México se entrega a San Verstappen, a los Ferrari y abuchea a Norris

México tiene la fama de ser un gran anfitrión en cualquier evento masivo. Bien puede acoger a Taylor Swift, Oasis, Bad Bunny, Dua Lipa o incluso a toda la parrilla exclusiva de la Fórmula 1. Los aficionados se entregan al completo cuando se trata de recibir a esas grandes artistas o grandes héroes deportivos. Los miman, los apoyan y alientan, salvo que hayan herido el orgullo de uno de los suyos. Eso le tocó a Lando Norris, líder del campeonato de pilotos y ganador del Gran Premio mexicano, quien se marchó abucheado.

Norris ganó de forma contundente el GP de México con una diferencia de más de 30 segundos de diferencia sobre el segundo lugar, Charles Leclerc de Ferrari, y unos cuantos más sobre Max Verstappen, el tetracampeón del mundo. El dominio del piloto de McLaren estuvo patentado desde que ganó la pole position el sábado. En la pista no hubo quien pudiera ponerle en aprietos. El espectáculo lo pusieron los Ferrari de Leclerc y Lewis Hamilton, a quien la afición apoyó y le mandaba mensajes de apoyo por el fallecimiento de su perro Roscoe. También un buen showman era Max Verstappen, quien desde el quinto lugar quiso escalar a la punta en una agresiva maniobra. Peleó todo el tiempo hasta alcanzar un tercer lugar y pudo pelear por el segundo puesto, pero un incidente ajeno le impidió aprovechar las últimas dos vueltas en el Autódromo Hermanos Rodríguez.

Tras la carrera, Norris fue entrevistado por el personal de la F1 en plena pista del Estadio GNP. Ahí la gente poco a poco fue encendiendo el volumen de los abucheos. “No sé por qué [lo hicieron] para ser honesto”, contó minutos después en conferencia de prensa. “Los aficionados puede hacer lo que ellos quieran, tienen el derecho de hacerlo si es que quieren hacerlo. Así que, pienso que así es el deporte a veces”, mencionó.

Hay dos formas de entender la reacción mexicana. La primera se remite a las últimas dos temporadas en las que Lando Norris lanzaba críticas hacia el ídolo de México, Checo Pérez, a quien juzgaba por ganar siempre a bordo del Red Bull, algo que el propio Norris podría hacer. “Verstappen no tiene a nadie que le esté presionando, no tiene a nadie que esté probando otras cosas con el coche”, dijo el británico en 2024. Comentarios así calaron entre los fans más puros de la F1 en México. Otro motivo es el que, según para los aficionados, McLaren le favorece más a él que a su compañero Oscar Piastri, quien tras el GP de este fin de semana perdió el liderato del mundial.

“No puedo dejar de reír cuando soy abucheado. Creo que eso lo hace un poco más entretenido para mí, así que sí, que ellos sigan haciéndolo si quieren hacerlo”, dijo Norris, quien ya vivió una experiencia similar este año en Monza, en Italia.

Entre las butacas del circuito había aficionados con imágenes religiosas con el rostro de Verstappen, quien ha ganado cinco veces en México. Esa misma moda la habían usado antes con Checo Pérez y este año tenía cierto sentido porque el neerlandés aún tiene posibilidades de pelear por el campeonato en una temporada en la que su auto es incontrolable. Aunque el talento y la agresividad sigue intacta por parte del piloto de Red Bull. Aún quedan cuatro fechas para el fin del año. Verstappen se quedó con el cariño de la gente, Norris con cierto desasosiego.