Es la pudrición, estúpido
Los escándalos del segundo piso de la cuarta transformación tienen que ver con excesos, la falta de mesura, la ausencia de una visión común, de un objetivo central


“Ya está saliendo toda la pudrición”, declaró José Ramiro López Obrador -hermano del expresidente- respecto de la situación en torno a Hernán Bermúdez, director de la policía en tiempos de Adán Augusto López como gobernador. En estos días se ha hecho público en todo el país que el señor Bermúdez también dirigía al grupo criminal que asola Tabasco denominado La Barredora.
No es extraño que sea el hermano del expresidente el que haga esa declaración pues actualmente es el secretario de Gobierno del estado de Tabasco. El Gobierno que representa don José Ramiro no se ha cansado de señalar al Gobierno de Adán Augusto como corrupto y de estar atrás del crimen organizado que ha transformado a esa entidad de un edén en una cloaca donde impera la violencia criminal.
Se sabe: Morena es la feria nacional del nepotismo, así que a nadie debe extrañar que el hermano del expresidente de la República ocupe algún puesto en la función pública. Mientras Adán Augusto se esconde, su cuñado, que fue gobernador de Chiapas, huyó a Miami, donde lo nombraron cónsul de manera exprés. En Morena todo queda en familia; cuestión de preguntarle a la presidenta de ese partido por sus familiares.
“La pudrición” a la que se refiere el secretario de Gobierno de Tabasco no solamente está en esa entidad. El infame caso de la diputada conocida como Dato Protegido es una muestra clarísima de “la pudrición”. Como se sabe, la señora era una perfecta desconocida, carente de cualquier bagaje político para ser colocada en la lista de candidatos del partido en el poder. Una ciudadana señaló que es esposa del legislador Sergio Gutiérrez Luna -conocido por su afición a los OVNIS y la vida extraterrestre- y que por eso fue candidata. Dato Protegido se ofendió porque se le vinculó con su esposo y porque se desconoció “su trayectoria” y se “invisibilizaron” sus méritos por lo que procedió y demandó a la ciudadana sobre quien ha caído una sentencia tan desmedida como estúpida, que no dejará de avergonzar al Tribunal Electoral que la emitió.
Parafraseando al clásico: “es la pudrición, estúpido”. Los escándalos del segundo piso de la cuarta transformación tienen que ver con excesos, la falta de mesura, la ausencia de una visión común, de un objetivo central. Les gusta el poder y su boato, no les gusta la política. Los ataques desmedidos en contra de ciudadanos, como es el caso del presidente del Senado que humilló públicamente a un abogado en las instalaciones legislativas, o las abiertas amenazas a la prensa y la crítica por parte de gobernadores, ya sea la de Campeche, el de Puebla o el de Tamaulipas, se han convertido en una norma de conducta.
Y es que “la pudrición” se asoma por todos lados. Es el asunto de Sinaloa con ese gobernador que se apersona junto a la presidenta como la viva imagen del fracaso y que ha sido incapaz de explicar sus acciones respecto del asesinato de su principal adversario político; “la pudrición”es la gobernadora de Baja California que se enteró que se quedó sin visa cuando se la quitaron a su esposo, que laboraba en su Gobierno. Morena lleva poco tiempo en el poder, pero ha sido suficiente para despedir olor a podrido.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
