Marcus Rashford llega cedido del Manchester United al FC Barcelona por una temporada

Marcus Rashford ya es oficialmente nuevo jugador del FC Barcelona. El delantero inglés llega en calidad de cedido procedente del Manchester United hasta el 30 de junio de 2026 con una opción de compra que ronda los 30 a 35 millones de euros. Rashford, de 27 años, llega como tercera opción en el deseo de incorporar a un extremo tras el segundo plantón de Nico Williams —quien renovó por el Athletic Club— y el elevado precio que exigía el Liverpool por Luis Díaz. Es, también, la opción más barata, no solo por tratarse de una cesión, sino porque el propio futbolista ha aceptado una rebaja salarial significativa —un 25%—, por lo que su ficha —de las más altas del Manchester United— se queda alrededor de los 14 millones por temporada. “Quiero ganarlo todo y creo que este es el mejor sitio”, aseguró Rashford en su presentación oficial en la tienda del Barcelona.

Rashford aterriza en el club azulgrana, en el que deseaba recalar después del ostracismo vivido en el United que propició su cesión al Aston Villa, para reforzar el ataque por su capacidad para jugar en las tres posiciones delanteras. Él ya deseaba hacerlo en enero —Hansi Flick ya dio el visto bueno—, pero su entorno le convenció entonces para terminar la temporada en el Aston Villa, una manera de ponerse en el escaparate y así poder completar una temporada en el Barça al año siguiente. “Mi decisión fue fácil. Tenía claro mis preferencias. En enero no se pudo hacer. Flick ha sido clave para que esté aquí, pero también todas las personas con las que he hablado del club”, confirmó Rashford. Estos días ya ha podido conocer a sus compañeros. “Muchos jugadores me han impresionado, quizás porque muchos son muy jóvenes. Pero en el vestuario continúan siendo niños”. Jugará con el número 14 en la espalda. “Es un número histórico en el club y es único lucir este dorsal”, aseguró.

El club aún no tiene capacidad para inscribirle, como tampoco a Joan García o a Wojciech Szczęsny al no cumplir con el juego limpio financiero. Al contrario que en el caso de Dani Olmo, su contrato no cuenta con la obligación de quedar libre si no es inscrito, pero el Barcelona sí que tendrá una penalización si ejecuta la opción de compra. Para alcanzar la norma 1:1, el Barcelona deberá imputar en la auditoría la operación de los 475 asientos VIP del nuevo Spotify Camp Nou —cuyo regreso ha vuelto a retrasarse a pesar de estar anunciado para el Gamper— y concretar alguna salida. Otra posibilidad que podría facilitar alguna inscripción sería que Marc-André ter Stegen pasara finalmente por quirófano por sus problemas de espalda.

El Barça necesita a Rashford para reforzar la delantera, dar descanso y elevar las rotaciones. Pero Rashford también necesita al Barça. El delantero inglés —que ha protagonizado algunas polémicas extradeportivas— deslumbró en la temporada 2022-2023, la primera de Erik ten Hag y el punto álgido de su carrera, con 30 goles en 56 partidos, y su participación disminuyó en la siguiente. Pero la llegada de Rubén Amorim al banquillo del United en noviembre de 2024 supuso su ocaso. Cayó su rendimiento y el técnico portugués dejó de contar con él a partir del 12 de diciembre, su último partido con los red devils. Lo apartó del grupo, entrenó en solitario y lo dejó fuera de las convocatorias. “No puedo hacer que Marcus viera la forma en que se debe jugar al fútbol y entrenar como yo lo veo”, aseguró Amorim. Y sentenció: “Pondré a [el entrenador de porteros de 63 años Jorge] Vital antes que a un jugador que no dé el máximo cada día”. “El club está en un periodo de cambios. Mánchester es una parte muy importante de mi vida. Las cosas no fueron como quería en estos últimos tiempos, pero ahora estoy donde quería”, explicó Rashford.

El club le abrió la puerta y Rashford terminó cedido durante media temporada en el Aston Villa de Unai Emery. Empezó a recuperar sensaciones, y en 17 partidos marcó cuatro goles y dio cinco asistencias en 940 minutos disputados. Hasta que una lesión en los isquitotibiales en abril frenó su progresión. El Villa no pagó por él, regresó a Mánchester y el club le retiró el dorsal 10 para dárselo a Matheus Cunha.

Ahora, en Barcelona, el atacante busca reconstruir su carrera tras el ostracismo. “He mejorado desde hace seis meses. Soy feliz y quiero seguir adelante”, comentó el delantero. Bajo la dirección de Hansi Flick, un técnico que ya ha demostrado su capacidad para recuperar futbolistas, se espera que Rashford se reencuentre con su mejor versión. Y así poder empezar de cero.