Jessica Bouzas, en pleno crecimiento, descubre la segunda semana de un grande
La gallega, de 22 años, supera a Yamstremska (6-1, 2-6 y 6-3) y consolida su evolución hacia los octavos, presente ya entre las 50 más fuertes del circuito


Dice Matt, periodista de Tennis Channel que, ahora sí, esto es Londres. Se ha fugado el sol, sopla el viento, predomina el gris y, conforme se acerca la tarde, crece el fresquito. Reaparece la de casi siempre, claro: llegó la lluvia. Y, tal vez sintiéndose como en casa, en esa terra galega que tanto echa en falta porque con 13 años se trasladó a Xàbia (Alicante) y desde hace dos reside en Madrid, Jessica Bouzas cobra inspiración en la pista 14 y rompe su techo en los grandes escenarios al sortear la barrera hacia los octavos de Wimbledon, donde hace un año se presentó al mundo con un pelotazo al derrotar a la campeona de la edición anterior, Marketa Vondrousova. Cae esta vez Diyana Yamstremska por 6-1, 2-6 y 6-3, tras 1h 21m.
Significativo salto para ella, tenista de paso corto pero firme. A sus 22 años, Bouzas, natural de Vilagarcía de Arousa, descubrirá qué supone adentrarse en la segunda semana de un gran torneo y, virtualmente, qué se siente al figurar entre las cincuenta más fuertes del circuito. Es decir, en un intervalo de solo un año, la tenista española ha dado un salto exponencial que cobra brillo en Londres, donde ya no queda más representante que ella en el cuadro femenino, toda vez que ya fueron eliminadas la catalana Paula Badosa (primera ronda) y la cántabra Cristina Bucsa (segunda). Sobre una ola de confianza y afinada, afrontará el lunes un reto superior contra la 19ª del mundo, la rusa Liudmila Samsonova (6-2 y 6-3 a Daria Kasatkina).
Llegará Bouzas al cruce cargada de buenos argumentos, habiendo superado a Ella Seidel y Sofia Kenin en las dos estaciones previas y ahora Yamstremska, presa esta de la aceleración y finalmente acorralada por los duros raquetazos de la gallega. Ese es su tenis: persistir, resistir, entrar en la cabeza de la otra. Son ganas y más ganas. Su solidez ha ido aupándole hacia cotas mayores y aportándole poco a poco cartel a nivel nacional, habiéndose convertido en la mejor escudera para una Badosa pendiente de su espalda y a la que le hacen faltan aliadas. Ahí está Bouzas, que levanta la mano y oposita. Se había quedado tres veces a las puertas de los octavos, que ahora ya saborea.
No pudo conseguirlo el curso pasado en Londres ni luego en Nueva York, tampoco este en París; pero sí ahora, más pulida y con la pretensión de ir explorando nuevos límites. Su propuesta rocosa y su férrea voluntad de seguir creciendo se han convertido en un muro para las rivales, que encuentran enfrente una tenista que no admite la rendición. Lo comprueba este sábado lluvioso Yamstremska, quien amaga con levantarse tras el parón —alrededor de dos horas— y finalmente claudica. De este modo, Bouzas ingresa en el listado de representantes femeninas que accedieron a los octavos en el All England Club. Se suma a las predecesoras Arantxa Sánchez Vicario (9), Lili Álvarez (6), Conchita Martínez (5), Badosa y Carla Suárez (3), Garbiñe Muguruza y Magüi Serna (2) y Virginia Ruano (1).
Nole y Sinner, dos misiles
Circunstancialmente, la baja de Badosa le concedió en abril el liderazgo del equipo de la Billie Jean King Cup en la cita clasificatoria en Ostrava (República Checa). Y allí, bajo la confianza de Suárez, Bouzas no titubeó. Dos de dos frente a adversarias con un ranking superior. Para el recuerdo la muesca de hace un año en La Catedral, cuando fulminó a la checa Vondrousova, sexta del mundo entonces, y también reseñable el rotundo triunfo contra la estadounidense Emma Navarro, novena, hace poco más de un mes en Roland Garros (6-0 y 6-1). Es decir, personalidad. Pero no le basta. Dice la pontevedresa que se lo cree y que no quiere cerrarse puertas, no se pone límites.
“No, claro que no. Esto no me vale…”, contesta. “No quiero quedarme solo en esto, quiero más y mantengo la ambición. El tenis es un deporte de muchas semanas, así que tienes que ser muy estable y ahí es donde se notan las grandes jugadoras; yo, al final, quiero seguir trabajando para poder alcanzar ese nivel. Obviamente puede haber semanas buenas y otras no tanto, pero mi objetivo principal es encontrar ese nivel en algún momento”, prolonga la octavofinalista, quien una vez completado el proceso de integración a la élite, de un año aquí, confía en conservar la línea ascendente y, “por qué no”, optar a logros mayores.

Su avance se solapa prácticamente con la caída de Pedro Martínez, expuesto el valenciano a las inclementes ráfagas que despide la raqueta del número uno, Jannik Sinner: 6-1, 6-3 y 6-1, en 1h 55m. Cuando solo han transcurrido cinco juegos, el español llama al fisio por las molestias en el hombro. Continúa y pelea, que no es poco. “Todos mis respetos hacia él. No podía sacar y, en esta superficie, si no puedes sacar no es fácil jugar”, aprecia el italiano, viento en popa. En dirección a la cita de los octavos con el búlgaro Grigor Dimitrov, tan solo ha cedido 17 juegos, por lo que se apropia del récord que ostentaba el suizo Roger Federer (19) desde 2004. Hasta aquí, en su línea: un misil.
Junto a Martínez se despide Jaume Munar, vencido por el veterano Marin Cilic (6-3, 3-6, 6-2 y 6-4), y a ese centelleante ritmo al que viaja Sinner a media tarde se suma en el último turno de la central Novak Djokovic. El serbio, de 38 años, finiquita sin sobresaltos el compromiso ante su compatriota Miomir Kecmanovic (6-3, 6-0 y 6-4) y canta la victoria 100 en el torneo londinense, previo paso al duelo con Álex de Miñaur (6-4 7-6(5) y 6-3 a August Holmgren). Hasta ahora, solo había podido alcanzar la cifra centenaria en Roland Garros (101); en Australia está a un solo paso (99) y en Nueva York recuenta 90 victorias. Por si había alguna duda, Nole va a por todas en Londres.
OCHO AÑOS, OCHO NUEVAS CAMPEONAS
El cuadro masculino ha perfilado unos octavos en el que pesan la experiencia. En concreto, 12 de los 16 clasificados superan los 25 años y cinco de ellos la treintena. Ninguno más veterano que Djokovic, quien tras haberse dejado un set en el estreno, ha ido elevado notablemente el tono.
Al balcánico, heptacampeón del torneo, se le ve en plena forma y sigue postulándose, a la vez que mira de reojo la progresión de Sinner porque ambos podrían chocar en las semifinales. Hasta ahora, solo Federer (105) era centenario en el major inglés.
Por otra parte, las eliminaciones de Elena Rybakina y Barbora Krejcikova, esta última defensora del título, confirman que, por octavo año consecutivo, el torneo entronizará a una nueva ganadora. Desde 2017, cuando triunfó Garbiñe Muguruza, novedad tras novedad.
A la española, ya retirada, le sucedieron Angelique Kerber, Simona Halep, Ashleigh Barty, Rybakina, Marketa Vondrousova y Krejcikova. La última tenista que logró revalidad el título fue la estadounidense Serena Williams, entre 2015 y 2016.
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