El Bloque Metro, una sombra para la familia Uribe
El fallo a favor o en contra del expresidente el próximo lunes, acusado por la Fiscalía de sobornar testigos, es histórico para Colombia pero esconde una pregunta más de fondo: la verdad sobre uno de los bloques paramilitares más crueles de Antioquia

Detrás del juicio por soborno y fraude procesal contra el expresidente Álvaro Uribe Vélez hay algo más que una pregunta sobre falsos testigos, y es sobre quiénes fueron los fundadores y financiadores del Bloque Metro, una facción paramilitar que nació en la Hacienda Guacharacas, propiedad de la familia Uribe, perteneciente a las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (ACCU). Aunque la sentencia del próximo lunes no resuelva la pregunta, sí dará luces para esclarecer un capítulo que ensombrese al exmadatario.
Hemos presenciado en los últimos meses un juicio histórico. Aunque la imagen de Álvaro Uribe Vélez ante un tribunal ya no es nueva, sí es la primera vez que la Fiscalía pide una condena en su contra. El exmandatario tiene abiertos 28 procesos en la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia y más de 180 denuncias abiertas en la Comisión de Acusaciones. Auspicio y conformación de grupos paramilitares, homicidios, masacres, injerencia de hackers en campañas electorales y manipulación de testigos, son algunos de los casos contra el expresidente desde la década de los ochenta.

Pero es el exparamilitar Juan Guillermo Monsalve quien tiene a Álvaro Uribe Vélez ad portas de una posible condena. Monsalve es hijo de Monsalve Correa, quien fuera el cuidador de la hacienda Guacharacas, y junto con su hermano Óscar eran llamados ‘los guacharacos’. Su padre llegó a ser capataz del predio luego de haber trabajado en la hacienda La Manada, propiedad de Álvaro Uribe Sierra, padre del expresidente.
Según Juan Guillermo Monsalve, desde el año 90 decidió salirse de la escuela para dedicarse a trabajar con su padre al interior de la hacienda Guacharacas, donde fue testigo y partícipe de la gestación del Bloque Metro, un grupo armado ilegal que contó con financiación de ganaderos, comerciantes y apoyo logístico de militares retirados y activos. Esta facción paramilitar fue disidente del proceso del Acuerdo de Ralito, del 2001, tras rechazar la presencia de narcotraficantes en las filas de las Autodefensas, razón por la cual fue exterminada por sus propios compañeros de filas.
Desde hace 14 años, el relato de Monsalve ha guardado coherencia, detalle, precisión y la misma argumentación, según señaló la Fiscalía al cierre de la audiencia del juicio el pasado jueves 26 de junio. El exparamilitar señaló que los fundadores de esta facción paramilitar fueron Luis Alberto Villegas, alias Tubo; Santiago Gallón; Pedro David Gallón; Santiago Uribe Vélez y Álvaro Uribe Vélez. Villegas fue un ganadero, narcotraficante y paramilitar con el que la familia Uribe hizo negocios comerciales, entre ellos la venta de la Hacienda La Manada y la finca El Desquite, ambas en el nordeste antioqueño. Sobre Santiago, el hermano del expresidente, Monsalve ha dicho que era la persona encargada de los negocios, las relaciones con los demás ganaderos y comerciantes, y quien daba las órdenes de las incursiones armadas.
A ello se suma que, el 18 de noviembre de 1996, el entonces gobernador de Antioquia, Álvaro Uribe Vélez, le entregó personería jurídica a la Convivir El Cóndor -a través de la resolución 42378- a su representante legal, Luis Alberto Villegas. Como ha registrado el portal Verdad Abierta, tras la expedición de la resolución se legalizó la existencia del naciente Bloque Metro, lo que permitió la posesión de armas y municiones que desencadenaron en acciones del grupo paramilitar contra la población como masacres, homicidios y desplazamientos.
En 2011, desde la cárcel de Cómbita (Boyacá), durante una entrevista realizada por el senador Iván Cepeda, el exparamilitar Monsalve le contó que la violencia en la finca Guacharacas había iniciado desde el año 94, cuando la guerrilla del ELN empezó a fustigar a los trabajadores de la finca pretendiendo robarse las cabezas de ganado. Según el testimonio, en una oportunidad los sacaron de la hacienda amenazados, los hicieron correr y seis meses más adelante entraron a la propiedad, se robaron los animales y quemaron la casa de la propiedad.
Después de la quema de la Hacienda, Santiago Uribe Vélez dio la orden de que se regresara y recuperara el ganado que se había llevado la insurgencia y recobrara la custodia de la propiedad, según relató Monsalve. Para ese momento, el exparamilitar se encontraba en el edificio ganadero de Medellín junto con otros trabajadores de la finca, con quienes decidió regresar para coordinar la acción militar.

A las pocas semanas, según consta en expedientes judiciales, se perpetró la masacre de San Roque -el sábado 14 de septiembre de 1996-, hecho por el cual el expresidente Uribe fue citado a declarar ante la justicia el pasado 16 de diciembre de 2020. “Yo me enteré (que había que hacer la masacre) porque como a mí me buscaron para recuperar el ganado, pues estaba enterado de eso. Había una orden porque era una guerra contra Gigante”, le reveló Monsalve al senador Cepeda en 2011. Según versiones de otros exparamilitares, tomadas por el Tribunal de Justicia y Paz, la masacre contó con apoyo logístico de tropas del ejército enviadas por el entonces gobernador de Antioquia.
El pasado 24 de junio, el periodista Daniel Coronell le preguntó a Monsalve si le constaba que Luis Alberto Villegas, alias Tubo, hubiera llamado al entonces gobernador de Antioquia, a lo que este respondió que sí, que ellos tenían comunicación, y recordó un suceso en el que Uribe envió tropas del ejército a respaldar al grupo paramilitar.
“Esa vez nos cogió la guerrilla a nosotros y nos cogieron por una masacre en julio del 97 en El Rubí, ahí en todo el pueblito del Rubí, esa masacre se hizo. Se salió de la finca Las Guacharacas y se hizo la masacre, y por culpa de eso la guerrilla casi nos jode a mi papá, a otro señor y a mí. Igual ellos tenían comunicación. Cuando nos soltaron, don Luis llamó para decir que la seguridad no era suficiente… del grupo, pues, que estaba en la finca. Llega esa misma… Esa misma noche llegaron cuatro viajes de tropa”. ―“¿Que envió el entonces gobernador Uribe?”, preguntó Coronell. ―“Sí, sí señor”, sentenció Monsalve.
Han sido dos las oportunidades en las que Monsalve se encontró con Álvaro Uribe Vélez, de acuerdo con su testimonio. La primera cuando era escolta de Luis Alberto Villegas, y el segundo encuentro, años más adelante, cuando el exmandatario hizo su primera campaña a la Presidencia de la República, en el año 2001. Según Monsalve, en una entrevista realizada por el senador Cepeda, el presidente se encontraba en campaña en San José del Nus (Antioquia), y cuando su helicóptero no pudo aterrizar para recogerlo, los paramilitares del Bloque Metro lo acompañaron en carros a la salida del municipio.
Durante la entrevista con el senador Cepeda, el exparamilitar también recordó que habían hecho murales en nombre de las Autodefensas invitando a votar por Uribe, que luego fueron borrados porque perjudicarían la campaña. Aseguró también que “el Bloque Metro puso los carros para que la gente saliera de las veredas a votar. Hicimos campaña. A Álvaro Uribe lo montamos nosotros, las Autodefensas”.
Monsalve dice que su rol en el grupo paramilitar fue variando: empezó como escolta de Villegas, ayudó a coordinar incursiones militares y masacres, y luego se dedicó a la explotación de un tubo de petróleo y a montar cocinas hechizas para procesar cocaína. El robo de gasolina se realizaba en un tubo de Ecopetrol que pasaba por la hacienda Guacharacas, de allí que el alias de Luis Villegas fuera Tubo, quien fue asesinado por órdenes del comandante paramilitar Julián Bolívar en 2004, por tener un negocio paralelo con el combustible robado. Sobre las cocinas para el procesamiento de cocaína, Monsalve mencionó que eran de conocimiento de los Uribe.
La defensa de Álvaro Uribe Vélez ha insistido que Monsalve nunca fue paramilitar, ni conoció al expresidente y que tampoco fue integrante del Bloque Metro. No le ayuda a la defensa que posterior al allanamiento del Parqueadero Padilla –lo que fuera el centro contable de las ACCU, por parte del CTI de la Fiscalía, el 30 de abril de 1998- se conoció que dentro de la lista de recursos enviados estaba Guacharaco, es decir, Monsalve. Ese hecho fue confirmado por el exparamilitar al periodista Daniel Coronell el pasado 24 de junio.
La sentencia del próximo lunes determinará si el expresidente sobornó o no testigos, pero el curso de la historia judicial sobre los financiadores y el origen del Bloque Metro estará por develarse cuando la justicia responda si todo lo que ha contado Monsalve es parte de la verdad que aún sigue exigiendo el país.
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