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Cata Coll, del hospital a ser la heroína ante Alemania

La portera, en su segundo partido en el torneo, es decisiva con tres grandes paradas

Una de las paradas de Cata Coll en los últimos instantes del tiempo reglamentario.
Alemania GER
0
España ESP
1
Aitana Bonmatí 112'
Finalizado

A Cata Coll le va la marcha. La portera del Barcelona debutó en la Eurocopa en los cuartos de final tras haber superado una amigdalitis que le hizo visitar el hospital de Berna tras el primer partido de España en el torneo contra Portugal. Ante Suiza, protagonizó un par de paradas que sostuvieron a la selección femenina española hasta que Athenea del Castillo desencalló el encuentro. Y en las semifinales contra Alemania se vistió de heroína para rescatar al conjunto de Montse Tomé y lanzarlo a la final del domingo contra Inglaterra.

Hace unos días, confesaba que lo de la amigdalitis “había sido una faena” —por no reproducir sus palabras exactas—, pero que así era el fútbol. Durante la fase de grupos, Tomé elogió su espíritu de equipo. En un ejercicio de responsabilidad, la guardameta mallorquina dio un paso al lado y Adriana Nanclares ocupó la portería de España durante los partidos ante las portuguesas, Bélgica e Italia. Cuando se recuperó del todo, la seleccionadora asturiana volvió a apostar por ella.

Lo hizo en el mencionado partido contra Suiza y frente a Alemania. Hubo tres paradas que se sintieron como tres goles a favor: todos en la recta final del encuentro. En su primera salvada, sacó con la rodilla un fuerte disparo de Klara Bühl. En la segunda, tras evitar el gol en un disparo lejano que se acabó envenenando, se recompuso y se volvió a disfrazar de muro desbaratando el remate de Wamser —prácticamente, a bocajarro— a saque de esquina. La tercera se la guardó para el minuto 116 de la prórroga: volvió a repeler a córner otro potente disparo de las alemanas.

Fue, precisamente ella, con la ayuda inestimable de la mejor jugadora del mundo, Aitana Bonmatí, la que salvó a España de la tanda de penaltis. Antes del encuentro, Cata le confesó al diario Sport que le gustaría tirar un penalti. Ya lo había dicho en un entrenamiento y había añadido, para más inri, que le gustaría lanzar el quinto. A Montse Tomé, poco amiga de las emociones fuertes, le preguntaron en la rueda de prensa previa a las semifinales sobre las declaraciones de su portera y solo le salió decir: “Ya la conocéis, Cata se apunta a un bombardeo”.

En el Mundial de Australia y Nueva Zelanda le pasó algo similar, pero por causas diferentes. Jorge Vilda, el seleccionador nacional por aquel momento, decidió quitarle la titularidad a Misa Rodríguez (la portera del Real Madrid) y otorgársela a ella. La portera mallorquina debutaba en una gran cita con España y confesaba no creérselo cuando le dieron la noticia. En su día, fue una de las apuestas más arriesgadas de la convocatoria para la cita mundial porque venía de recuperarse de una rotura del ligamento anterior cruzado de la rodilla izquierda, a finales de febrero de 2022. Avalada por el cuerpo técnico del entrenador madrileño, la incluyeron en el equipo y acabó siendo clave.

Al final del partido, todas las futbolistas de España, sin excepción, se abalanzaron sobre ella. Los que mejor la conocen cuenta que es pegamento, que no se le quita la sonrisa por nada del mundo. Quienes comparten vestuario con ella comparten el mismo sentimiento: es un seguro de vida. Y lo demostró en el momento más importante, para salvar a España ante una Alemania a la que nunca había ganado hasta ahora, para evitar esos penaltis en los que quería participar como lanzadora, y para mantener vivo el sueño de la selección de coronarse este domingo como campeonas de Europa.

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