Alta tensión durante la noche en Torre Pacheco:“Si los ultras te cogen solo, te machacan”
El Gobierno despliega 50 policías para evitar nuevos ataques contra los inmigrantes tras dos días de violencia


Un fuerte dispositivo policial se ha desplegado durante la noche del domingo en la entrada del barrio de San Antonio, en el municipio murciano Torre Pacheco, en el que durante el viernes y el sábado se vivió la persecución a inmigrantes marroquíes por parte de ultras llegados de fuera del pueblo.
Pese al enorme despliegue, el miedo se ha vuelto a sentir otra noche más en los barrios del municipio. Cuando parecía que la jornada se iba a saldar sin que aparecieran los grupos de ultras a perseguir a los inmigrantes, sobre las 23.00 finalmente han empezado a hacer incursiones violentas en puntos apartados, lejos del cinturón de seguridad que habían instalado la Policía local y la Guardia Civil. Decenas de hombres vestidos de negro y con cascos de motocicleta han ingresado a un local de kebab armados con bates y han reventado parte del establecimiento. Los vídeos de ese ataque han empezado a llegar a los móviles de vecinos marroquíes que estaban concentrados en el barrio de San Antonio y se han enfrentado a la Policía, que ha cargado contra ellos.
La Delegación del Gobierno ha informado de que ya se ha producido la detención de seis personas ―cinco españoles y un magrebí― por agresiones, daños y altercados en el operativo policial desplegado. Este domingo las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado han detenido a cinco personas, todas de nacionalidad española, que se suman al magrebí detenido ayer. Tres de los detenidos, lo han sido por agredir a un menor marroquí y por causar daños al equipo de sonido de un periodista; dos más fueron arrestados mientras deambulaban en grupo por la vía pública portando cascos de bicicleta de forma sospechosa.
Una docena de camionetas, furgonetas y coches de policía han flanqueado las calles de acceso al barrio y más de medio centenar de agentes de la Guardia Civil y la Policía local han formado un cinturón de guardia. Detrás de ellos, decenas de habitantes de esas calles se han concentrado con el miedo a sufrir otra noche de terror.

Nabil, de 31 años, ha acudido a la concentración improvisada. Se dedica a cortar melón, como muchos otros de los inmigrantes en el pueblo. “Estamos aquí porque tenemos miedo”, lamenta. Teme irse a su casa solo y ser atacado en el camino. “Si te cogen a ti solo, te van a machacar”. Le duele ver lo que está pasando en su pueblo, en el que nunca ha tenido un problema con sus vecinos. Dice que los demás, igual que él, sólo quieren trabajar. “Nosotros no queremos jaleo”, dice. En las ventanas y los balcones, los demás vecinos observaban.

La zozobra por un nuevo episodio de horror se ha mantenido casi hasta las 23.00. Los ultras no han aparecido y ya entonces los habitantes del barrio han empezado a dispersarse de regreso a casa. En canales de Telegram sigue circulando una convocatoria para perseguir inmigrantes el próximo martes. La Guardia Civil y la Delegación del Gobierno han confirmado este domingo que los disturbios del sábado se saldaron con cinco heridos, cargas policiales y un detenido por lanzar objetos.
Tanto las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, como las autoridades han hecho un llamamiento a la calma, a seguir la información en fuentes oficiales y a evitar la propagación de bulos y de falsedades en redes sociales que contribuyen a la desinformación. Por ello, están realizando una monitorización permanente de las redes sociales para identificar y detener a las personas y grupos que están alentando la organización de altercados. Grupos de ultraderecha han aprovechado la agresión contra un anciano (fechada el pasado miércoles y aún sin esclarecer) para relacionar la inmigración con la delincuencia y la violencia, acusando al Gobierno de ser incapaz de mantener la seguridad en las calles. Desde hace días circulan en redes mensajes de odio contra la población magrebí, especialmente dirigida a las familias marroquíes de esa localidad murciana.
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