La táctica del desgaste: Trump golpea a México para sacar ventaja en la revisión del TMEC
El magnate republicano endurece la guerra comercial contra su principal socio con la mira puesta en la inminente apertura de las negociaciones del acuerdo comercial


México y Estados Unidos continúan sumando frentes en materia comercial, al tiempo que se aproxima una fecha crucial para ambos países: la revisión del acuerdo comercial de Norteamérica, TMEC. La evaluación del acuerdo firmado entre México, EE UU y Canadá se llevará a cabo en julio de 2026, sin embargo, las primeras mesas de trabajo se instalarán en septiembre próximo. En la antesala de este banderazo de salida, el gobierno estadounidense no ha escatimado en los golpes comerciales contra México, bajo su agresiva política proteccionista. México, como el resto de los países, se ha visto obligado a recibir un día sí y el otro también, amagos y ataques de la Administración Trump. El último embate se dio a bocajarro este fin de semana, cuando el Departamento de Transportes de EE UU amenazó con restringir los vuelos procedentes de México a su país, como represalia por el supuesto incumplimiento por parte de México a los compromisos aéreos entre ambos países. Para los expertos, con esta táctica de desgaste, el Gobierno de Trump busca llevar ventaja a las próximas mesas de negociación del TMEC.
La queja de EE UU contra las políticas aeronáuticas de México data de 2023, año en que el gobierno del entonces presidente, Andrés Manuel López Obrador, ordenó la reducción de franjas de aterrizaje y despegue en el congestionado aeropuerto de Ciudad de México, AICM. El sexenio anterior también decretó la mudanza de vuelos de carga del AICM al nuevo aeropuerto Felipe Ángeles, en el Estado de México. Ahora, la Administración Trump asegura que estas medidas, que en un inicio se vislumbraban temporales, se han mantenido y han perjudicado seriamente a sus aerolíneas. Por este motivo, el Departamento de Transporte ha asegurado que si el Gobierno de México no da marcha atrás en estas medidas, tomará acciones en represalia, que van desde la restricción de vuelos mexicanos a EE UU, hasta la desautorización de la alianza comercial Delta-Aeroméxico.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, anunció, tras el duro pronunciamiento de EE UU, que se abrirá una mesa de trabajo sobre el tema. Un asunto que se sumará a las negociaciones binacionales ya en marcha entre los gobiernos de Sheinbaum y Trump y que abarcan desde los aranceles a las exportaciones mexicanas fuera del TMEC, hasta los impuestos a los tomates mexicanos. En paralelo, México busca desactivar también los impuestos al acero y el aluminio, al cobre y a las exportaciones automotrices.
Las continuas amenazas arancelarias de EE UU contra México suponen, de facto, una redefinición de la relación comercial en Norteamérica. La posición de Sheinbaum desde que comenzó la guerra comercial de Trump ha sido la de preservar el TMEC, sin embargo, el vecino país del Norte y principal comprador de las exportaciones mexicanas, aboga por una “renegociación” del acuerdo comercial. “El presidente Trump definitivamente va a renegociar el TMEC, pero eso será dentro de un año. Él quiere proteger los empleos estadounidenses, no quiere que se fabriquen autos en Canadá o México cuando podrían fabricarse en Michigan y Ohio”, declaró el secretario de Comercio de EE UU, Howard Lutnick, este fin de semana, en medios locales.
A través de aranceles y de amenazas comerciales, Washington busca inclinar la renegociación del TMEC a su favor. El analista del sector aéreo, Fernando Gómez Suárez, refiere que esta batería de medidas proteccionistas es una táctica de EE UU para negociar con ventaja en las mesas del TMEC. “La revisión del acuerdo comercial es fundamental para la economía estadounidense, para ellos es más conveniente modificar ciertas condiciones del acuerdo comercial trilateral y, obviamente, están utilizando otros recursos para negociar esas condiciones”, menciona. El especialista añade que estas estrategias duras de negociación son habituales en el mundo de los negocios, no obstante, Trump ahora las ha trasladado a la arena política.
La posibilidad de que el TMEC pase de una revisión técnica a una renegociación no es menor. Bajo el amparo de este acuerdo comercial, México se ha convertido en el principal socio comercial de Estados Unidos, desplazando a China y Canadá. El país latinoamericano exportó al mercado estadounidense más de 505.000 millones de dólares en 2024, según cifras oficiales. Además de vehículos terminados y autopartes, las empresas mexicanas proveen a EE UU de aparatos mecánicos, equipo médico, bebidas, licores y vinagre, frutas comestibles, enseres eléctricos, muebles, entre otros.
Ignacio Martínez Cortés, coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios de la UNAM, apunta a que este incremento en el pulso por parte de EE UU busca elevar las reglas de origen en una de las industrias estratégicas para ellos: la automotriz. Con este nuevo marco, añade, no solo se protege a su industria automotriz local, sino también se frena el avance de las armadoras de automóviles chinas. “En julio de 2026 vamos a ver unas mesas de negociación totalmente diseñadas desde Washington”, afirma.
Pedro Tello, experto en temas económicos, coincide en que elevar las reglas de origen y frenar la avanzada asiática desde México serán dos de los temas prioritarios del gobierno de Trump en las mesas del TMEC. Por otra parte, añade, a EE UU le interesa que las empresas mexicanas cumplan con la libertad sindical y en la armonización salarial entre los dos países. Finalmente, advierte, Estados Unidos exigirá mayores garantías jurídicas para sus empresas que invierten en territorio mexicano. “El gran tema será, cuál será la postura de Canadá en estas negociaciones, eso daría una buena de oportunidad a México para poder contener un poco los afanes de imposición de Estados Unidos. Pero si México no es capaz de llegar con una agenda definida de temas y si no tenemos a Canadá a un lado, me parece que la renegociación del tratado se va a convertir en algo muy complicado para la política comercial de México”, concluye.
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