¿Los hijos únicos son realmente más solitarios?
Los estereotipos mantienen que los niños sin hermanos son más asociales o egoístas, pero no hay evidencia científica que lo respalde. Lo que sí suele ser una desventaja en su caso, es que todas las expectativas de los padres están colocadas en ellos


Es un mito muy extendido: “Si mi hijo no tiene hermanos, ¿con quién va a socializar o a entretenerse? Va a crecer solo”. Pero realmente no existe una base sólida apoyada por la ciencia o por los especialistas que den credibilidad a esta teoría. Raquel Huéscar, psicóloga perinatal, explica que tener hermanos es una oportunidad de aprendizaje en casa, de aprender ciertos aspectos que tienen que ver con lo social, como compartir, como jugar con otros niños de tu edad, incluso rivalizar… “Pero no es la única oportunidad de tener esas experiencias”, comenta.
Históricamente, algunas voces relevantes del mundo de la psicología han sido críticas con los hijos únicos. Alfred Adler, psicoterapeuta austriaco y seguidor de Sigmund Freud, sostenía que las personas sin hermanos son egocéntricas y buscan aprobación continua, aunque también son independientes y maduras. Granville Stanley Hall, fundador de la Asociación Americana de Psicología, llegó a decir hace más de un siglo que ser hijo único era una enfermedad en sí misma.
“No se puede asegurar que los niños con hermanos socialicen bien ni que los únicos tengan problemas para hacerlo. La complejidad del ser humano depende de muchos factores”, explica Huéscar. La psicóloga detalla que algunas familias pueden tener la sensación de que tienen que jugar con el niño todo el rato, quizá por la culpa que les genera el hecho de que no tenga hermanos: “Y tampoco se le deja a veces la oportunidad para salir de ese aburrimiento y que busque una manera de hacerlo solo”. “Hay menores que se gestionan jugando solos”, prosigue la experta, “el día a día les hace aprender mucho y acaban buscando cosas que hacer por su cuenta, explorando otros espacios fuera y llegando a gestionar esa soledad”, relata Huéscar.
Un trabajo de referencia de 1987 sobre este tema fue el que publicaron las investigadoras Denise Polit y Toni Falbo, titulado Hijos únicos y desarrollo de la personalidad: una revisión cuantitativa, donde combinan los resultados de 141 estudios y encontraron que los hijos únicos obtuvieron puntuaciones significativamente mejores que otros grupos en cuanto a motivación para conseguir logros o adaptación personal. La investigación detalló que, en general, los que crecen solos eran perfectamente comparables a los grupos de hijos que lo habían hecho con hermanos.
La psicóloga social Falbo sigue implicada en el estudio de la evolución de los menores con hermanos en distintas etapas vitales y considera que los estereotipos que abundan sobre los hijos únicos forman parte del sentido común, pero no se corresponden con los hechos. En una entrevista con la Asociación Americana de Psicología publicada el pasado mes de octubre, la experta relata que algunas investigaciones demuestran cómo, al participar en actividades con compañeros, tener hermanos no es un factor diferencial a la hora de socializar en estos espacios.

China ha sido un país que ha servido de referencia para analizar la forma de ser de los hijos únicos, ya que mantuvo la prohibición de tener más de un descendiente durante 36 años, entre 1979 y 2015. En este país asiático, otro trabajo académico, llevado a cabo por varios investigadores en el que también participó Falbo y llamado Hijos únicos en China y soledad: estereotipos y realidades, realizó tres estudios para verificar si los niños estaban creciendo solos por la falta de interacción con hermanos. La conclusión de la investigación fue clara: “La creencia en la soledad de los hijos únicos está extendida en la sociedad china, pero la evidencia indica que los reportes de soledad son mayores para aquellos que crecieron con hermanos”.
Huéscar sostiene que es probable que los hijos únicos puedan sentir que les falta algo en su vida. “Pero a todos nos falta algo, quizás el que tiene hermanos echa en falta tener un espacio propio. Los padres acompañan a los hijos cuando sufren estas carencias y les ayudan a manejar estas frustraciones que ofrece la vida”, detalla la psicóloga perinatal. “Los que crecen solos demandan más a los padres para jugar, eso también requiere que los progenitores piensen cuál es la mejor alternativa para ofrecerles espacios con otros menores de su edad. También creo que aprender a convivir con la soledad es un aspecto importante en la educación de los niños”.
El factor económico también afecta
Incluso si algún progenitor se creyera este mito y tuviera ganas de darle un hermano a su hijo, existe otro factor que obstaculizaría este plan: criar a un niño cuesta de media 758 euros al mes, una cifra que ha subido en los últimos años, según un informe publicado el pasado mes de diciembre por la ONG Save the Children. Esto se ve reflejado también en la tasa de natalidad, que, según el INE, era de 1,12 descendientes por cada mujer en España en 2023, uno de los datos más bajos de la Unión Europea, por lo que las familias de un solo hijo son la norma actualmente.
Además, Falbo recomienda a los padres que sean prudentes y vigilen el tiempo que pasan sus hijos frente a las pantallas sin compañía de otros. “Que no se excedan. Que vayan a una escuela deportiva o que salgan a explorar las hojas que caen de los árboles o a hacer algo. Que puedan jugar con otros niños y se mantengan físicamente activos. Ahora, los niños pequeños pasan horas frente a la pantalla y la situación empeora a medida que crecen”, destaca esta experta.
“Hay una desventaja que tienen los hijos únicos, que es que todas las expectativas de los padres están colocadas en ellos. A veces, se les exige mucho porque es el único que tienen y quieren que dé lo mejor de sí mismo”, relaciona Huéscar. Esta experta destaca que es importante que los progenitores aprendan a ver al hijo real, no al soñado: “No al perfecto, ni al ideal. Tienen que ver que cada niño viene como viene, con sus cosas que nos gustan más y otras menos. Tú, como padre, ofreces oportunidades y luego ellos van eligiendo en función de sus intereses”.
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