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Jordi Valls, el formador que convirtió a España en capital mundial del waterpolo femenino

El nuevo seleccionador, que durante una década ejerció de ayudante de Miki Oca, afronta ante Holanda en cuartos el primer gran reto del equipo en los Mundiales de Singapur

Jordi Valls, seleccionador femenino de waterpolo, en el CAR Sant Cugat.
Diego Torres

España se ha convertido en la capital mundial del waterpolo femenino gracias a técnicos como Jordi Valls. Él no se da mucha importancia cuando explica el fenómeno. “Ha sido consecuencia de la sinergia de los clubes sociales con los centros de tecnificación como el CAR de San Cugat”, dice. El resultado es explosivo. De España y fundamentalmente de Cataluña, han surgido la última campeona olímpica y cinco de los seis equipos que disputaron las tres finales de la Champions femenina de waterpolo desde 2023.

Nadie conoce mejor las corrientes que Valls, quien como formador del centro de tecnificación de waterpolo femenino creado en 2002, impulsó la formación de adolescentes como Roser Tarragó, Ani Espar, Clara Espar, Laura Ester, Judith Forca y Maica García, pronto convertidas en la nueva ola que llevaría a España a la plata olímpica en 2012 y al inicio de un tsunami que no cesa. Nombrado seleccionador absoluto en marzo, Valls dirigirá hoy (14:30, Teledeporte) su primer gran duelo internacional: España-Holanda por un puesto en las semifinales del Mundial que se disputa en Singapur.

Nuestro modelo ha ido evolucionando. Pero seguimos la línea que se estableció para la selección masculina de waterpolo en la preparación de los Juegos de Barcelona

“Suceder a Miki Oca después de ganar el oro olímpico es una responsabilidad”, dice, sobre el cargo que hereda tras ocupar el puesto de ayudante del seleccionador durante más de una década. “Pero yo he estado formando parte de este proyecto. Me siento perfectamente partícipe de todo lo que hemos conseguido estos años. He trabajado con estas chicas desde muy jóvenes. Las conozco a todas y lo digo con la mano en el corazón: creo que ganar el oro en París no ha modificado la mentalidad ganadora de estas jugadoras y este grupo”.

Desde la federación identifican a Valls como el “arquitecto” de un modelo de captación y desarrollo de alevines que no deja de generar equipos competitivos. Ahí donde Miki Oca destacaba por su carisma y su arte para tomarle el pulso a la máxima competición —aprendido en su carrera como waterpolista profesional legendario—, Valls responde a un perfil científico. Nacido en Terrassa en 1977, se licenció en educación física por la INEF y entrenó equipos del fútbol base del Sabadell antes de que lo llamara el Terrassa para entrenar waterpolistas primero, y acabar ingresando en el centro de tecnificación del CAR, del que acabaría haciéndose responsable. En San Cugat, Valls estableció su cadena de montaje: detectaba a las más talentosas de clubes como el Sabadell, el San Andreu o el Mataró, y formaba grupos de chicas becadas que estudiaban y se entrenaban en el CAR durante la semana y se incorporaban a sus clubes para competir. Cuando Miki Oca asumió como seleccionador en 2010, se subió a una estructura en la que Valls ejercía de maquinista.

Valls compatibilizó su posición como ayudante de campo de Oca en la selección absoluta con la dirección del equipo júnior. Bajo su dirección España consiguió dos Mundiales júnior, en 2011 y 2021. De aquellas camadas se nutrieron los equipos que conquistaron la plata en los Juegos de Londres y el oro en París. A diferencia de los hombres, las mujeres suelen dar el salto a la máxima categoría antes de los 18 años, cuando acaban el proceso de tecnificación en el CAR, sin necesidad de curtirse durante más tiempo en sus clubes.

“Los clubes en Cataluña gestionan la mayoría de sus instalaciones y la captación de sus deportistas jóvenes”, explica. “Esto hace que la base trabaje con cierta tranquilidad y haya más inversión en los equipos absolutos que apuestan por traer jugadoras de alto nivel para competir en Europa. El modelo es propio. Ha ido evolucionando. Pero seguimos la línea que se estableció para la selección masculina de waterpolo en la preparación de los Juegos de Barcelona con la Residencia Blume. Ahora en toda España hay un centros de tecnificación por edades. En Cataluña lo tenemos en el CAR de San Cugat. Es un modelo mixto: entrenan y estudian aquí y siguen compitiendo con su club. En los clubes empiezan a jugar competiciones internacionales desde muy jóvenes. Es una estructura muy potente que nos ayuda a sacar jugadoras”.

Miki en los primeros años supo transmitir a las jugadoras su gen competitivo: ‘oye, podemos ganar a cualquiera; España debía competir con todos’

La renovación y la competencia interna es constante. Diez de las 14 seleccionadas nacieron después de 2000. Maica García, Pili Peña y Judith Forca, veteranas y líderes en París, ni se han retirado ni han acudido a Singapur. Poco a poco las relevan jóvenes como Martina Terré, Helena Ruiz y Nona Pérez, nacidas entre 2003 y 2004 y ya campeonas olímpicas que a su vez sirven de guías de las nuevas hornadas. Entran Ariadna Ruiz, Carlota Peñalver, Paula Prats, y la portera Mariona Terré, hermana de la primera portera, Martina, ambas sucesoras de la mítica Laura Ester.

Ahora el reto de Valls consiste en compatibilizar su conocimiento como entrenador y programador de ciclos con la orientación táctica y psicológica de la selección en la máxima exigencia. El Mundial de Singapur deja en sus manos el legado de Miki Oca, experto en navegar con calma las situaciones más turbulentas. “Miki en los primeros años”, dice el seleccionador, “supo transmitir a las jugadoras su gen competitivo: ‘oye, podemos ganar a cualquiera; España debía competir con todos’. La federación puso las herramientas para que todo eso pudiera conseguirse. Y a partir de ahí con su experiencia, con su conocimiento del waterpolo, supo generar que todo el grupo y los entrenadores tuviéramos una línea de trabajo en la que concentrarnos”.

La estabilidad de la transición está en juego en los cuartos de final del Mundial. Holanda es la primera piedra de toque.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.
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