Álvaro Uribe critica a Juan Manuel Santos por asistir a los actos fúnebres de Miguel Uribe
El expresidente de derecha y su partido, el Centro Democrático, acusan de hipocresía a su sucesor en el Gobierno. Quien firmó la paz con las extintas FARC insta a dejar atrás el odio

Varias figuras de la política colombiana asistieron al Capitolio Nacional este lunes, el primer día de la cámara ardiente del senador opositor y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, quien fue abaleado el pasado 7 de junio en un mítin electoral. Entre ellos estaban el expresidente Juan Manuel Santos, su esposa, María Clemencia Rodríguez, y su hijo Esteban. Su presencia, en una jornada reservada para familiares y amigos cercanos, fue vista como una provocación por rival y mentor político del político asesinado, el derechista Álvaro Uribe Vélez, quien estuvo ausente, pues cumple una condena de prisión domiciliaria por soborno y manipulación de testigos. “En esta hora de dolor aumenta mi tormento ver en la pantalla de la distancia la hipocresía de Santos, que devolvió el poder a los criminales”, escribió la figura de referencia de la derecha colombiana en su cuenta de X.
Santos, que fue cercano a Uribe Vélez, terminó en sus antípodas políticas por cuenta de su decisión de firmar la paz con la extinta guerrilla de las FARC. Horas antes de los actos fúnebres se había pronunciado en redes sociales: “En estos momentos tan difíciles para el país, es muy importante mantener la calma, la prudencia y la moderación”. El exmandatario llegó al Congreso sobre las 9 de la noche. Saludó a Miguel Uribe Londoño, padre del senador del Centro Democrático, el partido que fundó y lidera Uribe Vélez. Fue entonces cuando el expresidente antioqueño criticó al bogotano y éste le respondió con una invitación a la calma: “Expresidente Uribe, lo invito a dejar atrás el odio. Hoy, más que nunca, el país necesita grandeza y ejemplo de ambos”.
Sin embargo, sus palabras no calaron bien en el uribismo. El Centro Democrático, que tiene como director al exsenador Gabriel Vallejo Chujfi, la respondió oficialmente vía X. “Usted traicionó el proyecto político y al líder que lo llevó a la Presidencia, y desde entonces lo ha atacado con cinismo, tanto en público como en privado, incluso horas antes de un juicio injusto contra un hombre cuya inocencia ha sido demostrada”, se lee, en referencia a la reciente sentencia al expresidente Uribe. Vallejo se pronunció en un sentido similar ante los micrófonos de los medios, y Uribe lo hizo por X, desde la casa en Rionegro, Antioquia, en la que cumple su condena en primera instancia. “No llore por Miguel que usted tiene bastante culpa. Y para consolidar la entrega del país al narcoterrorismo usted se hizo elegir con la trampa, la mentira y el dinero corrupto de Odebrecht”, escribió, y también tildó a Santos de hipócrita. Hasta el momento, Santos ha jurado silencio ante los insultos.
Aunque Santos ha sido crítico del Gobierno de izquierda de Gustavo Petro, el uribismo señala a los dos políticos a partir de la tesis de que las disidencias de las extintas FARC conocidas como Segunda Marquetalia habrían ordenado el homicidio de Miguel Uribe Turbay. Es una hipótesis que no ha confirmado la Fiscalía pero que, divulgada por algunos medios de comunicación, se ha convertido en la más sonada. El presidente Petro, sin embargo, ha apuntado a otra disidencia, la de alias Iván Mordisco, sin pruebas al respecto. El mandatario, hasta el momento, no ha asistido a las honras fúnebres. “En un gobierno progresista, amante de la vida, ha ocurrido un atentado con trágico final contra un senador de la oposición. Sus causas, aún en averiguación, marcan por ahora, un camino muy diferente al que inicialmente y de manera prejuiciada, se insinuó”, escribió en sus redes sociales este lunes. Ha sido, hasta ahora, su único pronunciamiento por el fallecimiento tras el atentado que conmocionó al país.
La pelea política entre Uribe - Santos tiene una larga historia. El bogotano fue ministro de Defensa durante la presidencia de Uribe Vélez (2002-2010), y uno de los rostros más visibles de su cuestionada política de seguridad democrática. Pese a no ser del círculo íntimo del entonces popular mandatario, Santos le ayudó a organizar su primer partido, La U, y luego logró convertirse en su candidato a sucederlo. Tras la victoria, Santos se negó a ejercer un continuismo ciego, designó en su Gabinete a políticos críticos de Uribe y abrió los diálogos de paz, lo que marcó una ruptura definitiva que se mantiene como un enfrentamiento público. El uribismo no solo señala a Santos de traidor, sino que lo acusa de haberlo vencido en las elecciones de 2014 gracias a un fraude y al dinero de la corrupta multinacional brasilera.
Uribe ha sido el principal opositor del Acuerdo de Paz con la otrora guerrilla, firmado en 2016, al que señala de otorgar impunidad a los excombatientes que dejaron las armas y comenzaron una vida civil. Los constantes choques han tenido picos de tensión en coyunturas electorales y judiciales, como el proceso judicial por el que Uribe Vélez fue condenado a fines de julio. En febrero pasado, el líder de derecha señaló a su sucesor de ser “cínico, solapado”, y dijo que por años engañó al uribismo “posando como el gran enemigo del castro-chavismo, pero después los utilizó para entregar el país a las FARC”.
Santos respondió con un video en el que le contesta que ha soportado 14 años de calumnias y que prefiere no responderle más: “nada más patético que los expresidentes peleando”. Pero no dejó de hacerlo en esa ocasión. “Usted sigue aferrado al poder y necesita pelear para mantenerse vigente”, le dijo y contestó a cada una de las acusaciones. Las diferencias entre los exmandatarios ha marcado buena parte del rumbo político en Colombia durante los últimos 15 años.
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