El Villarreal se reafirma como una amenaza para el Barça y el Madrid
El ordenado equipo de Marcelino derrota al Getafe con dos genialidades de Buchanan y Mikautadze


El Villarreal, tan dubitativo en la Champions, cabalga ligero en la Liga, sin problemas para seguir el ritmo de los grandes, todavía a tiro en la clasificación después de 16 jornadas de Liga. El equipo de Marcelino, muy sólido en defensa y creativo en la definición, sumó su sexta victoria consecutiva ante un Getafe al que desnudó con un par de genialidades de Buchanan y Mikautadze, y que jugó casi toda la segunda parte con uno menos por la expulsión de Luis Milla. Los dos entrenadores aprovecharon el resultado para propiciar el debut en Primera de dos de sus jóvenes talentos: Carlos Macià y Hugo Solozábal.
El Submarino se confirma como el rebelde de esta temporada, el equipo que se mantiene, por delante del Atlético, al acecho del Barcelona y el Real Madrid. Muy pocos confían en una sorpresa al final de la Liga, pero el Villarreal, siempre tan ordenado, tan conjuntado, mantiene muy viva la ilusión de su afición con triunfos que le coronan como la alternativa al duopolio de los dos gigantes del fútbol español.
El Villarreal topó en la primera mitad con su principal complejidad de este curso: cristalizar su superioridad con goles. Su tejido defensivo es de lo mejor de la Liga, pero muchos días le cuesta embocar. El Getafe tuvo más claro cómo afrontar el partido en La Cerámica, aunque tampoco supo crearse ocasiones para romper la igualdad.
Se extinguía la primera mitad, que ya había dejado correr 49 minutos, cuando el balón cayó al flanco derecho del ataque del Villarreal. Marcelino ya rumiaba cómo entrar al vestuario y cambiar esta dinámica. Tajon Buchanan recogió el cuero en la esquina del área. El canadiense hizo un recorte hacia dentro y soltó un chut con la zurda imparable para David Soria.
La sentencia prácticamente llegó nada más reanudarse el partido. No fue el 2-0 sino la expulsión de Luis Milla. El árbitro, Mateo Busquets, hizo gestos sobre el campo de que fue por algo que le dijo el centrocampista del Getafe. Marcelino retiró poco después a Dani Parejo, que parecía haberse hecho daño en una acción, y aprovechó las circunstancias favorables para hacer debutar a un joven de 17 años: Carlos Macià. El mediocentro ilicitano, un pilar para David Albelda en el filial, se estrenó en el centro del campo y fruto de su impetuosa salida recibió una tarjeta amarilla en diez minutos.
La verdadera puntilla llegó mediada la segunda parte. El Villarreal había dejado que el Getafe reaccionara al golpe, que Arambarri intentara echarse el equipo a la espalda, que vinieran algunos arrebatos de puro orgullo competitivo. Lo dejó madurar. Hasta que Luiz Júnior cogió el balón en su área y lo pateó hasta la contraria, donde el georgiano George Mikautadze recibió un error en el despeje de Iglesias para sacarse de la chistera una vaselina suave, casi burlona, que voló sutilmente por encima de David Soria. El portero solo pudo seguir la trayectoria con la vista.
El Getafe parecía rendido con el 2-0 y un jugador menos sobre el césped de la Cerámica. Bordalás sabía que tenía que reaccionar y la única forma era meterle algo de energía al juego con tres cambios de una tacada para revitalizar a su equipo. En el tramo final, ya con el partido decantado, el técnico alicantino decidió también abrirle las puertas de Primera División a Hugo Solozábal, hijo de Roberto Solozábal, capitán de aquel Atleti del doblete en 1996. El chaval, de 22 años, centrocampista e ingeniero, había debutado en la Copa del Rey con el Leganés, pero esta temporada, ya en el Getafe, jugó 59 minutos coperos y ahora debuta en la Liga. Un estreno amargo.
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