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España se despide con medalla y mirada firme

Las Guerreras del Agua conquistan el bronce en el Mundial tras imponerse 13-12 a Estados Unidos, en otro ejercicio de madurez competitiva

Bea Ortiz en acción ante Estados Unidos este miércoles.

No hubo redención completa, pero sí una respuesta rotunda. La selección española femenina de waterpolo cerró su participación en el Mundial de Singapur subiéndose, una vez más, al podio. Las Guerreras del Agua derrotaron por 13-12 a Estados Unidos en el partido por el tercer puesto y conquistaron el bronce con una mezcla ya habitual de talento, temple y sentido colectivo. Una victoria que reafirma su estatus entre las grandes potencias del planeta, días después del tropiezo ante Hungría que las alejó de la final soñada.

España fue mejor. Lo fue desde el principio, cuando imprimió ritmo y encontró puerta con facilidad. Anni Espar, Daniela Moreno, Ari Ruiz y Paula Prats firmaron un primer parcial ilusionante (4-2), ante una selección norteamericana que hace tiempo que dejó de asustar. Las de Jordi Valls, recién aterrizado en el cargo, marcaron el tono desde la defensa y supieron manejar la ventaja como un equipo que ya ha visto mucho.

El encuentro no fue plácido. Estados Unidos, aunque lejos de sus años más dominantes, tiene pegada. Emma Lineback y Jewel Roemer ajustaron el marcador antes del descanso, pero España respondió con dos goles que valieron oxígeno: Espar y Bea Ortiz devolvieron los tres tantos de diferencia (7-4).

A la vuelta, más madera. Espar amplió la renta desde los cinco metros, y poco después se inventó un disparo seco, desde larga distancia, que entró como una sentencia. A la fiesta se sumó Carlota Peñalver, y aunque Elena Ruiz, la gran artillera del torneo, no marcó, el reparto de goles demostró que este equipo no depende de una sola figura.

Pero nada estaba decidido. Lineback apretó los dientes con tres goles y Estados Unidos redujo la ventaja a dos (11-9). El último cuarto fue un combate de nervios. Cada posesión era oro y cada gol, un alivio fugaz. Camus y Ortiz mantuvieron el colchón, pero Lineback volvió a golpear (13-12). A falta de menos de medio minuto, una recuperación española evitó el drama. Ni un fallo. Ni una grieta. El bronce era suyo.

Para Valls, esta medalla es la primera como seleccionador. Para el grupo, otra línea dorada en un palmarés que ya impresiona: seis podios en los últimos ocho Mundiales, además del reciente oro olímpico en París. Pocas selecciones mantienen ese nivel con tanta regularidad.

Estados Unidos, en cambio, se marcha con más dudas que certezas. Segunda decepción seguida tras la cuarta plaza en los Juegos. España, en cambio, se mantiene fiel a sí misma: un equipo que juega con memoria, pero también con futuro. Singapur no fue perfecto, pero sí suficiente para volver a casa con una medalla al cuello. Y la mirada, firme, puesta en lo que viene.

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