Alternativas a los deberes para que los niños aprendan en vacaciones (y sin pantallas): aprender a sumar cocinando o visitar un museo
Tan válido es repasar los contenidos del curso durante el verano como no hacerlo, pero para los que optan por lo segundo, hay que tener en cuenta que no se trata de imponer un cuaderno de repaso tedioso, sino de ofrecer una opción que motive y enriquezca su aprendizaje


Las vacaciones escolares ya están aquí, hace días que los niños no van al colegio y llega el momento de pensar en qué hacer con tanto tiempo libre. Durante más de dos meses los menores no acudirán a clase y es aquí donde aparece la duda de si ofrecer o no actividades y deberes para que estos repasen el contenido dado durante todo el curso escolar. Muchos padres se preguntan: “¿Se olvidarán de la materia?”, “¿se acordarán de las tablas de multipolar en septiembre?“, “¿y si cuando empiecen el nuevo curso no recuerdan cómo leer?“.
Todas estas cuestiones son un planteamiento común en las familias y, por ello, habrá quienes escojan repasar los objetivos del curso a través de libros o cuadernos de actividades. Otros, deciden desconectar hasta septiembre, y ambas opciones son válidas y respetables.
¿Es positivo que todos los niños realicen deberes en verano?
La realidad es que no existe una única respuesta adecuada, ya que todo dependerá del niño, de sus necesidades y del contexto o el estilo educativo familiar. No es lo mismo el menor que se queda a cargo de un familiar o un conocido durante varias horas al día, que el que acude a un campamento o el que puede estar con sus progenitores durante todo el verano.
Sin duda, el contexto interfiere mucho en la decisión escogida, ya que el tiempo libre del pequeño variará según esté programada su rutina diaria y también habrá que tener en cuenta la organización familiar y las opciones de conciliación de esta.

Si se opta por el repaso de contenidos, una excelente estrategia es integrarlos a través del juego y de las actividades de la vida diaria. Este es el principal motor de aprendizaje a lo largo de la infancia. Si se logra que los conocimientos adquiridos sean accesibles a través de actividades lúdicas, se habrá alcanzado un objetivo fundamental: el aprendizaje significativo a través de la puesta en práctica, es decir, la adquisición de un objetivo a través de un ejemplo funcional, que le es útil y a su vez lo emplea de manera significativa en su día a día.
Por ejemplo, si un niño ha comenzado a sumar durante el curso, esta habilidad puede practicarse en tareas cotidianas como en la elaboración de una receta al sumar los pesos de los ingredientes, o a la hora de ir a la compra comparando precios o sumando el importe de cada producto de la lista para conocer el total. De este modo, el pequeño percibe que lo aprendido no es solo un concepto abstracto o un objetivo curricular, sino que tiene una función útil y es aplicable y necesario en su día a día.
Educación Infantil vs Educación Primaria
En la etapa de Educación Infantil, el objetivo primordial debe ser fomentar el juego libre, donde el niño experimente, descubra el entorno, a sus iguales, disfrute de la naturaleza, de las diferentes texturas, del juego simbólico o la creatividad. El tiempo en familia, cantar canciones, leer cuentos, bailar, jugar a juegos de mesa o saltar son actividades esenciales que favorecen infinidad de aprendizajes y nuevos conocimientos.
Durante la etapa de Educación Primaria los niños poseen una curiosidad incesante por aprender sobre nuevos temas, queriendo investigar el porqué de las cosas con un entusiasmo, una ilusión y una motivación intrínsecas que hay que acompañar y seguir potenciando. El adulto que le acompaña tan solo debe ser guía y aliento de este aprendizaje, poniendo a su alcance las herramientas que el niño necesite para continuar motivando su experiencia. En ocasiones la visita a un museo puede ser el apoyo necesario a dicho aprendizaje o puede ayudarle un cuaderno de actividades donde poder repasar de manera atractiva aquello que haya aprendido en el curso escolar o que precise reforzar.
No se trata de imponer un cuaderno de repaso tedioso, lleno de tareas repetitivas o fichas, sino de ofrecer una opción que motive y enriquezca su aprendizaje. Sobre todo, se trata de ofrecer un repaso a los contenidos desde un enfoque atractivo, que motive el aprendizaje del niño y su interés por adquirir nuevos conocimientos, siendo el adulto quien busque el método del éxito para el menor en sí, y no este quien se adapte a métodos genéricos poco estimulantes, divertidos o apetecibles. Brindar diferentes materiales también favorece la desconexión de los niños hacia las temidas pantallas, que en este periodo estival también ganan protagonismo porque el aburrimiento da lugar a una mayor sobredemanda.
Si, por el contrario, se escoge desconectar durante estos meses y no realizar deberes de ningún tipo, hay que tener en cuenta que las primeras semanas de clase servirán de repaso del curso anterior y siempre se emplean para este fin. Es fundamental recordar que los aprendizajes que se adquieren a lo largo de un periodo de tiempo prolongado no se olvidan en unas semanas y que, a su vez, el cerebro necesita pausas y descanso para consolidar el conocimiento y aprender de manera efectiva. Y por último, es significativo recordar que el objetivo principal del verano debe ser el de disfrutar y seguir aprendiendo, desde la diversión y la experiencia, ya que septiembre llegará pronto y la rueda de la rutina comenzará de nuevo a girar.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
