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Los alcaldes del incendio de Torrefeta: “Pedimos que se nos escuche porque somos los que vivimos en el territorio”

Los ediles plantean a Salvador Illa una serie de medidas para tener un papel más activo en la lucha contra el fuego

Un helicoptero de los Bomberos apaga el fuego cerca en  el nucleo de Coscó.

“Para planificar bien el futuro de nuestro territorio, se debe escuchar más a la gente que vive en él” afirma el alcalde de Guissona, Jaume Ars. Esta es la premisa con la que alcaldes de la Segarra, el Urgell y la Noguera, afectados por el incendio de Torrefeta del pasado 1 de julio, piden tener un papel más activo en la toma de decisiones en situaciones de emergencia.

Los alcaldes reclaman al Govern que el territorio tenga más peso en la gestión y lucha contra el fuego y que se le escuche para prevenir futuros macroincendios como este que ha afectado a una superficie superior a las 5.000 hectáreas y ha sesgado dos vidas humanas.

Una frase que resume el espíritu del documento que han elaborado, con 21 puntos, que el lunes trasladaran al presidente de la Generalitat, Salvador Illa. “Pedimos que se nos escuche: somos los que vivimos y gestionamos el territorio” insiste la alcaldesa de Agramunt, Silvia Fernández, que reclama más reconocimiento para los representantes locales porque “la gente que mejor sabe lo que está pasando en un momento de emergencia es la que vive en él, que lo vemos al momento y lo padecemos”. La alcaldesa lamenta que, durante el incendio, cuando pidió a Protección Civil que decretara el confinamiento del municipio, no se hizo efectivo hasta más tarde, a pesar de ser la máxima responsable del Duprocim (el plan de Protección Civil Municipal que todos los ayuntamientos deben tener): “Cuando nosotros emitimos un aviso, lo hacemos porque es relevante; y si somos la máxima autoridad local se nos debe tener en cuenta”. Y además se quejan de que sin información clara ni acceso a la toma de decisiones no pueden informar a sus vecinos.

Plan de futuro

“El día del incendio me quedé a 50 metros de mi pueblo. Los Mossos me pararon y me dijeron que no podía pasar. Ni como alcalde, ni para ver a mi gente. Según para qué, me apartan a un lado” cuenta Santiago Cisquella, alcalde de Oliola, municipio que comprende una serie de núcleos como el de Coscó. Coscó se quedó sin luz al quemarse los postes eléctricos en la carretera que les une a Cabanabona. “Pedimos un grupo electrógeno, pero los bomberos no lo dejaron pasar por el riesgo de incendio. No se instaló hasta dos noches más tarde”.

El documento, además de mejoras en cobertura de telefonía en las comarcas de la Segarra y la Noguera porque hay vecinos que no recibieron la alerta del confinamiento, contempla la necesidad de mejorar la coordinación de los bomberos profesionales con los bomberos voluntarios, las ADFS, Forestal Catalana y alcaldes para dar una respuesta rápida y efectiva. “Cuando llegan unidades de bomberos de fuera necesitan de alguien que los guíen por una zona que les es desconocida. Nosotros sabemos por qué caminos llevarlos y donde están los accesos, para no perder tiempo y atacar enseguida el fuego” comenta Santiago Cisquella.

En Cabanabona, su alcalde Lluís Clotet, que vio como ardieron sus 300 hectáreas de cereal la mayoría todavía sin cosechar aboga por que los vecinos puedan gestionar márgenes de caminos y tengan autorización para poder hacer quemas controladas de vegetación, que ahora están prohibidas, “porque suponen tener las ribas limpias y esto actúa como cortafuegos”. Pide que se revise la ZEPA -figura de protección medioambiental- para que se pueda regar en este espacio protegido, a lo que los ecologistas ya han dicho que se opondrán. Y, apuesta, como el resto de los alcaldes, por recuperar el helipuerto de Tiurana: “Teníamos un helicóptero que podía estar sobre el fuego en dos minutos, y ahora está en Tremp” señala Cisquella

El canal Segarra-Garrigues transcurre en parte por las comarcas afectadas por el incendio de Torrefeta. Los alcaldes lo ven como un “recurso indispensable” para la lucha contra el fuego. No sólo piden que se elaboren un mapa de recursos hidráulicos disponibles en el territorio, geolocalizar puntos de agua y que se instalen hidrantes en las masías, sino que además se pueda contar con acceso al canal para coger agua y un sistema de riego activado en caso de incendios.

Un documento con 21 puntos con medidas vinculadas a los daños del incendio, a la coordinación y prevención ante el fuego y con un plan de futuro “para definir un mosaico agroforestal que reduzca el riesgo de incendios y proteja el territorio” que le fue entregado el miércoles pasado al secretario de Governs Locals de la Generalitat, Xavier Amor. “Hemos de coordinar todo esto y ver como lo hacemos”, dijo Amor que también añadió “que en momentos críticos de los incendios tener capacidad para que los equipos de emergencia puedan trabajar correctamente va por delante, y se tiene que entender”.

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