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El caso Montoro da aire a Illa en su comparecencia en el Parlament sobre la corrupción del PSOE

El ‘president’ buscará confrontar a quienes pretenden “dilapidar la confianza en las instituciones”

El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, observa al líder del PP, Alejandro Fernández, en un pleno del Parlament.

Un invitado inesperado sobrevolará este martes la comparecencia del president Salvador Illa ante el Parlament para informar sobre los presuntos casos de corrupción vinculados al PSOE y su eventual afectación en Cataluña. La investigación judicial que ubica al exministro del PP Cristóbal Montoro en el centro de una trama de cobro de comisiones hará las veces de comodín para rebajar la presión sobre el también líder de los socialistas catalanes y que, explican desde su entorno, centrará su intervención en confrontar a quienes buscan “dilapidar la confianza en las instituciones”.

La comparecencia del president fue una exigencia inicial del PP, aunque la solicitud fue finalmente registrada por Junts per Catalunya. Los populares, a pocos días de ver transcrito su nombre tres veces en el informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil sobre el caso Cerdán, le exigieron respuestas parlamentarias a Illa, pese a que no hay acusaciones sobre el líder socialista. “Quien calla otorga”, le espetó el portavoz popular en el Parlament, Juan Fernández, durante las dos semanas posteriores en un cambio de estrategia de la formación: de criticar los pactos de Illa con los independentistas, el PP le vinculó directamente con la corrupción como ministro de Sanidad durante la pandemia.

Esta seguirá siendo este martes la estrategia de los populares en el Parlament, a tenor de lo anticipado este lunes por el portavoz del partido en Cataluña, Santi Rodríguez. “Esperamos que el presidente Illa, que ha negado conocer quién es el Chili, tenga la memoria algo más fresca sobre los contratos que hizo y con quién”, advirtió en una comparecencia. El Chili, cuya identidad es una incógnita, aparece en el informe de la UCO en un diálogo de Koldo García, exasesor del exministro de Transportes, José Luis Ábalos, en el que aseguraba que Illa mantenía conversaciones con él.

El propio presidente de la Generalitat ya negó hace un mes conocerlo, en un tenso diálogo con el presidente del PP catalán, Alejandro Fernández, en el hemiciclo. “Sus explicaciones son necesarias”, insistió en todo caso Rodríguez. Los populares compraron una tesis periodística que asegura que Chili es en realidad Xiaojuan Li, una empresaria china que supuestamente está en búsqueda y captura en su país y la dueña de una empresa a la que se le compraron mascarillas defectuosas durante la pandemia.

El ímpetu con que desde las filas del PP se quiere equiparar sanchismo con corrupción -y, en la derivada catalana, Illa con sanchismo- ha quedado tocado con las revelaciones sobre Montoro. Fuentes del Gobierno no entran en si ese nuevo caso de corrupción que afecta al PP y que nace irónicamente por una investigación a una empresa catalana hará parte del arsenal con que el president responderá al PP. La intervención se centrará, aseguran esas voces, en defender “la nobleza de la política frente a los discursos de ultra derecha que pretenden dilapidar la confianza en las instituciones”.

Pese a las buenas intenciones, poco garantiza que este choque dialéctico entre socialistas y populares se aleje del “tú más” que se ha visto por los casos de corrupción en otros foros, y eso inquieta al resto de formaciones por el impacto que puede tener entre la ciudadanía. Según el último barómetro del Centre d’Estudis d’Opinió (CEO), uno de cada cinco catalanes votaría a la ultraderecha en unas hipotéticas elecciones catalanas, fenómeno que los expertos atribuyen, en parte, precisamente a la corrupción de los partidos tradicionales. “Cualquier caso de corrupción va en detrimento de la democracia del país y de la confianza de la ciudadanía” advirtió la portavoz de Comuns, Aina Vidal. “Todo ello afecta a la hora de ir o no ir a votar”.

Vidal defendió que la corrupción cero “es posible” y pidió “medidas anticorrupción” ante los casos del PP y del PSOE. “Mientras no recuperemos la confianza y la credibilidad de la administración pública, los discursos de que la política no sirve para nada es caldo de cultivo para la extrema derecha. O la ciudadanía les votan a ellos o directamente no votan. Y sería un cambio de régimen que no nos lo podemos permitir”, analizó en la sede de su partido.

Desde las filas de Esquerra Republicana, el portavoz del partido, Isaac Albert, celebró que Illa tenga posibilidad de decir la suya en sede parlamentaria. “Para nosotros la corrupción es un elemento que condiciona la continuidad de la legislatura”, aseguró. ERC aboga porque se den las explicaciones y se tomen las medidas necesarias, pero ayer quitó presión sobre Illa, al evitar personalizar en él posibles denuncias de corrupción, aunque sí le interpeló como “portavoz” de la Moncloa.

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