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Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

La izquierda política y sindical, en máxima alerta

Los partidos progresistas coinciden en el diagnóstico mientras ahondan en la desunión. El Primero de Mayo desborda la reivindicación sindical

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el 24 de abril de 2025.
Anabel Díez

Nunca antes la izquierda política y sindical había alertado tanto sobre los retrocesos sociales, económicos, de derechos y libertades por la ola iliberal que avanzaba en la UE y ha tomado cuerpo con la presidencia de Donald Trump en EE UU. Nunca antes en España se había alertado tanto sobre el acecho de regresiones de todo orden. Las alarmas se producen en un contexto de máxima división de las formaciones políticas a la izquierda del PSOE ―abocadas, si no hay un acuerdos mínimo, a pasar a la oposición, donde ya están en la mayoría de las comunidades autónomas― y en el Gobierno.

IU, en su 38º cumpleaños, redoblará los intentos de crear un “frente amplio” o una “convergencia federal”, pero sin volver a ser el socio callado, el que no figura, el que cede todo el protagonismo. Antes, a Podemos; ahora a Sumar. Encima de la mesa pone su estructura territorial, con muy desigual implantación pero muy superior, sin comparación posible, a la que pueda tener Podemos. En el caso de la coalición Sumar, la medición obedece a parámetros diferentes habida cuenta la coexistencia, aunque con personalidad propia, de fuerzas como los Comunes en Cataluña, Compromís en la Comunidad Valenciana, Más Madrid y la balear Més. Solo IU puede presentarse, dentro del conglomerado de las izquierdas, con músculo municipal. Todo es poco si se compara con el PP o el PSOE, o incluso el BNG en Galicia y los nacionalistas en el País Vasco y Cataluña, pero está presente en 1.600 ayuntamientos.

La crisis en el Gobierno de coalición por la compra de munición a Israel, en particular, pero con el aumento del gasto de defensa en el frontispicio del conflicto, no ayudará a que la argamasa de la unidad de las izquierdas, dentro y fuera del Ejecutivo, se solidifique. En estos años de andadura como parte de la coalición de Gobierno, IU no ha tenido “reconocimiento ni encaje”, como señala en el documento que se aprobó este sábado y que ha tenido tres meses de discusiones y enmiendas hasta llegar a la reunión de su Coordinadora Federal. El tono no es lastimero pero sí de descripción, subjetiva, de cómo se han vivido estos años dentro de un espacio de izquierda, primero como Unidas Podemos y luego Sumar.

El artífice de dar un giro a la posición de IU es su coordinador, Antonio Maillo, que ganó las primarias una vez que su antecesor, Alberto Garzón, dejó la política. Ser “útiles” es lo que persigue IU por lo que desmiente todas las especulaciones en torno a que quiera provocar la salida del Gobierno y el adelanto electoral. Quienes sitúan a IU más cerca de la opción de Podemos que de Sumar si hubiera que elegir para las próximas elecciones generales, y antes en las autonómicas, se alejan de la realidad, al menos, por ahora, indican distintos interlocutores de la formación política. Si no se dan las condiciones para la unidad, IU concurrirá a las elecciones en solitario.

Los peligros, ante el avance de la extrema derecha, según proclaman el PSOE y todos los partidos a su izquierda, deberían mover a la unidad, pero esa hipótesis carece actualmente de base para cumplirse. Las llamadas al acuerdo se producen, pero resultan estériles a la luz de las condiciones que se ponen. Podemos y Sumar hace tiempo que se sitúan en carriles opuestos. Las políticas de la parte socialista del Gobierno provocan desavenencias, tanto en Sumar como en IU, con el PSOE y entre ellas mismas. Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y máxima representante de Sumar en el Gobierno, puede apuntarse algunos logros tras forcejear con los socialistas.

Las desavenencias de las izquierdas conviven con la alarma por el “envalentonamiento” de Vox y la acusación al PP de que no se despega de los ultras. En las últimas 72 horas, la sede del PSOE de Cantabria ha sufrido un intento de atentado, al arrojar en su sede botellas inflamables mientras su secretario general, Pedro Casares, se dirigía a sus afiliados. En Madrid un grupo ultra irrumpió en un acto de memoria democrática en el que estaba el ministro y secretario general del PSM- PSOE, Óscar López y los máximos dirigentes de UGT y CC.OO, Pepe Álvarez y Unai Sordo.

En la celebración el próximo jueves del Primero de Mayo, CC.OO y UGT añaden a las reivindicaciones laborales la llamada a la movilización para la defensa del feminismo, de una Europa social “contra la barbarie externa e interna” y “por la democracia, para poder respirar”. Los sindicatos pedirán al Parlamento que no obstaculice el camino para la aprobación de la jornada laboral de 37 horas y media semanales, pactadas en primera instancia por Díaz y los sindicatos. Díaz y el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, lo acordaron tras una trifulca inicial. Ahora queda el examen parlamentario y hoy no salen los números. La semana empieza con la amenaza del PP de plantar a Cuerpo en la cita marcada para hoy a fin de estudiar medidas paliativas por los aranceles de Trump.

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).
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