Ir al contenido
_
_
_
_

El doble impacto: la táctica militar con la que Israel ha agravado los efectos del ataque en el hospital Nasser de Gaza

Los expertos alertan de que la práctica de lanzar un primer bombardeo seguido de otro cuando médicos y equipos de rescate acuden al lugar atacado vulnera los tratados internacionales de la guerra

Guerra entre Israel y Gaza
Luis Carlos Pinzón

Un bombardeo mortal contra un hospital demanda la presencia inmediata de los encargados de curar las heridas y de rescatar a las víctimas atrapadas bajo los escombros. Llegan, también, los periodistas, cuya tarea es contar al mundo lo que sucede en medio de las guerras. Si bien ejercer estas labores es siempre un riesgo en ambientes hostiles, estos profesionales actúan con la tranquilidad de que, al menos en teoría, sus actividades están resguardadas por las reglas del derecho internacional humanitario ―normas que protegen a quienes no participan de los conflictos armados―. Sin embargo, no es extraño que un segundo bombardeo, en el mismo lugar y algunos minutos después del primero, termine con sus vidas. Una especie de castigo por el cumplimiento de su deber humanitario.

Este lunes, el ejército israelí ha llevado a cabo —y ha reconocido públicamente— un ataque de este tipo en el marco de su ofensiva en Gaza. La acción, conocida en inglés como double-tap strike o “doble impacto”, tuvo lugar en el hospital Nasser, situado en la ciudad gazatí de Jan Yunis, la segunda ciudad en población del enclave. Primero, un dron kamikaze impactó en la terraza de uno de los edificios del complejo hospitalario, causando la muerte de dos periodistas, según informes preliminares. Minutos después, mientras equipos de rescate y otros periodistas acudían al lugar, Israel lanzó un misil que los alcanzó directamente. Todo ocurrió mientras el canal catarí Al Jazeera transmitía en vivo, informando sobre las consecuencias del primer ataque.

Las víctimas de esos ataques de doble impacto son usualmente los primeros que responden a la agresión. En ellos, el atacante efectúa un primer disparo sobre un objetivo determinado y, una vez llegan quienes acuden a atender a los heridos, un segundo ataque en el mismo lugar multiplica las víctimas, sobre todo entre los encargados de la atención humanitaria en estos difíciles contextos. En el ataque doble sobre el hospital Nasser de Jan Yunis ―el único centro de salud operativo al sur de la Franja― al menos 20 personas murieron. Entre ellas, personal médico, pacientes, cinco periodistas y personal de defensa civil, según ha denunciado el Ministerio de Sanidad gazatí en su canal de Telegram. En total, Israel ha provocado la muerte de al menos 240 periodistas en la Franja desde octubre de 2023, de acuerdo con el Sindicato de Periodistas Palestinos.

Las reglas de la guerra

Los ataques de doble impacto incumplen varias de las reglas que rigen el derecho internacional humanitario. En concreto, los Convenios de Ginebra ―tratados internacionales que protegen a los civiles en un conflicto― y el Estatuto de Roma ―que tipifica los crímenes de guerra― prohíben los ataques contra personas protegidas, como son los socorristas, los médicos y los periodistas.

“Los Convenios de Ginebra son creados para proteger a heridos y enfermos en un contexto bélico”, explica Christian Arias, experto en Defensa Nacional y docente de la Universidad de Buenos Aires. Estas normas exigen de las partes de un conflicto la diferenciación entre la población civil y los combatientes ―principio de distinción―, así como adelantar ataques que puedan causar daños excesivos a los civiles en relación con las ventajas militares que puedan obtener ―principio de proporcionalidad―. Atacar deliberadamente a la población civil en el marco de un conflicto podría constituir, a la luz del artículo 8 del Estatuto de Roma, un crimen de guerra.

“El ataque al hospital Nasser es una violación de los Convenios de Ginebra porque son creados para que los civiles puedan ser excluidos de cualquier tipo de ataque o confrontación, insiste, “con la agravante de que no obstante ya se había atacado al hospital, las personas que estaban haciendo las tareas de rescate fueron agredidas”. Apenas en febrero de este año, el ejército israelí había cercado el hospital Nasser, tras lo cual ordenó su evacuación e irrumpió en sus instalaciones, también protegidas por el derecho internacional humanitario.

Palestinos lloran la muerte de un periodista en un ataque israelí contra el Hospital Nasser en Jan Yunis, este lunes.

No es la primera vez que Israel ejecuta este tipo de ataques en su ofensiva contra Gaza. En julio de 2024, una ofensiva de este tipo mató al menos 90 personas e hirió a unas 300 en la zona de emergencia de Al Mawasi, también al sur de la Franja. Después de impactar varios lugares en dicha zona, el ejército disparó otro misil en una calle mientras los servicios de emergencia se dirigían a atender a las víctimas. El misil estalló delante de dos vehículos que estaban identificados como de la Defensa Civil gazatí, según recogió The New York Times. Al igual que en esta oportunidad, el ejército de Israel anunció que investigaría los hechos.

Esta estrategia se ha utilizado en otros conflictos, como en la ofensiva de Rusia en Ucrania. Allí, la Misión de Observación de Naciones Unidas en Ucrania ha advertido, entre otros, “el uso de potentes bombas y misiles lanzados desde el aire en zonas pobladas y al menos cinco casos de ataques sucesivos en el mismo lugar dentro de un intervalo corto, que causaron numerosas bajas entre los socorristas”. Estados Unidos también ha sido acusado de utilizar esta técnica en Afganistán y en Pakistán. En este último, varias investigaciones del The Bureau of Investigative Journalism han concluido que la CIA ha adelantado varios ataques de este tipo: al menos 11 entre 2009 y 2011, y cinco ataques a mediados de 2012, incluido un ataque contra una mezquita.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Luis Carlos Pinzón
Latinoamericano. Periodista de la sección Internacional. Es abogado (Universidad del Rosario, Bogotá), máster en Derecho Constitucional (CEPC, Madrid) y sumiller profesional (Gato Dumas, Bogotá). Trabajó en la Corte Constitucional y el Senado de la República de Colombia. En la actualidad, cursa el máster en Periodismo (UAM/EL PAÍS, Madrid). 
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_