Ir al contenido
_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Pedro Sánchez y la premisa del tiempo

Esta vez no parece que al Gobierno le vaya a alcanzar con manuales ni trucos porque todo el mundo sabe lo que pediría si esto le hubiera ocurrido a otro partido

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este martes en Sevilla.
José Luis Sastre

De alguna manera, esta reacción de ahora estaba escrita desde hace mucho, cuando era noviembre de 2018 y a Pedro Sánchez le pedían un adelanto electoral. La portavoz de su primer Gobierno, Isabel Celáa, respondió entonces desde La Moncloa con una frase que explicaba una manera de ver el mundo y la política. Dijo: “La obligación de todo gobierno es mantenerse”. Era una frase fundacional. Desde que se conoció el informe de la UCO sobre Santos Cerdán, esa ha sido la premisa del Gobierno: mantenerse. Mantenerse y esperar.

El hasta ahora secretario de Organización del PSOE entró este lunes en la cárcel y en la dirección del PSOE no pasó nada. La número dos de los socialistas (que lo es también del Gobierno), María Jesús Montero, aludió a Cerdán como una persona “que no tiene que ver con el partido” y la actual ministra portavoz (que lo es también de Educación) Pilar Alegría, se explayó este martes en cómo el PSOE, dijo ella, ha actuado con contundencia.

Con contundencia se refería al hecho de haber encargado una auditoría y haber convocado un comité federal —ni siquiera un congreso— para el sábado que viene, porque la idea es esa: mantenerse y esperar. Por eso, y aunque alegue la agenda internacional, no será hasta la semana que viene cuando Sánchez comparezca en el Congreso, donde por el momento no piensa someterse a una cuestión de confianza.

Sánchez, que nombró a Cerdán igual que nombró antes a José Luis Ábalos, sostiene que él ya ha hecho lo que tenía que hacer por ahora: pedir perdón y convocar a su partido para dentro de unos días, como si quisiera aliarse una vez más con el tiempo. Por si, como en tantas otras veces, también aquí pudiera haber un giro de guion inesperado o un as en la manga o unos días de pausa o cualquier otra cosa que permitiera cambiar el paso. Por si pasa el verano y por si existen los milagros. La verdad es la contraria.

La verdad es que la gente tiene memoria. La verdad es que esto no se parece a nada de lo que ha ocurrido, porque el hombre al que Sánchez puso al frente del partido tejió una red durante muchos años, según la UCO, cuyo alcance final habrá de averiguar un juez. La verdad es que el tiempo apremia y que los militantes de base que dan la cara por el PSOE asisten al shock sin saber hacia dónde va el partido ni la legislatura, porque mantenerse es antes un interés personal que un principio político. La verdad es que esta vez no parece que vaya a alcanzar con manuales ni trucos porque todo el mundo sabe lo que el Gobierno pediría si esto le hubiera ocurrido a otro partido.

“La obligación de todo gobierno es mantenerse”, dijo Celaá en 2018. Y añadió algo más: “Y sacar su acción de gobierno adelante”. Quién iba a decir que aquella frase explicara tanto y, a la vez, dejara abiertas tantas preguntas años después: ¿cuál es ahora mismo la acción de un Gobierno que no ha llevado al Congreso su proyecto de presupuestos? ¿Con qué apoyos cuenta? ¿Cuánto puede resistir, y en qué condiciones, quien llegó al poder tras una moción de censura defendida por Ábalos y que echó por corrupción a Mariano Rajoy? ¿Cuánto puede mantenerse así el Ejecutivo y a costa de qué? Y, en fin, ¿cuánto tiempo puede ganar esta vez Pedro Sánchez?

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

José Luis Sastre
José Luis Sastre (Alberic, 1983) es licenciado en Periodismo por la UAB con premio Extraordinario. Ha sido redactor, editor, corresponsal político y presentador en la Cadena SER. Creador de varios podcasts, actualmente copresenta Sastre y Maldonado. Es subdirector de Hoy por Hoy y columnista en EL PAÍS. Autor de Las frases robadas (Plaza y Janés).
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_