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Así ha sido el interrogatorio a Santos Cerdán: “No me he llevado ni un euro”

El ex secretario de Organización del PSOE admite que firmó el documento para comprar parte de una empresa de la trama, pero añade que nunca se formalizó

Santos Cerdán, a su llegada al Tribunal Supremo.Foto: álvaro García | Vídeo: EPV

Este lunes, sobre las 14.00, Santos Cerdán ha abandonado el Tribunal Supremo en el interior de un coche policial. Solo unos minutos antes, el juez instructor Leopoldo Puente lo ha enviado a prisión provisional por su presunta implicación en una trama de adjudicación irregular de obra pública a cambio del pago de comisiones. El magistrado no se ha creído las explicaciones que, durante más de una hora, le ha dado el exsecretario de Organización del PSOE, que sucedió en el cargo a otro de los imputados, José Luis Ábalos, exministro de Transportes del Gobierno de Pedro Sánchez. “Me declaro inocente. No me he llevado ni un euro. Ni tampoco el PSOE”, ha afirmado Cerdán al comienzo de su comparecencia, cuando ha añadido: “Mi único delito es haber trabajado para que existieran gobiernos de izquierdas de coalición en España”.

Estas palabras han sido solo el prólogo. La defensa ha querido controlar el interrogatorio desde el primer momento. Cerdán se ha acogido a su derecho a no responder a las preguntas del magistrado Leopoldo Puente; de Alejandro Luzón, fiscal jefe de Anticorrupción; y de las acusaciones populares. “Solo voy a contestar a las preguntas de mi abogado”, ha avisado al poco de sentarse en el banquillo, según fuentes presentes en la cita. Ha comenzado entonces el turno de su letrado (Benet Salellas, exdiputado de la CUP en el Parlamento catalán), que lo ha conducido para que tratase de contrarrestar los distintos indicios que ha recabado la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil contra el exparlamentario, que dejó su acta de diputado este mismo junio.

Cerdán ha repetido varias veces que nunca cobró comisiones. Tampoco el PSOE, según ha reiterado. Es más, ha negado las conclusiones recogidas en el informe de la UCO del pasado 5 de junio, cuando la Guardia Civil apuntó contra él por primera vez, provocando un seísmo político que ha hecho tambalearse al Gobierno de Sánchez. El exsecretario de Organización ha rechazado el papel de “gestor” de las mordidas que le atribuyen los agentes, quienes consideran que repartió con Ábalos y el que fuera asesor de este, Koldo García, cientos de miles de euros que recibieron de empresas.

La tesis de la defensa ha incluido, incluso, el presentarse como víctima de una especie de cacería política por ser uno de los “arquitectos” de los Gobiernos progresistas de España (por haber negociado con PNV y Bildu la investidura de Pedro Sánchez). Pese a que estas insinuaciones han generado un enorme malestar en la Fiscalía, Cerdán ha incidido en ello al subrayar que intervino igualmente en la redacción de la ley de amnistía y que, a su vez, se encargó de establecer una vía de diálogo permanente con Junts.

—¿Y mantuvo una relación con ERC? —le ha planteado su abogado.

—No, el responsable [de esa relación] era Félix Bolaños, por eso puede ser el siguiente objetivo —ha contestado.

Los empresarios

Nada más arrancar su declaración, Cerdán ha querido desmarcarse del empresario Víctor de Aldama, que fue el primero en señalarlo al confesar su implicación en una parte de la trama (la relativa al pago de comisiones para obtener contratos de compraventa de mascarillas durante la pandemia de coronavirus). “No lo conozco, nunca he coincidido con él”, ha insistido el exdirigente socialista a preguntas de su letrado, cuando ha aprovechado para desmentir que Aldama le entregara a través de Koldo García un sobre con 15.000 euros en efectivo en un bar frente a la sede del PSOE, en la madrileña calle de Ferraz.

Durante la primera parte del interrogatorio, la estrategia de la defensa ha pasado por dejar que Cerdán aclarase su relación con algunos implicados en la presunta trama, y se desmarcase de otros. Además de acusar a Aldama de mentir, el socialista ha afirmado que nunca ha hablado con los imputados Daniel Fernández Menéndez, administrador mancomunado de la constructora OPR (Obras Públicas y Regadíos); y José Ruz, accionista de la mercantil LIC (Levantina, Ingeniería y Construcción); a los que la Guardia Civil atribuye el pago de mordidas a cambio de favores.

Cerdán sí ha reconocido que conoce a Fernando Merino, un exdirectivo de Acciona en Navarra y señalado como pieza clave cuando la red comenzó supuestamente a operar, aunque el exdiputado ha minimizado los contactos que tuvo con él durante su etapa en la comunidad foral. Igualmente, el exparlamentario ha explicado que, en varias ocasiones, se reunió con Javier Herrero, entonces director general de Carreteras, y con Isabel Pardo de Vera, presidenta de Adif, para impulsar obras en Navarra. Pero, según ha remachado, nunca se refirieron a que había que adjudicar los proyectos a “empresas concretas”, ni nunca mencionó que hubiera “pagos” como contrapartida. Pese a ello, el Supremo ya ha reclamado que se impute a Herrero y Pardo de Vera.

En esa línea, el exparlamentario ha reconocido que se interesó por “muchas obras” durante la etapa de Ábalos al frente de Transportes. Pero, según ha dicho, siempre preguntaba por las “licitaciones”, no por las adjudicaciones (es decir, por la salida a concurso del proyecto y no por quién lo ganaba). Para explicar por qué preguntaba por esos expedientes, ha alegado que “fue nombrado secretario territorial [del PSOE] y su función era conectar los territorios con el Ministerio”: “Era la persona de contacto dentro del partido y el Gobierno”. En ese contexto, por ejemplo, ha enmarcado su insistencia por sacar adelante una obra en el Puente del V Centenario de Sevilla: “Era la ciudad más grande del PSOE y queríamos renovar esa alcaldía”.

Vinculación con Servinabar

El exdiputado también ha abordado su vinculación con Joseba Antxon Alonso, dueño de Servinabar, una sociedad que los investigadores consideran clave en los inicios de la trama en Navarra. Su abogado le ha preguntado por la escritura privada de compra que la Guardia Civil encontró en la casa del empresario. Según ese documento, Cerdán adquirió en 2016 el 45% de esa mercantil a cambio de 6.000 euros, pero el exdirigente socialista ha asegurado que dicha operación, aunque se planeó, nunca llegó a formalizarse en escritura pública, ni él llegó a abonar la cantidad acordada porque dio marcha atrás.

Cerdán ha sostenido que, cuando firmó el documento que encontró la UCO, él estaba pensado en abandonar la política y Joseba Antxon Alonso, con el que mantenía una estrecha relación desde hace años, le ofreció ser socio de una empresa “de vending y seguridad” que estaba montando. Según su versión, ambos firmaron el contrato privado, pero su esposa le convenció de que no abandonara la política y que, si lo hacía, no se vinculara al mundo de la empresa. Por ello, según ha apostillado, le pidió entonces a Alonso que rompiese el contrato.

El socialista ha afirmado que nunca ha tenido participaciones de esta empresa. Ni de ninguna otra. Cerdán sí ha reconocido, no obstante, esa relación de amistad con el empresario Alonso, y ha contado que incluso compartieron piso en sus inicios en Madrid tras la victoria de Pedro Sánchez en las primarias de mayo de 2017. Este ha sido el argumento de Cerdán para rebatir otras sospechas de la UCO, que considera que ese piso se lo pagó Servinabar a cambio de que se le adjudicaran contratos. El exdirigente socialista ha asegurado que la vivienda, de una sola habitación y con una cama colocada en el salón, la pagaban entre los dos porque Alonso iba a Madrid dos o tres días a la semana.

Frente a esos argumentos, los investigadores creen que la trama usó a Servinabar para participar en adjudicaciones, con la cooperación de Cerdán para obtener los contratos públicos. Una tesis que él ha negado este lunes: “Creo que la empresa se constituye en 2015 y lo que dice la UCO es absurdo. No puedo influir en esas fechas, dado que el PSN está en la oposición hasta 2019”, ha alegado.

Respecto a su relación con Koldo García, Cerdán ha contado que lo conoció en 2010 o 2011, cuando este se presentó en la sede del partido en Pamplona contando que era un escolta prejubilado afiliado a UGT y que tenía interés en sumarse al PSOE. García creó la agrupación de Huarte y se presentó a las elecciones municipales en esa localidad navarra, donde fue elegido concejal. Según Cerdán, García se comprometió a conseguir compañeros en la zona norte de la comunidad, donde no era fácil encontrar en esa época personas dispuestas a dar la cara. Debido a eso, ambos mantienen una relación cercana durante años, hasta que Koldo García se convierte en el conductor de Ábalos. “Una vez que se incorpora a trabajar con Ábalos, vamos perdiendo contacto, sobre todo al trasladarse al Ministerio”, ha especificado, antes de asegurar que nunca pensó que esa relación se deteriorase hasta poder calificarla como “mala”, aunque sí tuvo “altibajos”.

Los audios

Los audios que cercan a Cerdán, grabados durante cerca de un lustro por Koldo García, ha sido otro de los temas abordados. El político ha cuestionado su veracidad. Aunque ha dicho que no recuerda los detalles de conversaciones de hace tanto tiempo, ha aseverado que las reproducidas por la UCO están fuera de “contexto” o “no están enteras”.

El ex secretario de Organización ha añadido que, durante el tiempo que se le pone bajo sospecha, no ha experimentado ningún “incremento patrimonial”. “No tengo más patrimonio inmobiliario que mi casa”, ha expuesto, en referencia a una vivienda localizada en el “pueblo” de Milagro (Navarra).

—En Madrid, ¿reside en propiedad o alquiler? —se ha lanzado su abogado.

—En alquiler.

Cuando ha acabado de contestar a su letrado, Benet Salellas ha propuesto que “ahora” podía responder a las preguntas del juez. Pero el magistrado Leopoldo Puente no ha aceptado. Pera el instructor, ese no era el orden.

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