Caerse
Huía de la gente y vagaba durante horas por las calles y por los pasajes más oscuros y angostos de la ciudad, como la sombra de Caín había errado por el mundo tras matar a su hermano
Huía de la gente y vagaba durante horas por las calles y por los pasajes más oscuros y angostos de la ciudad, como la sombra de Caín había errado por el mundo tras matar a su hermano
La imagen de Juan José Millás
Los lectores opinan sobre el trabajo manual, las columnas de Millás, la visión de la sociedad sobre el cuerpo de la mujer y el cambio de nombre de la empresa CLH por Exolum
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Mientras las manos trabajan y la mente imagina, el estómago hace la digestión, el hígado y el páncreas producen sus jugos, los pulmones se inflan y se desinflan, el corazón se agita, la lengua habla, los ojos ven, los pies andan...
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El teléfono de prevención del suicidio es otro ejemplo de parche: no podemos eliminar las causas de fondo, pero hablamos con los desesperados
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Columna de Juan José Millás
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A medida que me adentraba en el interior de la vivienda crecía el sentimiento alucinatorio que alcanzó su cénit frente a los sanitarios del aseo
A mí no me humilla una bandera boca abajo, pero me ofenden la falta de amor y de atención
Columna de Juan José Millás
Columna de Juan José Millás
A veces me oigo decir cosas que no he pensado, incluso con las que no estoy de acuerdo. ¿Por qué las digo entonces? Porque no soy yo el que habla
Columna de Juan José Millás
Columna de Juan José Millás
Columna por Juan José Millás
El capitalismo es un productor incesante de desigualdad. Estaría bien organizar una mesa redonda sobre capitalismo y misoginia
Columna de Juan José Millás
Necesito averiguar si mis contemporáneos prefieren la pérdida de un diente o de un poema. De ese dato se pueden deducir todos los demás
La imagen de Juan José Millás
Si te lloran los ojos, por lo que sea, no desperdicies ese llanto: ofrécelo por una causa
El paleontólogo y el escritor charlan con EL PAÍS sobre la nueva entrega de sus libros de conversaciones entre un sapiens y un neandertal
Juan José Millás ha viajado a la isla de La Palma y ha palpado las cicatrices del desastre. La erupción finalizó el 13 de diciembre tras 85 días de furia. Pero el rastro natural, económico y, sobre todo, humano del drama permanece vivo bajo el manto negro.
La Imagen de Juan José Millás.
Columna de Juan José Millás
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Deberíamos abolir los ansiolíticos o tomar ansiolíticos desesperados como las uvas de la ira. Quizá la desesperación nos haga libres
Columna de Juan José Millás.
Imagen Juan José Millás.
Se me ocurrió que quizá esa gaveta tuviera la capacidad de hacer desaparecer cuanto se introducía en ella, de ahí su estado
Y ahí me ven, inclinado sobre la tabla de planchar fingiendo arreglar una camisa. Nadie diría que intento adecentarme a mí mismo
Columna de Juan José Millás.
Columna de Juan José Millás.
Mis amigos creen que callo porque estoy deprimido y no me atrevo a decirles que hay también una ecología de la oralidad
Columna de Juan José Millás
La red social del pajarito es un poco como Madrid: existe tanta libertad, pero tanta, tanta aquí dentro, que para disfrutarla es mejor irse fuera
Si me fuera dado llenar las cuartillas con mi sangre, el significado, impulsado por una bomba tan potente como la del corazón, trotaría por mi escritura como los leucocitos y los trombocitos por las arterias