El Gobierno asume que quedan al menos tres días críticos más
Sánchez prevé visitar este domingo zonas afectadas en Ourense y León, dar un mensaje de apoyo a quienes combaten el fuego y subrayar el desafío climático

El pronóstico que maneja el Gobierno no es halagüeño. Hasta el martes o el miércoles “habrá llamas” en zonas de Galicia y Castilla y León, sin descartar áreas de Extremadura, afirma una fuente de La Moncloa citando la expresión típica de los técnicos para referirse a fuegos vivos, que, incluso aunque hayan dejado de crecer y estén empezando a ser doblegados, aún es posible que se vuelvan a desmadrar, por ejemplo por un mal golpe de viento.
Esto supone tres o cuatro días críticos más, sin contar la posibilidad de que salten nuevos fuegos en las zonas más castigadas o en otros puntos del país. Así que no hay espacio en el Ejecutivo para rebajar la alerta. La esperanza del gabinete de Pedro Sánchez es que se cumpla la previsión de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que fija en el lunes el fin de la ola de calor, lo que haría menos duro el combate contra el fuego. Este sábado las condiciones meteorológicas siguieron siendo de pesadilla, con temperaturas frisando los 40 grados en las provincias en mayor peligro.

Los fuegos descontrolados seguían siendo la regla este sábado por la tarde. El cuadrante noroeste es el más castigado. Según un parte del Ministerio del Interior, a las 16.00 horas había 19 incendios activos entre Galicia (Ourense y Pontevedra), Castilla y León (León, Salamanca, Zamora y Ávila), Extremadura (Cáceres y Badajoz) y Asturias. En 12 de los fuegos activos estaban interviniendo efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME). A estos se sumaban un incendio estabilizado en Teresa de Cofrentes, en Valencia, y otro controlado en Villafranca del Bierzo, en León.
En la tarde de este sábado, el fuego continuaba deparando malas noticias, avanzando sin control en zonas de Ourense, León y Cáceres. En esta última provincia, el incendio de Jarilla, que el viernes iba a mejor, volvió a complicarse y se dirigía hacia la ciudad de Plasencia y el Valle del Ambroz. En Yeres y Llamas de Cabrera (León), las llamas, que forzaron el desalojo de varias pedanías, amenazaban el Valle del Silencio, un entorno de alto valor ecológico. El servicio de trenes entre Madrid y Galicia seguía interrumpido.
La oleada ha provocado al menos tres muertos, ha consumido decenas de miles de hectáreas en toda España y ha forzado a evacuar de sus viviendas a más de 23.600 vecinos, una cifra que seguía subiendo este sábado. La nota de color en el panorama sombrío la ponía la evolución favorable del incendio de Molezuelas de la Carballeda, uno de los más graves de la historia de España. Tras arder más de 30.000 hectáreas entre las provincias de Zamora y León, más de 2.500 vecinos evacuados recibieron autorización para regresar a sus casas en una quincena de localidades.

Ver la “catástrofe”
Con esta situación y estas previsiones por delante, y con el Gobierno especialmente inquieto desde el viernes por la evolución desfavorable de los incendios en Galicia, el presidente ha vencido sus reticencias a acercarse a la primera línea de los incendios. Finalmente sí lo hará, tal y como anunció su equipo tras escuchar a los técnicos en la reunión de este sábado del Comité Estatal de Coordinación y Dirección (Cecod) de incendios forestales. Este domingo interrumpirá sus días de vacaciones en Lanzarote para visitar varias de las zonas afectadas, primero en Ourense y luego —si no hay cambio de última hora por indicación técnica— en León.
Durante la semana acudirá a otras zonas torturadas por el fuego, todavía por decidir pero que casi con toda seguridad incluirán Zamora y puntos de Extremadura, otra comunidad que el Ejecutivo observa con extrema preocupación. Esos eran al menos los planes en la tarde de este sábado, planes siempre sujetos a cambios en función de lo que el fuego disponga.

Ni el jefe del Ejecutivo ni su equipo eran en principio proclives a visitas de este tipo. “Lo primero es la extinción, y no molestar a los técnicos y los mandos que trabajan sobre el terreno. Además, aquí hablamos de muchos fuegos en varias zonas. Lo importante es mantener la perspectiva general, que es lo que corresponde a un Gobierno de España, y dejar trabajar”, explica la citada fuente de La Moncloa. Pese a que esta era la premisa, varios factores han empujado al cambio de parecer, añaden desde el entorno de Sánchez, donde no cuentan entre las razones la presión ejercida por Alberto Núñez Feijóo, presidente del PP, que el viernes visitó un puesto de mando en León y que lleva toda la semana enfatizando la responsabilidad de la gestión en el Gobierno, pese a que el grueso de las competencias es de las autonomías, algo que en el Ejecutivo ven una “deslealtad”.
Una razón destacada de la visita del presidente a la zona caliente es la preocupación que suscita en el Gobierno la evolución del fuego en Galicia, donde la Xunta ha admitido ya que los frentes en llamas “empiezan a desbaratar los servicios de emergencia”, indican desde La Moncloa. El presidente, afirman, quiere “mostrar apoyo” a quienes combaten el fuego allí con la máxima cercanía posible. El viernes hubo un momento de máxima alerta cuando los técnicos manejaron la posibilidad de que se produjera una fusión de incendios con orígenes dispares entre Galicia y Castilla y León, lo que hubiera supuesto un salto cualitativo. Aunque de momento esta posibilidad parece alejarse, sirvió como aviso de hasta qué punto las cosas pueden ponerse todavía más feas de lo que ya están.

En la decisión de Sánchez pesa también que en el Ejecutivo consideran que los estragos ya provocados por el fuego son de tal magnitud que es posible acudir y transmitir cercanía sin interferir en las tareas de extinción, simplemente viendo la huella de “catástrofe” y escuchando a los responsables sobre la marcha de los trabajos. La visita a Ourense, por ejemplo, será al puesto de mando en la propia ciudad, en un edificio de la Xunta. Luego Sánchez subirá a un helicóptero y verá los estragos de los incendios desde el cielo, antes de aterrizar en un punto aún por decidir.
Cambio climático
El presidente, que hará una declaración en Ourense, quiere dejar un mensaje político. Además de apoyar a los que combaten el fuego, recordará que la dimensión de lo ocurrido está relacionada con el cambio climático y la exposición de España ante este fenómeno, añaden desde La Moncloa. Se tratará de un discurso que contrastará con el de Feijóó, que pone el foco en la responsabilidad de los pirómanos, y con el de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que se ha sumado al discurso de Vox según el cual el problema es que la “agenda ideológica” dificulta los trabajos de prevención. La vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Sara Aagesen, ya afirmó este sábado, de visita a la BRIF (Brigada de Refuerzo en Incendios Forestales) que trabaja en Pinofranqueado (Cáceres), que lo ocurrido está relacionado con la “especial vulnerabilidad” de España ante el cambio climático.

El cambio de criterio de Sánchez sobre las visitas a las zonas afectadas no altera lo esencial de la estrategia del Gobierno, que sigue convencido de que no es necesario activar el nivel 3 de alerta, que implicaría que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, se hiciera cargo de la gestión de la crisis en la comunidad donde se decretase, como ocurrió con ocho autonomías durante el apagón. De momento, además, ninguna comunidad lo ha solicitado.
En lo que está centrado el PP es en exigir al Gobierno un despliegue del Ejército mucho mayor que el actual. Es el mensaje que comparten Feijóo y los presidentes de las tres comunidades más castigadas, Alfonso Rueda (Galicia), Alfonso Fernández Mañueco (Castilla y León) y María Guardiola (Extremadura), así como la jefa del Ejecutivo de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. El Ministerio de Defensa, tratando de desmontar esta ofensiva que el Gobierno considera falta de “rigor”, informó este sábado de que tenía 1.400 efectivos de la UME en combate directo con el fuego y otros 2.000 en misiones de apoyo. Además, fuerzas del Ejército del Aire han realizado en lo que va de semana más de mil descargas de agua, según el departamento que dirige Margarita Robles.
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