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La protagonista de la ‘Kiss Cam’ de Coldplay que dio la vuelta al mundo deja su trabajo

Días después de la dimisión del director ejecutivo de Astronomer, la jefa de recursos humanos con la que aparecía en el vídeo viral también sale de la compañía

Broma de Chris Martin ‘Kiss Cam’

“Uy mira a esos dos: O están teniendo una aventura o son muy tímidos”. Chris Martin, líder de Coldplay, acertó a la primera cuando la Kiss Cam (cámara de los besos) de un concierto en Boston enfocó a un hombre y una mujer que pasaron en un instante de estar abrazados al “tierra, trágame” tras verse en pantalla gigante. Una asistente al concierto captó el momento, lo subió a TikTok, se convirtió en uno de los grandes virales globales de la historia de las redes sociales y, pasados unos días, las consecuencias para ambos no son solo personales, también laborales.

La directora de recursos humanos de la compañía tecnológica Astronomer, Kristin Cabot, ha renunciado a su cargo. Lo ha hecho casi una semana después de que Andy Byron, director ejecutivo de la empresa, presentara su dimisión tras hacerse viral el vídeo en que fueron captados juntos. El clip que viralizó el momento suma más de 127 millones de visualizaciones y fue compartido después en incontables cuentas de redes sociales y en medios de comunicación de todo el mundo.

“Kristin Cabot ya no trabaja en Astronomer, ha renunciado”, indicó a CNBC un portavoz de la compañía. El eco viral ha generado una gran conversación en redes sociales sobre las políticas de algunas empresas sobre las relaciones personales de sus trabajadores.

Después de que la empresa anunciara que iba a abrir una investigación —“se espera que los directivos cumplan los requisitos tanto de conducta como de rendición de cuentas, dijo en un comunicado—, Byron renunció el pasado sábado, 19 de julio, seguido ahora por Cabot, y sus nombres fueron eliminados de la página web de la compañía. Tras el escándalo suscitado, Pete DeJoy, director ejecutivo interino de Astronomer, escribió en una publicación a principios de esta semana que la reciente e inesperada atención nacional ha convertido a la empresa en “un nombre familiar”.

“Impresiona la naturalidad con la que aceptamos que los dos amantes del verano hayan sido expuestos a todo el planeta por la cámara de un concierto”, escribe Manuel Jabois en su columna La semifascista ‘kiss cam’ de Coldplay. “¿Qué le importa a una empresa con quién se acuestan sus ejecutivos? ¿Qué puritanismo faccioso es este?“, apunta Sergio del Molino en Madame Bobary en un concierto de Coldplay.

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