Los mejores quesos, dulces y bebidas de 2025
El equipo de El Comidista elige sus comestibles favoritos del año para el aperitivo, para el desayuno o la merienda o para brindar

Cuando se acaba el año en curso, desde El Comidista lanzamos nuestra ya clásicas listas de productos favoritos. Bebibles y comestibles que nos robaron corazón y estómago en 2025, nos enamoraron, estuvieron a nuestro lado en días poco inspirados o nos ayudaron a mejorar los platos más sosainas. Empezamos por quesos, embutidos, vinos y dulces que han hecho tilín a varios miembros del equipo, por si contribuyen a alegrar vuestras mesas navideñas (o sirven como inspiración para regalar a cualquiera que disfrute de comer y beber bien).
Quesos y embutidos
Doña Morcilla Picofino
Ruben Galdón arranca con un clásico reinventado y maridado: la morcilla, en forma de bloque en lata con gelatina de vermut, de Picofino. “En Picofino no sólo bordan la ginebra, el vermú y las cremas de ginebra. Además llevan un tiempo sacando productos en los que el vermú esté presente de una u otra manera. Arriesgando, pero con atino. Ahí están sus mejillones con escabeche de vermú o su gilda con vermú”, cuenta Galdón, que nos invita a quitarnos las dudas de encima: “Piensas en ello y dices, ‘uy, no sé yo’, pero los prejuicios saltan por los aires al probarlo”. Su producto más reciente es la morcilla con una gelée de vermú que le tiene totalmente enganchado, esperando ansiosamente su siguiente apuesta de riesgo. Precio: 9,90 euros la lata de 140 gramos en la web del productor.

Queso vegano de La Carleta
Aunque algunos tengamos nuestras reticencias a llamarlos “queso” –como la legislación europea, nos recuerda Beatriz Robles–, lo cierto es que estas opciones veganas cada vez están más logradas. La propia Beatriz ha quedado agradablemente sorprendida por los Ques’esos veganos de La Carleta, como nos cuenta ella misma. “Reconozco que iba con prejuicios, porque otras imitaciones vegetales de productos de origen animal no me convencen pero, por motivos laborales, los he probado y oye, sorpresa: sabor intenso y textura indistinguible de un queso ‘de verdad’”. Nos insta a probarlos, pues “tienen su punto y me parece una manera interesante de aportar sabores distintos (y de retar a esos comensales a los que lo vegetal les parece sin sustancia y woke)”. Precio: 8,90 euros los 150 gramos de queso azul, 7,90 los 170 de ahumado al pimentón o el de trufas y setas, por ejemplo, en su propia web.

Queso Cerrato Umami Curado
Descubrí el Cerrato Umami durante una visita a la, para mí, desconocida Palencia, guiada por el poeta y antropólogo Héctor Castrillejo. El Cerrato Umami es un queso sin pretensiones, pero tiene una textura y sabor muy agradables en boca que le han valido varias distinciones. Se elabora a partir de leche de oveja y vaca y madura durante 105 semanas, a pesar de lo cual no pierde su cremosidad. Así, es un queso curado –como la mayoría de los que produce la cooperativa Agropal–, que tiene un sabor intenso que me recuerda, un poquito, a los quesos suizos. Buen sabor, y buen precio. Precio: 3,75 euros la cuña de 200 gramos en el supermercado BM.

Quesos de pasta blanda Xiros de Bisqato, La Cueva de Llonin y Terra de Airas Moniz
Nos dolería en el alma dejar fuera uno de los quesos de los que nos habla Andrea Núñez-Torrón Stock. “Yo he tenido muchos flechazos, pero sobre todo con quesos artesanos gallegos y asturianos”, confiesa. “El Xiros de Bisqato y La cueva de Llonin -que son, respectivamente, como un camembert gallego y asturiano-, y el Terra de Airas Moniz –mantecoso y menos conocido que su azul Savel, pero incluso más rico–”, han sido sus romances gastronómicos en 2025. “También ha sido un gran descubrimiento la mantequilla de esta última quesería”, relata. Precio: Xiros de Bisqato, 10,50 euros la pieza de 200/250 gramos. La Cueva de Llonin, 6,80 euros. Terra Airas Moniz, 12,90 euros la pieza de 250 gramos En tiendas especializadas.

La varia de Can Company
“Los embutidos cocidos me gustan casi más que los curados, supongo que por aquello de que la cabra tira al monte y Cataluña es tierra de bulls, botifarres y similares”. Así nos introduce Mònica Escudero uno de sus embutidos preferidos de 2025, la varia de Can Company. “Es una delicia de las muchas que hace Xesc Reina, genio charcutero, con carne de cerdo marinada en queso de Mahón con hierbas aromáticas”. Buenos trozos de carne de calidad, aromas a campo y el queso que hace que “consigas una capita crujiente deliciosa cuando pasas unas rodajas por la plancha”, detalla. Precio: 8,95 euros la pieza de 350 gramos aproximadamente en la web de Can Company.

Relleno de BordaXaki
Hasta la Navarra más profunda nos lleva Mikel López Iturriaga, para contarnos su último gran descubrimiento porcino: el relleno de BordaXaki. “Este pequeño obrador artesano de Otsagabia no solo cría euskal txerri (raza autóctona de cerdo), sino que elabora excelentes productos con ella". Mikel jura que sus chistorras son fantásticas, pero por su peculiaridad destaca el relleno. “Este producto típico de la zona se podría describir como una morcilla de arroz sin sangre, pero con huevo y tocino. Frita, con salsa de tomate o con pimientos es todo sutileza, y demuestra que no todo tiene por qué ser contundencia en el mundo de los embutidos”. Precio: 12,10 euros el kilo en la tienda de BordaXaki.

El momento dulce
Miel de castaño O Poder de las Flores
Por O Poder de las Flores –el poder de las flores– nos trasladamos hasta Galicia de la mano de Jorge Guitián, que nos recomienda la miel de castaño de esta pequeña y muy cuidada explotación en Alfoz (Lugo). “Tienen sus colmenas en grupos pequeños para no sobreexplotar el entorno en el que las instalan, en diversos lugares de la Serra do Xistral y la Reserva de la Biosfera del Río Eo-Oscos-Terras de Burón, en el norte de Lugo”, nos cuenta. Añade que “están amparados por la IGP Mel de Galicia y en los últimos cuatro años han recibido cinco medallas en las catas oficiales de mieles de Galicia”. Guitián la describe como “intensa, con un punto casi salino y un aroma a madera recién cortada sorprendente”. Precio: el tarro de 400 gramos vale siete euros y se puede comprar online a través del propio productor.

Maychoco, chocolate con leche con queso de cabra payoya y pan de higo
Lakshmi Aguirre recomienda este chocolate con leche de Maychoco de “dos empresas artesanales malagueñas de diez que se han unido para elaborar estas onzas súper curiosas en la que los ingredientes, sorprendentemente, encajan a la perfección gracias al pan de higo (higos secos, almendras, canela, matalahúva)”, relata. “Muchísimos matices y texturas. Los quesos de Crestellina no fallan y las tabletas de Maychoco tampoco, así que esto era éxito asegurado”, añade. Precio: nueve euros la tableta de 70 gramos en la web de Maychoco.

Marañuelas de San Félix
Puede que nunca te aprendas el nombre, pero te las apañarás para encontrarlas, a tenor de lo que nos cuenta Mikel López Iturriaga. Las Marañuelas, explica, son unas galletas asturianas que no caben, ni quieren caber, en una taza de té. “Típicas de Candás y Luanco, en la costa asturiana, nacieron para alimentar a los marineros en sus travesías (de ahí su forma de nudo). La mantequilla, el limón y una consistencia firme pero amable son sus armas para conquistar”, describe. “Una vieja conocida del consultorio Aló Comidista (La Diógenes del Tomate) vino a una presentación de mi libro en Oviedo y me dio a conocer las de la Panadería San Félix: apareció vestida igual que Kathy Bates en Misery, pero las marañueles estaban tan buenas que se me pasó el miedo”, rememora.Precio: 6,50 euros la bolsa de 500 gramos en Marañuelas San Félix de Candás.

Cereza 75% fruta Maribel
López Iturriaga continua con un untable dulce de los de toda la vida. “Las marcas blancas no son famosas por su excelencia, pero en su catálogo puedes encontrar pequeños tesoros que reúnen calidad y buen precio”, reflexiona. “Esta especie de mermelada de cerezas de Lidl es un buen ejemplo: sabe mucho a fruta, no es excesivamente dulce, tiene un punto de acidez muy agradable y la textura es gustosa”. Muy recomendable para los que disfrutan con un poco de azúcar sin ser muy golosos. Precio: 1,65 euros el bote de 250 gramos en LIDL.

Mermelada de ciruelas imperfectas de Es Im-perfect
Como recomendador oficial de mermeladas de este año, López Iturriaga también destaca la de ciruelas de Es Im-perfect. “Me encanta porque no es en absoluto dulzona y conserva la acidez natural de la ciruela. Cosa lógica si miras la composición: 76% de fruta y sólo un 23% de azúcar”. El periodista recuerda que los productos de esta marca no solo están buenos, sino que hacen el bien: “Trabajan con frutas y verduras de proximidad descartadas por tener imperfecciones, y encima emplean a personas en riesgo de exclusión social”. Precio: 23,10 euros la caja de seis tarros de 240 gramos en su web.

La hora del brindis
Tinto Sin Blanca de El Hato y el Garabato
Conocí los vinos de El Hato y el Garabato durante una visita a la Zamora más lejana, la que linda con Portugal en los Arribes del Duero, uno de los parajes naturales, para mi, más bonitos de España. Hasta aquí llegaron en 2015 Liliana Fernández y Jose Manuel Beneítez en busca de antiguas variedades de uva autóctona. Creían que el aislamiento podía haber protegido a esta zona de la invasión de tempranillo, garnacha y chardonnay acaecida en otros lugares de España. Acertaron: encontraron viñas de entre 80 y 120 años con variedades cuyos nombres cuentan historias del lugar. Su primer vino tinto fue el Sin Blanca, un vino floral, con notas silvestres, aterciopelado y de grado alcohólico moderado. Sin levaduras, sin filtrar ni clarificar, Robert Parker le ha adjudicado ni más ni menos que 93 puntos. Precio: el de 2018 cuesta 17,50 euros en su web.

Vino macabeu de Larural
Escudero nos habla también de un vino, en este caso de Tarragona. Concretamente en el Alt Camp se encuentra La Rural, bodega que elabora un blanco del que nuestra coordinadora se declara fan. “Un 100% Macabeu de viñas viejas, macerado con sus pieles, con ese punto de acidez y frescura que, junto a su baja graduación –baja para tratarse de un vino, no deja de tener casi 10 grados–, lo hace agradabilísimo”, explica. “La Rural es una bodega del Alt Camp que trabaja con otras uvas que me gustan mucho como Sumoll o Parellada, siempre con fermentación espontánea y levaduras autóctonas”, detalla. Precio: 13,40 euros la botella de 2023, 13,70 euros la botella de 2024 en tiendas online especializadas.

Vino cartoixà vermell Partida Creus
“La Cartoixà o Xarel.lo Vermell es una mutación del Xarel·lo, de piel más gruesa –lo que hace que se vendimie más tarde– y algo rosada”, explica Escudero de este vino. “Con ella se suelen hacer blancos brisados y vinos naturales tan ricos como este de Partida Creus que probé por primera vez en una cena que organizaron con pizzas de Gina Balmesina”. Recientemente ha vuelto a caer en sus manos gracias a su amigo Massimo Morbi, seguramente la persona más apasionada por los vinos naturales y otras cosas que fermentan que conoce. “Tampoco llega a los 10 grados, es aromático, fresco, ligero y poco más hay que decir si has probado algún otro vino de su bodega; no hay nada de lo que hacen que no esté rico”, acaba. Precio: a partir de 21 euros en tiendas especializadas.
Mediterranean IPA sin alcohol de Althaia
Una IPA sin alcohol lograda es, sin duda, motivo de inclusión en esta lista. Nos lo cuenta Mikel López Iturriaga: “Los consumidores habituales de cerveza sin alcohol nos hemos pasado años conformándonos con versiones insulsas de la bebida original, pero las cosas están cambiando. Por fin existen variedades ‘sin’ tan satisfactorias como esta IPA de la cervecera artesana alicantina Althaia”, relata, aliviado, nuestro director. “Tiene cuerpo, sabor y amargor suficiente para no echar de menos el alcohol, y por algo fue la ganadora en nuestra última cata de cervezas sin alcohol”, nos recuerda. Precio: 32 euros el pack de 12 botellines de 33 centilitros en la web del fabricante.

Pulco de cítricos variados
“En materia bebible, este año he despuntado con alegría un vicio que se inició en un viaje rápido a Francia”, apunta Daniela Santos. Se trata del Pulco, un concentrado de limón “sin azúcares añadidos, edulcorantes, colorantes ni conservantes”, que diluye en agua o agua con gas. Además del clásico de limón, en Francia también lo hay de lima “la he probado y es espectacular” explica Santos con entusiasmo, “de naranja sanguina, pomelo o jengibre”. Este año ha descubierto con alegría que está en supermercados nacionales, y ya no tendrá que emigrar para disfrutar su bebida favorita. Precio: alrededor de 4,50 euros la botella de 700 mililitros.

¿Tienes algún descubrimiento que añadir a la lista? Cuéntalo en los comentarios y lo añadiremos a nuestra carta a los Reyes Magos.
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