El PP obvia su peor pasado y convierte su congreso en un juicio a la corrupción en el PSOE
Aznar pone deberes a Feijóo pidiéndole más dureza y compromisos “explícitos”, mientras Rajoy saca pecho de su actuación ante el ‘caso Gürtel’

Pasaban unos minutos de las cuatro de la tarde cuando se apagaron de golpe las luces del plenario del congreso del PP. En la enorme pantalla tras el escenario apareció, sobre fondo negro y luz roja, Santos Cerdán. Después, junto al retrato del ex secretario de Organización socialista encarcelado fueron apareciendo otros: el de José Luis Ábalos, el de Koldo García, el de Jéssica R., el del hermano de Pedro Sánchez, el de Félix Bolaños... Las caras iban apareciendo en silencio, mientras los 3.200 compromisarios populares las recibían con silbidos.
La imagen con la que el PP arrancó su 21º congreso es el mensaje que los populares quieren lanzar este fin de semana en Madrid: el contraste entre un partido en problemas ―el socialista, según el PP, por la corrupción en torno al Ministerio de Transportes que dirigía Ábalos― y otro, el suyo, que está unido y listo para tomar el relevo. Un PP que se presenta como la opción regeneradora, aunque su último Gobierno fue desalojado de La Moncloa tras la condena al PP como partícipe a título lucrativo en la trama de corrupción del caso Gürtel.
Ese pasado reciente persigue al PP, con todavía muchos juicios pendientes, pero el partido defiende que ya ha pagado por sus pecados perdiendo el poder. El presidente que fue expulsado con la primera moción de censura exitosa, Mariano Rajoy, se permitió sacar pecho de cómo actuó contra ese problema. “Unos actuamos contra la corrupción y otros contra los jueces, los fiscales y la guardia civil”, defendió Rajoy ante el plenario del congreso, pese a que tardó tres años en echar a uno de los cabecillas de la trama corrupta, Luis Bárcenas, y cinco en pedir perdón.
El presidente que escribió “Luis, sé fuerte” al extesorero del PP condenado por la caja b del PP, y bajo cuyo mandato floreció el caso Kitchen ―por el que su ministro del Interior y su secretario de Estado están imputados por organizar presuntamente un grupo policial para intentar robarle a Bárcenas las pruebas del delito―, dio lecciones de combate a la corrupción. ”Se intentó enmascarar en una sentencia lo que era una historia de una ambición sin límites", dijo Rajoy sobre el fallo del caso Gürtel.
La otra imagen que el PP quiso representar en el arranque de su congreso, también como contraste con el PSOE, es la de los dos expresidentes del Gobierno del PP, José María Aznar y Mariano Rajoy, arropando juntos a Alberto Núñez Feijóo. “Nosotros sí que podemos invitar a todos nuestros expresidentes”, ironizó el presidente del congreso, Xavier García Albiol, en referencia a las críticas que Felipe González ha lanzado en los últimos días contra Pedro Sánchez, al que ha llegado a decir que no votará.
Feijóo consiguió esa foto, flanqueado por los dos expresidentes del PP. Pero Aznar no se limitó a darle su apoyo. Le puso deberes.
“La España sin muros exige de nosotros compromisos explícitos. Si pedimos un mandato claro, tenemos que ser claros en para qué pedimos el apoyo”, subrayó Aznar, pidiendo a Feijóo más contundencia y salir de la indefinición. La ponencia política que se aprobará en el congreso ha soslayado los asuntos espinosos para el PP, como el aborto y la eutanasia, y ha navegado en equilibrios para no vetar los acuerdos con los partidos independentistas.
El mensaje de Aznar entronca con la visión de un sector del PP, que cree que Feijóo “o es más fuerte y duro, o no llega” a La Moncloa, como resume un dirigente territorial. Con los datos de la última encuesta de 40dB. para EL PAÍS, el PP de Feijóo está en el 33% de intención de voto, no mucho más alto que la mejor marca del PP de Pablo Casado. “Y el equipo que propone no cambia la falta de entusiasmo”, apunta este dirigente, que concluye: “Feijóo será elegido candidato como una viuda, no como una novia”.

Los recados de Aznar sonaron como un déja vu para algunos de los compromisarios presentes en el pabellón de Ifema. “Esto ya lo viví yo”, resumía un alto cargo del equipo de Rajoy. Pero el discurso de Aznar, que además de los mensajes a la interna se dedicó a dibujar un relato apocalíptico de la España de Pedro Sánchez, fue escuchado con un silencio sepulcral en el plenario, por su ascendencia en el PP. “Si negocias Presupuestos en una prisión, te asocias con presidiarios, y pactas amnistías con delincuentes, ¡no te extrañe acabar en la cárcel, porque ese es tu ambiente!”, clamó Aznar sobre el presidente del Gobierno.
Además de Aznar, el congreso del PP ofrece una derecha desacomplejada. En el cónclave se pueden comprar camisetas en las que se lee “fachosfera”, y carteles que dicen: “Muy españoles y mucho españoles”. El merchandising, a cargo del PP de Madrid, que se encarga de la organización, incluye carteles que dicen “No soy presidente porque no quiero”, “Muchas cosas buenas empiezan con F” o “Buenas, son las cinco y no he comido”.
Este viernes, en la primera jornada, el PP anunció el resto del equipo que acompañará a Feijóo en la nueva dirección que sale del congreso. El mejor resumen del equipo lo hizo el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, cuando llegó al pabellón y saludó a Miguel Tellado, flamante secretario general y secretario de organización: “Todo el poder para ti”. El ex secretario de Estado de Presupuestos con Rajoy, Alberto Nadal, es el principal fichaje. Será el nuevo vicesecretario de Economía del PP. Feijóo ha mantenido a Borja Sémper como portavoz del partido y a Elías Bendodo como vicesecretario, y al final, aunque Génova pretendía un cambio en la portavocía del Senado, Alicia García fue refrendada.

Toni Nadal, tío de Rafa Nadal, había dado antes un consejo sobre el equipo al líder del PP. El entrenador del más célebre tenista español protagonizó una charla con la vicesecretaria Noelia Núñez, como invitado estrella, tan escuchado como Aznar. “Un buen líder tiene que saber escuchar”, aconsejó Nadal. “El jefe paga para escuchar lo que quiere oír. Espero que Alberto no lo haga. Es un grave error”.
Pero el congreso del PP, en realidad, solo tiene un objetivo, como resumía un compromisario con experiencia de Gobierno: “Se trata de decir: estamos preparados, somos gente de fiar”.
Eso, y el contraste con la situación actual del PSOE, aprovechando que los socialistas se reúnen a la vez en un comité federal tenso por el caso Cerdán. El presidente del comité organizador del congreso, Alfonso Serrano, lo resumió en su discurso de bienvenida a todo el poder popular congregado en Ifema: “El PSOE ha querido celebrar mañana su Comité Federal. Les damos las gracias por permitir que se proyecten esas dos imágenes. La de un proyecto unido y cohesionado bajo el liderazgo de Alberto Núñez Feijóo. Y, por otro lado, un proyecto roto y a la deriva”.













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