De ser así…
Mucha gente divide su tiempo entre Benidorm y su lugar de residencia habitual. Yo lo divido entre mi habitación y mis novelas


Las novelas están llenas de adúlteras imaginarias y de viudos imaginarios y de asesinos imaginarios, pero también de detectives imaginarios y hasta de guardias civiles imaginarios. Un amigo que no lee me preguntó por qué las personas imaginarias alcanzaban más notoriedad que las reales y no supe qué responderle. Pero se me ocurre ahora que si este amigo fuera un personaje de ficción, en vez de uno real, me parecería más interesante. Sé de lo que hablo porque vivo prácticamente dentro de las novelas. Hay meses en los que apenas salgo de ellas. Mucha gente divide su tiempo entre Benidorm y su lugar de residencia habitual. Yo lo divido entre mi habitación y mis novelas. Salgo más de mi habitación para entrar en las novelas que para comprar el pan.
Hace años, durante una época, era de buen tono decir que a partir de cierta edad había que entregarse al ensayo, como si la ficción fuera para gente poco madura. Lo decían personas tan cultas que llegué a creérmelo, de modo que seguí leyendo novelas, pero en la clandestinidad. Leer novelas en la clandestinidad es como cruzar de un país a otro sin pasaporte. Te expones a todos los peligros de la frontera.
Casualmente, aquella época remota coincidió con mi descubrimiento de John Le Carré, que escribía novelas de espías en las que yo era un infiltrado más. Obtenía, dentro de aquellos relatos, información sensible del enemigo que luego transmitía a mi yo real, pues dispongo de dos yoes, el real y el imaginario, cuyos límites, para decirlo todo, tampoco están muy claros. A veces me hago un lío y actúo con el imaginario en la vida real y con el real en la vida imaginaria. O sea, que no distingo muy bien las novelas de la vida ni los veranos de ficción de los auténticos. Me dicen que ahora estamos en un verano de los de verdad. De ser así, que ustedes lo pasen bien.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma

Más información
Archivado En
Últimas noticias
Alphabet vuelve a salir de compras: se hace con Intersect por más de 4.000 millones
El jugador del Algeciras Èric Montes deja el fútbol a los 27 años por salud mental: “Cuando me rompí la rodilla, fue de mis mejores momentos”
El ultranacionalismo ruso, enardecido por el asesinato de ‘Español’, el comandante de los hooligans
Almeida pasa el rodillo para aprobar los presupuestos con tres enmiendas a la totalidad
Lo más visto
- Lotería de Navidad 2025, en directo | 79432, el Gordo de la Lotería de Navidad
- Así te hemos contado las elecciones en Extremadura | El PP gana en Extremadura con 29 escaños, pero necesitará para gobernar a un Vox que crece
- Comprobar Lotería de Navidad 2025: consulta la pedrea con los números premiados
- Los jueces del Tribunal Penal Internacional se rebelan ante las sanciones de Trump: “No hay que ceder”
- Oona Chaplin: “Le conté a James Cameron que vivía en una cabaña en los árboles y que estaba iniciando un proyecto de permacultura con una amiga”






























































