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Huelga en los jardines de Vitoria, la ciudad más verde de España

“Nunca hemos estado en una situación así”, admite el Ayuntamiento tras más de 50 días de paro indefinido de los jardineros de los parques de la ciudad

Un hombre pasea con su perro por los jardines de la calle Oceano Pacífico del barrio de Zabalgana de Vitoria.

El crío, que no tendrá más de seis años, acaba de salir del coche que han aparcado sus padres y señala las asilvestradas hierbas que hay en los jardines de al lado. “Esta hierba hay que cortarla”, dice. Un poco más adelante, una mujer reprende a una niña: “No te metas ahí que está lleno de garrapatas”. Al lado pasan dos adolescentes en bici con su propia jerga: “La gracia esta de los jardines, ya”. Junto al centro cívico Lakua, en el barrio de Sansomendi de Vitoria, no se habla de otra cosa: la selvática evolución que han tenido los parques de la ciudad desde que se inició la huelga indefinida de los jardineros el pasado 26 de marzo.

Vitoria, apodada la Green Capital después de ser designada Capital Verde Europea 2012 por la Comisión Europea, es una de las ciudades con más zonas verdes de España (42 metros cuadrados por persona) y, desde hace unas semanas, probablemente esté en el top de los jardines con hierbas más altas y frondosas. Algunos vecinos comentan que tanto florecimiento espontáneo y descontrolado ha embellecido ciertos parques, pero en las últimas semanas las malas hierbas están ganando terreno. En el Ayuntamiento crece la preocupación. “En Vitoria nunca hemos estado en una situación así”, reconoce Beatriz Artolazabal, la concejala de Espacio Público.

El estado de los parques de Sansomendi lo describe un vecino de la zona, Luis Carreño, de 76 años, que pasea por el barrio de Zabalgana a su perro Kas. “A los perros pequeños la hierba los cubre enteros”, dice mientras pasea por un área donde la altura no es tan intimidante. “Estos días que ha llovido es criminal”, apunta. Un par de manzanas más adelante hay pegatinas en las farolas que avisan de la presencia de garrapatas entre la vegetación desmandada que se va comiendo el asfalto de un carril-bici. Es época de garrapatas, pero desde que los jardines están como están, la presencia de estos parásitos en perros ha crecido en la ciudad.

En el Hospital Veterinario de Vitoria, que ofrece un servicio de 24 horas, confirman que en las últimas semanas han vivido algún repunte en cierto tipo de casos de urgencia. “Este mes ha habido más urgencias de lo normal en reacciones alérgicas o enfermedades transmitidas por garrapatas, intoxicaciones y sospechas de mordeduras de víboras o culebras”, señala Uzuri Díaz de Alda, veterinaria del centro. “Las garrapatas al final son animales que se ponen en las puntas de la hierba, y cuanto más alta esté la hierba más altas van a estar esas garrapatas y antes van a poder llegar a los animales”. Estos parásitos transmiten enfermedades que pueden llegar a “poner en peligro la vida del animal”. En la clínica veterinaria Ariznabarra, por su parte, la situación es “más o menos como siempre”, cuenta Roberto Pascual, que subraya lo extendidos que están los tratamientos parasitarios preventivos.

En la clínica Wecan de Salburua —un barrio rebosante de zonas verdes— lo que más se están encontrando son accidentes por cortes o heridas que se hacen los animales cuando se adentran en los matorrales altos que han crecido en muchas parcelas y se cortan con palos o cristales que no ven. “Y eso que ahora está todo verde, pero en el momento en que salga el sol y todo esto se convierta en espigas, ahí no quiero ni pensar lo que va a pasar con las espigas, que se meten por orejas, por ojos, por genitales, se meten por todos los sitios”, advierte Marisol Cuenca, al frente de la clínica y vicepresidenta del Colegio Oficial de Veterinarios de Álava. Otro escenario probable: las heces que no se han recogido y permanecen ocultas, y saldrán a la luz cuando haya que adecentar los parques.

Protesta de dueños de perros por la situación de los parques de Vitoria.

La situación ha llevado incluso a la convocatoria por parte de los trabajadores en huelga de una inédita “concentración canina” frente al Ayuntamiento de Vitoria para reclamar unos “parques habitables para nuestros perros”. Decenas de canes con sus dueños acudieron a la cita y los ladridos se sumaron a los gritos de reivindicación de los jardineros. “Los parques de Vitoria están hechos una porquería por la hierba alta y no vemos lo que puede haber debajo, los llevamos con mucho cuidado”, contaba José Mari que se había acercado a la protesta junto a su perra Lua. Jagoba, a cargo de Beltza y Aratz, explicaba que “cuando las acercas a la campas por las que solían andar habitualmente, se chocan con la manta de rastrojos y no avanzan”. El Ayuntamiento de Vitoria admite que “los jardines están en unas condiciones cada vez peores”, pero descarta problemas sanitarios.

La huelga que arrancó a finales de marzo ha sido convocada en Enviser, la empresa privada contratada por el Ayuntamiento de Vitoria para el mantenimiento de los parques y jardines de la ciudad, además del Anillo Verde que rodea al casco urbano. Los sindicatos ELA, ESK y LAB reclaman un convenio propio que mejore las condiciones de su 85 trabajadores para reducir la brecha que hay abierta con los jardineros que forman parte de la plantilla de empleados públicos del Ayuntamiento. Según los sindicatos, los operarios de Enviser cobran en torno a 10.000 euros anuales menos que los jardineros municipales y trabajan 100 horas más al año.

No es la primera vez que el Ayuntamiento de Vitoria vive un conflicto de estas características en el que servicios municipales esenciales son adjudicados a empresas privadas que no ofrecen condiciones laborales adecuadas a sus trabajadores. “Nuestra única función es la de ser mediadores en un conflicto en el que la empresa y los trabajadores tienen que llegar a un acuerdo. Ellos son al final los que tienen que negociar, nosotros como Ayuntamiento no podemos meternos en esa negociación. Podemos empujar, impulsar, mediar, pero yo no me puedo meter en la negociación”, ha declarado la concejala de Espacio Público, Beatriz Artolazabal. Los sindicatos, por su parte, consideran que el Ayuntamiento puede presionar mucho más a la compañía: “O defiende los intereses de multimillonarios estadounidenses, propietarios de la empresa, o defiende los intereses del conjunto de la ciudadanía afectada por la falta de mantenimiento de los parques y jardines, y de sus trabajadores y trabajadoras”. Enviser ha declinado hacer declaraciones a este periódico.

La concejala Beatriz Artolazabal ha mantenido reuniones por separado con empresa y trabajadores y les ha emplazado en las últimas semanas a alcanzar un pacto que cierre el conflicto: “La situación se empieza a complicar y los ciudadanos necesitamos que a la mayor brevedad se pueda llegar a un acuerdo”. Sin embargo, la última oferta realizada por la empresa ha sido rechazada por la plantilla. La huelga —con un seguimiento muy mayoritario— continúa y el consistorio ha dejado de pagar a la empresa por los trabajos no realizados. La cifra va a llegar en breve al medio millón de euros, explican fuentes municipales. La vegetación en los jardines sigue creciendo.

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