Salvador Illa alaba las oportunidades de negocio en China para paliar el efecto arancelario en EE UU
La Generalitat busca seducir al gigante asiático para replicar los réditos que antaño dio la buena sintonía con Japón


Ante el fastidio arancelario norteamericano, la oportunidad china. El presidente de la Generalitat Salvador Illa ha hecho un llamamiento para que las empresas catalanas atiendan a la ocasión de negocio que se avecina en la potencia oriental, más aún cuando Estados Unidos ha fijado el pago de gravámenes para los productos que provengan de la Unión Europea . “Hace falta diversificarnos y abrirnos a nuevos mercados. En este caso, al mercado chino”, ha señalado el president este lunes desde Pekín, donde ha mantenido una reunión con el Consejo Chino para la Promoción del Comercio Internacional (CCPIT). Se trata de una institución, según ha concretado el Govern, que depende del Ministerio de Comercio chino y ostenta el principal rango del país para la promoción de las relaciones comerciales y económicas. Illa se ha entrevistado con Ren Hongbin, presidente del CCPIT, y le han acompañado los consejeros de Empresa, Miquel Sàmper, y Exteriores, Jaume Duch, además del presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, Josep Santacreu.
El departamento de Empresa de la Generalitat mantiene que, de manera directa, los aranceles norteamericanos penalizan poco a las empresas catalanas, a excepción del sector de la cosmética y a algunos productos agroalimentarios. Pero las afectaciones sí pueden ser mayores a nivel indirecto, es decir, que caiga la demanda de clientes europeos que compran bienes a Cataluña para transformarlos y, luego, exportarlos a Estados Unidos. Illa advierte que es menester activarse: “Tenemos que seguir manteniendo las cuotas de mercado y adaptarnos al nuevo entorno pero, además, abrir nuevos mercados”, ha dicho desde Pekín, en el marco de su gira oficial por China. También ha tenido un contacto oficial con el viceministro del departamento Internacional del Partido Comunista chino, Ma hui.
Las declaraciones de Illa llegan después del acuerdo de la Unión Europea con la administración Trump para aplicar un arancel del 15% a los bienes de la UE que se exportan a Estados Unidos. El gravamen es la mitad del 30% con lo que había amenazado Trump, pero eso no resta carga al asunto. Un mal menor no deja de ser un mal para las empresas europeas que buscan vender al otro lado del Atlántico. También para las catalanas. En ese sentido, la Generalitat subraya la conveniencia de virar el foco empresarial catalán y apostar por las posibilidades que ofrece China. Tanto para vender allí, el mercado es monumental, 1.300 millones de consumidores, el triple de gente de la que habita en la suma de todos los países de la UE, como para captar inversiones para Cataluña.
Según ha manifestado el president de la Generalitat, china es un mercado con “peculiaridades” pero que reporta satisfacciones para aquellos que se atreven a dar el salto. “Hay empresas catalanas que están haciendo muy buen trabajo aquí, han sabido introducirse bien y entender la idiosincrasia del país”. Durante su gira por el país asiático, la delegación catalana ha visitado las instalaciones en Pekín de Roca, la multinacional de sanitarios, ha tenido un encuentro con el grupo Damm, Illa cenó el domingo con el director general de la empresa Jorge Villavecchia, y se verá en Shanghái con los directivos de Ficosa.
“Tenemos que dar todo el apoyo del Govern de Cataluña”, ha apuntado el president, aludiendo a las compañías que buscan abrirse camino en China.
Las exportaciones catalanas a China representan 1.800 millones de euros anuales, y los principales productos expedidos es la carne de cerdo, componentes plásticos y maquinaria. Las importaciones a Cataluña de productos chinos rondan los 15.000 millones de euros. El president dice marcarse como objetivo poder tener “relaciones equilibradas”.
Sobre las posibilidades de captar inversiones chinas para Cataluña, hay esperanzas puestas en el sector de la tecnología y los microchips. Acció, la agencia pública catalana para la competitividad de las empresas, señala que el gasto chino en R+D superará la de la Unión Europea y la de Estados Unidos, y en ese río busca pescar la Generalitat. Ser atractivos para que las compañías chinas que rastrean pista de aterrizaje en Europa, caigan en Cataluña. Desde el departamento de Empresa de la Generalitat se pone de relieve que China tiene ahora un brío expansivo que la asemeja a lo que representaba Japón a finales del siglo XX. Entonces, desde la presidencia de la Generalitat Jordi Pujol puso empeño en tener tratos con el país nipón y celebró inversiones de empresas como Honda, Yamaha o Sony. Incluso se llegó a reunir con el emperador Akihito.
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