Illa sale indemne de la comparecencia en el Parlament sobre la corrupción en el PSOE
El ‘president’ se abre a personarse en las causas sobre mordidas del ‘caso Cerdán’

Pese al verano, la previsión del tiempo marcaba este martes nubes negras para Salvador Illa en su comparecencia en el Parlament sobre la corrupción en el PSOE y su posible derivada catalana. Es verdad que un poco de viento, que vino de la mano de la explosión del caso del exministro del PP Cristóbal Montoro, ya había aligerado el cielo cargado. Pero la tormenta esperada nunca llegó y el president ha salido sin despeinarse de un paso por el atril que hace menos de un mes se ofrecía como un tornado y ha terminado en un debate que, salvo algún exceso verbal, pasará a la historia parlamentaria como un día más de lluvia fina. “Ni yo ni nadie de aquí teníamos conocimiento alguno”, ha defendido Illa, que se ha abierto a estudiar medidas como, por ejemplo, personarse en las causas sobre mordidas del caso Cerdán.
La tormenta no ha llegado, entre otras cosas, porque tras semanas calentando el ambiente, el Partido Popular ha terminado por modular la virulencia de sus señalamientos. Hace 20 días, en la sesión de control, los populares compraron directamente conjeturas periodísticas que daban por hecho la relación de Illa con Xiaojuan Li, una empresaria china que supuestamente está en búsqueda y captura en su país y la dueña de una empresa a la que se le compraron mascarillas durante la pandemia. Li, según esas publicaciones, sería “Chili”, un personaje mencionado en una conversación interceptada por la Guardia Civil a Santos Cerdán y Koldo García y que supuestamente hablaba por Signal con “Salvador”.
El jefe de filas del PP, Alejandro Fernández, ha aparcado esa vía de ataque y se ha centrado en la supuesta responsabilidad política del exministro de Sanidad. “No hay ninguna investigación contra usted pero si hay una responsabilidad política in vigilando”, ha defendido el líder del PP, respecto a la actuación de García en la compra de mascarillas durante la pandemia. “Dejó que entrar hasta la cocina del ministerio y se hicieran con el control de las contrataciones”, ha añadido.
Illa le ha respondido recordando que se han abierto -y cerrado- un total de 73 procedimientos de fiscalización sobre la compra de material sanitario durante la pandemia. “No ha habido ninguna responsabilidad, penal, contable o administrativa”, ha enfatizado el president. El jefe del Govern ha pedido que no se usen “rumores” para atacar en la friega política y ha invitado a quien tenga una prueba en su contra la ponga sobre la mesa.
“No existe ningún indicio, ninguno, que relacione ninguna actuación ilegal de estas personas ni con el Govern ni con el PSC. Y lógicamente, ni yo ni nadie de aquí teníamos conocimiento alguno”, ha insistido Illa. “No sé quien es el Chili”, le ha respondido enfáticamente al líder de Vox, Ignacio Garriga, que sí ha insistido en ese punto durante su intervención.
Y al jefe de filas de Esquerra, Josep María Jové, Illa le ha prometido que, de salir salpicado algún miembro del Govern, se llegaría hasta el final ”afecte quien afecte y caiga quien caiga". El republicano, antes, le había advertido: “Si las legislaturas se acaban antes de tiempo será su única responsabilidad: por la corrupción o por los incumplimientos”, ha dicho.
“Creo en la bondad de la política pero no voy con el lirio en la mano. Hay personas honestas y honradas que con el poder se corrompen”, ha asegurado un Illa que ha querido intentar desde el principio sacar el debate de un “tu más” con el Partido Popular y encuadrarlo en el enaltecimiento de la labor de los servidores públicos, señalando a unas pocas manzanas podridas como el centro del problema. Eso ha generado una repuesta enérgica de los comunes y de la CUP, que le han respondido que no todos los partidos son lo mismo. “La corrupción cero existe”, le ha esperado el portavoz de Comuns, David Cid, al president.
Illa, que ha aprovechado también para hacer una defensa cerrada de la gestión hecha por Pedro Sánchez ante el caso Cerdán, ha cogido el guante de la propuesta de Junts per Catalunya, que por cierto fue el proponente de la comparecencia: ha anunciado que estudiará personarse como acusación particular en la causa de presuntas comisiones ilegales en la obra soterramiento de las vías del tren en Sant Feliu de Llobregat (Barcelona). Según el informe de la Guardia Civil, fue una de las adjudicaciones donde Koldo García pidió comisiones. También se estudiarán otras medidas propuestas por los Comunes, como incorporar la inteligencia artificial en el control de la contratación pública o aumentar de dos a cinco años el periodo de incompatibilidad de los cargos públicos para trabajar en empresas del sector con el que estuvieran vinculadas.
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