Sumar escenifica su malestar con el PSOE: “No son conscientes de la gravedad de la situación”
La reunión de crisis de la coalición fue un fracaso sin acuerdos y con reproches mutuos
La coalición entre el PSOE y Sumar vive un momento de extrema tensión por el escándalo de corrupción que ha explotado en el corazón de los socialistas y tiene a su último secretario de organización, Santos Cerdán, en la cárcel desde el lunes. La reunión entre el PSOE y Sumar para intentar pactar una serie de medidas ha sido un fracaso, sin acuerdos y con reproches mutuos, tanto que el grupo de Yolanda Díaz cree que los socialistas “no son conscientes” de la gravedad de la situación. A su vez, desde el PSOE también trasladan cierto malestar por el tono de Sumar, no solo fuera, ante los medios, sino dentro, donde han mantenido esa idea trasladada por Yolanda Díaz de que “la corrupción cero sí existe” porque su grupo nunca ha tenido casos cuando ha gobernado y los socialistas han sufrido varios en su historia.
Esto último sienta especialmente mal al PSOE, que cree que Sumar debería ser más leal en un momento tan difícil. En la reunión, según fuentes presentes, los socialistas reprocharon a Sumar las palabras de Díaz, que dijo que “ella no roba” y sus ministros tampoco, dando a entender que los del PSOE sí. Hubo intercambios de reproches, aunque se pudo reconducir la situación, muy tensa entre los socios.
El grupo de Díaz, por su parte, contesta que son los socialistas los que deberían entender la gravedad de la crisis y aceptar todas las medidas que les están planteando y que han hecho públicas en un extenso documento. En cualquier caso, nadie habla de ningún posible escenario de ruptura salvo que el caso Cerdán derivara en un asunto de financiación ilegal del PSOE, la línea roja marcada por Sumar. La tensión crece, pero fuentes de los dos grupos coinciden en que no está encima de la mesa ahora la ruptura de la coalición.
Sumar aprieta, pero no ahoga, aunque sí quiere que se aprueben las medidas que plantea y se dé un giro social a la legislatura. Desde el PSOE asumen que Sumar tiene mucha presión de sus votantes en un asunto muy sensible como la corrupción, pero creen que habría que bajar la tensión en la coalición y buscar una salida conjuntamente y sobre todo dejar de insinuar que los socialistas son corruptos porque ellos insisten en que la cuestión queda encapsulada al llamado “triángulo tóxico”.
Entre otras medidas, Sumar propone una ley integral anticorrupción que prohíba a las empresas condenadas en la última década por corrupción que puedan concurrir durante 20 años a concursos públicos. Además, plantean extender a 30 la inhabilitación para políticos penados por este tipo de delitos, expropiar bienes adquiridos por fondos ilícitos, una agencia independiente contra la corrupción y endurecer las penas por cohecho, soborno impropio y delito fiscal.
El portavoz de Sumar y ministro de Cultura, Ernest Urtasun ha comparecido tras el encuentro, de dos horas y media en el Congreso, y lo ha hecho con gesto severo y junto a representantes del resto de partidos de la coalición. Uno a uno, han ido mostrando su insatisfacción con el PSOE, que en la reunión ha estado representado por la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, y el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Rafael Simancas.
Urtasun ha exigido al PSOE que reaccione y le dé la importancia que entiende merece a la crisis que ha provocado la presunta participación en una organización criminal del ex secretario de Organización socialista, que hasta hace tres semanas desempeñó un papel crucial en Ferraz y como interlocutor de PNV, EH Bildu y Junts. La entrada de Cerdán en la prisión de Soto del Real este lunes ha dado una dimensión todavía mayor a la crisis. “Les hemos pedido que estemos a la altura y no parece que el Partido Socialista haya tomado todavía conciencia de la gravedad y de la urgencia de la situación”, ha afirmado Urtasun.
El portavoz ha explicado que su grupo ha presentado al PSOE “una hoja de ruta muy clara” para evitar que la legislatura “embarranque”, centrada en dos pilares: un paquete de medidas potente de lucha contra la corrupción y otro de medidas sociales “que permita que a la gente esta legislatura le valga la pena”. “Le hemos señalado el camino y ahora la pelota está en el tejado del PSOE”, ha dicho, señalando la comparecencia del presidente del Gobierno en el Cámara baja el próximo miércoles como fecha tope para tomar esas iniciativas. No ha llegado a afirmar qué decisión tomaría Sumar si Sánchez no las adopta, aunque ha reiterado que la voluntad del grupo de Yolanda Díaz, igual que la del PSOE, es terminar la legislatura.
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo no ha asistido a la reunión, a la que han acudido además de Urtasun el portavoz parlamentario de IU, Enrique Santiago, el secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla (Más Madrid), la diputada de los comunes Candela López y el parlamentario de Chunta, Jorge Pueyo. “El mayor riesgo que tenemos en estos momentos de que la legislatura embarranque se llama inmovilismo o se llama maquillaje por parte del Partido Socialista. Si queremos evitarlo, es la hora de la audacia, es la hora de tomar medidas valientes contra la corrupción y en defensa de los derechos sociales de nuestros ciudadanos”, ha apostillado Urtasun. “Hemos percibido al PSOE totalmente desorientado todavía y en shock", ha resumido Santiago. “A mí me importa poco cómo reestructura su ejecutiva, lo que quiero son garantías el próximo 9 de julio”, ha manifestado Alberto Ibáñez, de Compromís, que no ha participado en la reunión. Su formación se desgajó la semana pasada en el Parlamento: Águeda Micó, diputada de Més, pasará al Grupo Mixto para tener “manos libres para fiscalizar al PSOE”.
Lara Hernández, coordinadora de Movimiento Sumar, ha sido también muy dura. “La reunión ha sido muy insatisfactoria. El Gobierno se está jugando su futuro en las decisiones que se tomen hoy”, ha advertido. “No vamos a tolerar que se tire por la alcantarilla una tarea ingente realizada durante los últimos cinco años, que todo el capital político acumulado por este Gobierno se tire por la alcantarilla a consecuencia de la corrupción”, la dirigente, que ha reivindicado entre otras medidas la reforma laboral justo el día en que se han conocido los mejores datos de paro en España en 17 años, ha incidido en la necesidad de aprobar “medidas de regeneración democrática urgentes” y una agenda de transformación social.
Hernández ha apuntado además que el 9 de julio será “la comparecencia del Gobierno de coalición” y no solo la de Sánchez en su condición de secretario general del PSOE. “No puede ser la comparecencia de una de las partes de la coalición. Por eso queremos debatir los contenidos de esa comparecencia, porque tenemos una tarea fundamental, tenemos mucho trabajo que hacer y es absolutamente clave que lo saquemos adelante en estos momentos históricos y en los tiempos que está atravesando nuestro país”, ha concluido.
Fuentes de Sumar han insistido tras el encuentro en que ven al PSOE “muy lento”, aunque dan por descontado que se moverán para recoger algunas de sus propuestas el día 9. El documento planteado por Sumar recoge desde medidas sociales en vivienda, hasta la remuneración de permisos de conciliación o la prestación universal por crianza. Pero también otras en materia anticorrupción, como la creación de la oficina antifraude o una ley contra la corrupción que persiga a corruptos y corruptores.
El socio minoritario de la coalición llegaba a la reunión muy molesto por la falta de explicaciones y de reacción del PSOE y ha salido como estaba. Por la mañana, la propia Yolanda Díaz, en una entrevista en Onda Cero no dio por seguro que la legislatura llegará hasta 2027 y puso como línea roja a su permanencia en el Gobierno que los casos de corrupción pudieran afectar a la financiación del PSOE.
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