Israel cree que Hamás tiene 40.000 combatientes en Gaza, el mismo número de antes de los ataques del 7 de octubre de 2023
El ejército considera que el movimiento islamista ha reclutado a miles de milicianos y que aún conserva gran parte de su estructura militar
El ejército de Israel calcula que Hamás sigue contando con unos 40.000 combatientes, cifra similar a la que tenía antes del inicio de la guerra en Gaza el pasado octubre de 2023. La información la publicaron el domingo múltiples medios de comunicación israelíes, citando fuentes del ejército que no identificaron.
Según estas fuentes, la milicia palestina todavía retiene parte importante de su estructura militar. El medio israelí Haaretz apunta a que Hamás aún cuenta con un arsenal de miles de cohetes de corto alcance y con buena parte de la red de túneles, que se cree que antes del inicio de la guerra se extendía por más de 500 kilómetros subterráneos. Siempre según las informaciones citadas, los islamistas mantienen operativa una “extensa” red de pasadizos por debajo de la ciudad de Gaza y de la sureña Jan Yunis, así como por debajo de algunos campos de refugiados.
Hasta el pasado marzo, el ejército israelí —entonces comandado por Herzi Halevi— sostenía que Hamás ya no era una fuerza militar operativa, y que solo existían comandos independientes que lanzaban ataques esporádicos. La llegada ese mes de su sucesor, Eyal Zamir, ha traído nuevos cálculos. Ahora, Israel considera a Hamás una fuerza todavía funcional y con capacidad de coordinación interna.
Bajo el liderazgo de Zamir, el combate contra Hamás ha traído nuevas tácticas. Altos cargos del ejército explican en la prensa israelí que ahora se dispara con mayor potencia de fuego y que se apunta contra edificios de la infraestructura gubernamental del movimiento islamista. Desde que Israel terminara la tregua de manera unilateral el pasado 18 de marzo, las tropas israelíes han lanzado un total de 2.900 bombardeos contra el enclave.

Según las fuentes del ejército, para esos ataques se ha obtenido asesoramiento legal para cumplir con el derecho internacional. Esas normas prohíben, por ejemplo, los bombardeos contra zonas residenciales densamente pobladas como es el caso de Gaza y los ataques indiscriminados en los que puedan morir civiles. Especialmente si, como en el caso de una gran parte de las víctimas de la Franja, son niños.
La lucha contra las capacidades restantes de la milicia también se cuentan entre los objetivos prioritarios de la nueva ofensiva militar israelí, bautizada como Carros de Gedeón. Esta operación prevé tomar el control del 75% del territorio durante los próximos dos meses, mientras que reubica la totalidad de la población de la Franja en tres zonas particulares: la ciudad de Gaza, los campos de refugiados ubicados en el centro del enclave y la zona de Al Mawasi, antes definida como humanitaria, aunque Israel nunca ha dejado de bombardearla.
Los planes del ejército israelí podrían partir de la idea de que esa evacuación masiva de población empuje a Hamás a un estado de colapso y de crisis de gobernanza que le fuerce a negociar una tregua en los términos deseados por Israel.
Los nuevos cálculos del ejército israelí parecen seguir la misma proporción citada anteriormente por representantes de Estados Unidos. En enero de 2025, la inteligencia estadounidense estimó que Hamás había sido capaz de reclutar entre 10.000 y 15.000 combatientes durante los 15 meses de guerra anteriores. Aquello, según Washington, compensaba la cifra similar de milicianos que el grupo había perdido durante el mismo periodo.
En ese momento, las mismas fuentes indicaron que muchos de los nuevos reclutas que cogieron las armas entre bombardeos eran jóvenes que carecían de formación de combate. El pasado 14 de enero, el entonces secretario de Estado de la Casa Blanca, Antony Blinken, advirtió que el conflicto podía estar ante “una receta para la insurgencia duradera y para la guerra perpetua”.
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