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Tribuna
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Cerrar la herida de Palestina

España ha ido dando pasos hacia la paz y la justicia. Ahora se trata de que toda la comunidad internacional avance también con pasos concretos

El pequeño gazatí Mohamed Motawaq, de tan solo 18 meses, pasa los días en brazos de su madre, Hidaya al Mutauaq, en un campamento en Gaza.

Palestina es una dolorosa herida abierta para la humanidad. La primera misión de paz de Naciones Unidas, en 1948, fue en Palestina. Han pasado 77 años y hoy nos encontramos sumidos en la crisis más larga y sangrienta de este conflicto. Más de 58.000 palestinos muertos, viviendas, escuelas y hospitales reducidos a cenizas, millones de gazatíes forzados a desplazarse constantemente, una población que muere de hambre atacada en las colas de alimentos mientras los camiones con la ayuda internacional son bloqueados y hay 1.200 víctimas israelíes y 250 secuestrados por el terrorismo de Hamás.

Este lunes nos reunimos representantes de todo el mundo en la Conferencia Internacional de Alto Nivel para el Arreglo Pacífico de la Cuestión de Palestina y la Implementación de la Solución de dos Estados de Naciones Unidas. Allí defenderé que es imposible mirar para otro lado; es imposible ocultarse tras un silencio que siempre va contra las víctimas. Defenderé que hay un camino para poner fin a esta violencia que pasa necesariamente por la solución de dos Estados, Israel y Palestina, viviendo en paz y seguridad, con Gaza y Cisjordania bajo una única autoridad palestina, conectadas por un corredor con continuidad territorial, con salida al mar en Gaza y con su capital en Jerusalén Este. Que el dolor no distingue entre creencias, ideologías ni fronteras y por eso no se trata de defender bandos, sino de defender vidas.

Desde esa convicción, España reconoció el Estado palestino en mayo de 2024 y reiteraré el llamamiento a los países que aún no lo han hecho a sumarse a esta solución reconociendo al Estado palestino. Una decisión que no va contra nadie, sino a favor de la justicia y del derecho, exactamente el mismo derecho, que tienen el pueblo israelí y el pueblo palestino a un futuro en paz y seguridad y a un Estado.

Desde esa misma convicción, hemos triplicado la ayuda humanitaria a Gaza y el apoyo a la Autoridad Palestina. Hemos adoptado sanciones contra los colonos violentos y quienes sabotean la solución de dos Estados. Hemos solicitado en la UE la suspensión del Acuerdo de Asociación con Israel y adoptado un embargo de venta de armas a Israel. Por eso participamos en los procedimientos del Tribunal Internacional de Justicia. También hemos promovido con Palestina la Resolución de Naciones Unidas sobre protección de la población civil. Y ante todo, exigimos cada día un alto el fuego inmediato, la entrada masiva de ayuda humanitaria, la liberación de los rehenes y la reconstrucción de Gaza.

También desde el primer momento propusimos celebrar una conferencia internacional que aplique la solución de los dos Estados. En estos años hemos avanzado en esa dirección con el Grupo de Madrid+, en el que participan países de todos los grupos regionales de Naciones Unidas, aportando liderazgo y una voz unida. También con instrumentos como la Alianza Global para la solución de los dos Estados, en la que participan más de 90 países y organizaciones. Nuestra iniciativa diplomática, ese esfuerzo que venimos realizando sumando voluntades, voces y decisiones, tiene este lunes un hito importante. España ha ido dando pasos en el camino para la paz y la justicia; ahora se trata de que toda la comunidad internacional avance también con pasos concretos.

Por eso pediré, en primer lugar, el establecimiento de un calendario que fije un límite de tiempo para que Palestina sea miembro pleno de Naciones Unidas. Propondré el plazo de un año y que la conferencia se mantenga en sesión permanente mientras tanto.

En segundo lugar, las negociaciones deben tener un objeto claro: el establecimiento del Estado de Palestina con los parámetros de las resoluciones de Naciones Unidas y las negociaciones entre las partes. Propondré que las conclusiones de los grupos de trabajo de la conferencia reflejen estos parámetros.

Nuestra iniciativa tiene por objeto el reconocimiento del Estado Palestino y el reconocimiento de Israel por los países que aún no lo han hecho. Por eso, en tercer lugar, esta iniciativa debe estar abierta a todos los miembros de Naciones Unidas, ofreciendo un marco que da un nuevo sentido a esos reconocimientos. Propondremos que los países que lleven a cabo actos o declaraciones sobre el reconocimiento de Israel y de Palestina lo hagan con referencia al marco de la Conferencia.

Finalmente, esta iniciativa debe ser protegida frente a quienes intenten sabotearla. Propondré elevar a la Asamblea General y a los restantes órganos de Naciones Unidas las decisiones necesarias para ello.

Existe un camino para la esperanza y hoy debemos unirnos para recorrerlo. Somos muy conscientes de que nos preceden décadas de dolor. Eso hace más urgente y necesaria la solución de dos Estados.

Es el momento de cumplir la promesa que dio sentido a las Naciones Unidas.

Es el momento de unirnos para la paz.

Es el momento de cerrar la herida de Palestina y de dar justicia al pueblo palestino y paz y seguridad a todos en Oriente Próximo.

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