La nueva alcaldesa de Carrascal de Barregas obliga a tres concejales del PP y dos del PSOE a devolver 8.000 euros de gastos en bares y en gasolina
Noelia Merino (PSOE), sin experiencia política, elegida tras un voto de censura, promovió la investigación de los gastos entre 2019 y 2023


Hay comilonas de chuleta de vaca madurada, vino caro o 15 cervezas en el bar del pueblo. También otros homenajes de 12 botellines y pinchos a mansalva. Litros y litros de gasolina. Los tres concejales del PP y dos del PSOE de Carrascal de Barregas (Salamanca, 1.400 habitantes) vivían como marajás a costa de fondos asignados para gastos de representación que dilapidaban en cenas, merendolas y viajes varios. Rara vez conservaban los tiques, difíciles de justificar, por estos supuestos desembolsos derivados de su acción municipal. Tras una moción de censura y la marcha de algunos concejales de ambos partidos, Noelia Merino (PSOE), ajena a los vicios de la política y sin experiencia, se encuentra aupada a la alcaldía. Con un Pleno renovado, consigue que se investigue los gatos y se obligue a los concejales derrochadores a devolver los casi 8.000 euros dilapidados en lujos durante el mandato anterior (2019-2023). Entre esos dispendios, hay múltiples tiques de 2.300 euros en un mismo establecimiento o 715 euros en gasolina en un solo mes.
Las corruptelas, según fuentes cercanas al caso, se ejecutaban mediante la connivencia de los ediles del PP, al mando, y del PSOE, en la oposición. Las investigaciones han considerado probado que los políticos locales se repartían “en mano” ese dinero municipal y no justificaban los desembolsos; si acaso, de forma vaga, con un “libro mayor” donde apuntaban conceptos vagos, pero sin desgranar más detalles. El nuevo Ayuntamiento de Carrascal de Barregas, liderado por Noelia Merino, ha comprobado que en esos cuatro años el grupo del PP obtuvo 5.889,2 euros contra los 2.037 euros de los socialistas.
La alcaldesa actual, del PSOE, no tiene experiencia política y está decidida a “hacer cosas diferentes”, dicen quienes conocen su voluntad, y eso ha implicado cargar contra las maniobras de sus excompañeros de siglas y los otros representantes del PP. Así, los nuevos concejales del PSOE se han unido a una concejala no adscrita, Isabel García Izquierdo, ex miembro de Vox e impulsora de la moción, y a otro munícipe de este partido, para impulsar que sus predecesores devuelvan las sumas despilfarradas.
Los tres cargos del PP, dos de los cuales estuvieron en la anterior legislatura y que han sido salpicados por los gastos, votaron en contra. El exalcalde, del mismo partido, dejó el ayuntamiento. Se ha incumplido la “obligación de rendición de cuentas y justificación de gastos inherente a la percepción de fondos públicos municipales”, detalla el acuerdo aprobado, y los implicados deberán asumir su responsabilidad y devolver lo disfrutado.
Noelia Merino ha explicado que no entendían “que fuese el pueblo el que tuviese que sufrir esos gastos”. “Al observar que no estaban justificadas las asignaciones”, indica, la concejala no adscrita Isabel García Izquierdo solicitó las justificaciones y devoluciones si no estaban acreditadas, lo cual ha sido finalmente probado, al estimar que el contenido no estaba justificado.
Una vez aprobada la medida, el portavoz del PP, Antonio Luis Rodríguez Santos, que ya era concejal durante el periodo analizado, ha presentado algunas pruebas, no así su homólogo del PSOE, Pedro Gallego, quien ya no está en la corporación. Los concejales del PP aportaron documentos con gastos de más de 2.300 euros en un mismo bar o facturas de gasolina de 715 euros en un solo mes, y eso que Carrascal está muy cerca de Salamanca ciudad, adonde podría haberse dirigido por motivos políticos o consistoriales. Todo a cargo del Consistorio de Carrascal de Barregas.
Fuentes conocedoras de estas investigaciones aseguran que el nuevo equipo municipal se encontró con una “deuda enorme” cuando accedieron al mando, en parte motivado por inmensos desembolsos en las fiestas patronales: se gastaron 160.000 euros en dos años pese a ser un municipio pequeño, de apenas 1.400 vecinos. El actual portavoz del PP, añaden, es un gran agricultor de Salamanca, que “tiene el dinero por castigo” y aun así formó parte de esta trama cuyas ramificaciones llegaron a la viuda de un exconcejal socialista fallecido: le llevaban sobres con el dinero que hubiera correspondido. La resolución consistorial establece que quienes paguen esas cuentas sean los concejales individualmente y no los grupos, al entender que se trataba de un caso personal más que partidista.
El “Diario de asignaciones del Grupo Popular”, al que ha accedido EL PAÍS, recoge mes a mes estos gastos de 2020, sin ningún tipo de comprobante y escritos a mano, especialmente gruesos en hostelería, y teniendo en cuenta las restricciones por el coronavirus. Ahí se plasman gastos en “taxis”, “gasoil”, “alojamientos” o “comidas de representación” en eventos de todo tipo, aunque no ligados unos a otros, sino simplemente apuntados por separado.
“Jornadas Comunidad Autónoma”, “Actos públicos varios”, “Reuniones Génova [sede madrileña del PP]”, “Reuniones alfoz PP”, “Reuniones PP Madrid”, “Reuniones Valladolid”, “Reuniones partido” o “Mítines nacionales” son algunos de los conceptos que aparecen en el Diario. Los tiques de restaurantes del portavoz del PP, Antonio Luis Rodríguez Santos, incluyen los ya citados 2.300 en varias comidas en un solo restaurante donde hay múltiples cuentas de hasta 180 euros con chuletones, entrecots, tartares de salmón, vinos, cervezas, croquetas, tablas mixtas, langostinos, solomillos, gambas, calamares, plumas ibéricas, postres, helados, copas y copas “premium”.
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