Illa presiona a sus socios con la gratuidad de las guarderías para que apoyen los Presupuestos

El Govern de Salvador Illa quiere sí o sí tener Presupuestos el próximo año para no sufrir las limitaciones de este año y el desgaste de negociar con los grupos constantemente para aprobar tres suplementos de crédito -que suman casi 4.000 millones de euros- que le den algo de oxígeno y que le permitan tirar algún proyecto adelante para sacar pecho de la obra de gobierno. Para lograrlo, el Govern no escasea en gestos hacia sus socios de investidura -ERC y Comuns-, que a la vez son los firmes candidatos a sacar las cuentas de 2026 adelante. Este miércoles ha tenido lugar uno de estos gestos con uno de los temas que más sensibilidad y consenso levantan: la gratuidad de las guarderías.

El anterior Govern de ERC se marcó un gran tanto impulsando esta iniciativa en 2022, empezando por la etapa de Infantil2. La idea era extenderlo al resto de cursos de las escuelas infantiles, pero la falta de Presupuestos y el fin precipitado de la legislatura truncó su avance. El Ejecutivo de Salvador Illa quiere darle continuidad -por convicción y porque forma parte de uno de los condicionantes de ERC para investir a Illa-, pero también se topa con la falta de líquido para hacerlo.

Este miércoles, el Govern ha querido hacer un gesto, que también sirve de presión, hacia sus socios y la consejera de Educación, Esther Niubó, se ha reunido con los portavoces de ERC, Jordi Albert, y la líder de Comuns, Jéssica Albiach, para aprobar la constitución de un grupo técnico que “analizará la educación infantil de primer ciclo para afrontar el reto de su gratuidad y universalización”, ha asegurado el Departamento de Educación en un comunicado posterior al encuentro.

El grupo estará formado por 10 personas -Educación ha declinado publicar los nombres-, que durante tres meses estudiarán los diferentes elementos que forman esta etapa educativa, como la financiación, la gestión, el marco jurídico, la plantilla… Después de este periodo, el grupo presentará su propuesta para “promover la universalización y gratuidad” de esta etapa, aunque también debería servir de base para la redacción de la futura Ley del 0-3. Y es que, además de la gratuidad, el sector afronta otros retos importantes, y que ha generado protestas en los últimos años, como la reducción de las ratios, la ampliación de las plantillas y su reconocimiento profesional o establecer conciertos educativos con las escuelas privadas.

La gratuidad es más fácil de lograr, ya que solo harían falta los Presupuestos (aunque ello se ha convertido últimamente en una ardua tarea), pero otra cosa es la universalidad, es decir, garantizar que todo alumno que lo pida obtenga plaza. La gratuidad del Infantil2 hizo aflorar la demanda oculta de esta etapa, con familias que optaban por quedarse los niños en casa por no poder pagar los cerca de 400 euros que puede llegar a costar mensualmente (con comedor) una guardería. El problema es que no hay suficientes plazas públicas para todos. El Govern intentó ampliar la oferta, creando nuevas guarderías con la ayuda de los fondos europeos, pero la lentitud de los trámites y la falta de recursos para poderlas mantener en el futuro hizo perder gran parte de estos recursos.

Presión de los sindicatos

También han movido ficha de cara a la aprobación de los Presupuestos los principales sindicatos. CCOO y UGT han comparecido conjuntamente para solicitar al Govern que aumente en 3.600 millones el gasto social en las cuentas de 2026 respecto a 2023. En una rueda de prensa, los secretarios generales de ambas organizaciones han presentado sus propuestas y han defendido la necesidad de unos presupuestos “adaptados” al crecimiento económico actual. “Cataluña necesita unos nuevos presupuestos, y los necesita ya. No podemos seguir funcionando a través de una prórroga presupuestaria desde 2023 porque la economía y las prioridades han cambiado”, ha reclamado la secretaria general de UGT, Belén López.