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ORGULLO LGTBIQ+
Tribuna
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Madrid libre y Orgullosa

Los madrileños y madrileñas han demostrado, año tras año, que el Orgullo es una seña de identidad de nuestra ciudad

Pregón Orgullo 2024, en la plaza Pedro Zerolo.

Madrid vuelve a teñirse de los colores del arcoíris con la llegada del Orgullo LGTBI+, una de las celebraciones más importantes de la ciudad y una de las manifestaciones más emblemáticas del mundo en defensa de la igualdad, la libertad y la diversidad.

Lo que comenzó hace décadas como una protesta valiente contra la discriminación y la invisibilidad del colectivo, hoy es también una gran fiesta ciudadana, abierta y plural, que refleja el espíritu acogedor de una ciudad que ha hecho de la diversidad su seña de identidad.

El Orgullo de Madrid es mucho más que un evento festivo: es una cita con la memoria, una reivindicación constante de los derechos conquistados y un altavoz para las demandas que aún quedan por conseguir.

Precisamente este año celebramos que hace dos décadas de la aprobación del matrimonio igualitario. Aquel 30 de junio de 2005 marcó un hito importante, tanto para las personas LGTBI+ como para la sociedad en general, ya que posicionó a España entre los primeros del mundo en reconocer este derecho.

Un paso histórico del Ejecutivo de Jose Luis Rodríguez Zapatero, que, de la mano de la sociedad civil, permitió ampliar el matrimonio y la adopción a las parejas del mismo sexo, además de que contribuyó a visibilizar y normalizar la diversidad.

Veinte años después, en un momento en el que crecen los discursos de odio y retroceso en distintos rincones del mundo, el Orgullo de Madrid recuerda que no hay vuelta atrás en los derechos humanos. Que la igualdad no es una concesión, sino un principio fundamental de la democracia. Y que en esta ciudad no hay sitio para la intolerancia.

Estos días, el legado de referentes como Pedro Zerolo, del que se cumplen 10 años desde que nos dejó, sigue muy presente. El que fuera concejal del Ayuntamiento de Madrid, y activista incansable por los derechos LGTBI+, nos dejó frases que hoy siguen resonando con fuerza: “Madrid es una ciudad donde cabemos todos, todas y todes. Una ciudad que no pregunta a quién amas, sino si amas en libertad”.

Su figura es símbolo de un orgullo que no se esconde, que no se avergüenza y que se celebra con dignidad.

El Orgullo de Madrid es también una oportunidad para visibilizar las múltiples realidades de las personas LGTBI+: mayores, migrantes, jóvenes, personas trans, bisexuales o no binarias, todas con historias diferentes, pero con un mismo deseo de ser reconocidas y respetadas. En esa diversidad está la riqueza del movimiento. Y en su lucha, la fuerza de una sociedad que avanza.

Los barrios se suman a la fiesta, los comercios decoran sus escaparates, y las instituciones lucen la bandera LGTBI+, todos menos el Ayuntamiento de Madrid, con su alcalde a la cabeza, que, sumido en una melancolía de otros tiempos, parece tener fobia a la bandera arcoíris y a participar en los actos organizados estos días en nuestra ciudad. Almeida se pierde en su amargura la celebración que reivindica que vivir en una ciudad abierta es una garantía para todos sus ciudadanos.

Los madrileños y madrileñas han demostrado, año tras año, que el Orgullo es una seña de identidad de nuestra ciudad. De quienes entienden que los derechos de unos son los derechos de todos. Que celebrar el amor, la identidad y la libertad de los demás no resta, sino que enriquece.

Como diría Pedro Zerolo: “El Orgullo es la vacuna contra el odio”. Y hoy, más que nunca, necesitamos seguir vacunándonos. Con alegría, con conciencia, con memoria y con compromiso.

Este año, salgamos a las calles con más fuerza que nunca. Nos vemos en la manifestación.

Feliz Orgullo, Madrid.

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