herida.
Para Godàs, lo acordado este lunes “es un retroceso en la voluntad de soberanía”. “Implica un retraso sine die de la asunción del IRPF por parte de la Agencia Tributaria de Cataluña y una renuncia de un modelo singular a favor de uno multilateral”, añadió. “Ni lo que va a pactar Esquerra y el PSC para la investidura de Illa se cumple. Ni financiación singular, ni ordinalidad, ni bilateralidad, ni llave de la caja. Ahora no más se habla de gestión”, escribió, también en X, la exconsejera de la Generalitat Dolors Bassa.
“Eso no fue lo que votó la militancia de ERC. Las reglas del juego no se cambian después de una consulta. Este debería de ser el compromiso. Si no, volved a preguntar”, manifestó la excandidata a secretaria general del partido, Alba Camps. “A Junqueras y una parte importante de su partido no los podemos hacer responsables del acuerdo de investidura de Illa, porque hoy en día no sabemos que votó en la consulta interna. Pero del acuerdo [de la Bilateral] sí, ¿no?”, criticó por su parte el exdiputado en el Parlament Jordi Orobitg, que formó parte de la candidatura Foc Nou, que también compitió por las riendas del partido.
La dirección de ERC optó el lunes, al conocerse el acuerdo, por una lectura más optimista. “Gracias a nosotros hemos conseguido que los socialistas se muevan, pero Cataluña requiere más: menos escenificación y más concreción”, dijo el portavoz de ERC, Isaac Albert. “Entendemos que son acuerdos que solo son un punto de partida”, añadió el también vicesecretario de Comunicación de los republicanos. Se repetía, de alguna manera, el planteamiento pragmático que la dirección de ERC tuvo hace pocos meses, con el traspaso de Rodalies y la creación de la empresa mixta: lo importante no es el calendario sino que todo salga bien.
Godàs, de hecho, critica precisamente que se mantenga esa línea. “Lo intuimos con el mal denominado traspaso de Rodalies, que ha quedado en una gestoría mixta con alta presencia estatal. Y lo confirmamos con una financiación ya no tan singular y sin la llave de la caja”, continúa.
Con todo, Junqueras mantiene la idea de que mientras no se cumplan los compromisos pendientes con los socialistas no asumirá nuevos. Se trata de un planteamiento especialmente complicado para Illa, que necesita aprobar unos nuevos Presupuestos para el próximo año. De no tenerlos, la Generalitat encadenaría tres ejercicios con las cuentas prorrogadas. El propio presidente de los republicanos deja entrever que la dificultad en la negociación ha venido por parte del Ministerio de Hacienda. Incluso ha llegado a señalar a la vicepresidenta María Jesús Montero como responsable.
La portavoz del Ejecutivo catalán, Sílvia Paneque, intentó calmar a sus socios de investidura ante el hecho de que la única mención al principio de ordinalidad sea una referencia en el preámbulo del documento suscrito en la comisión bilateral y no en la parte dispositiva. Paneque lo da por asegurado. “El principio de ordinalidad, en el que tu ordenas respecto a las otras comunidades autónomas, requiere un trabajo del Gobierno de España sobre cómo se asegura y se define este principio y por tanto, no es una cuestión de ente gobiernos sino cómo se define y de negociación respecto a otras comunidades autónomas”, explicó.
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