'Txakoli' de Álava

La denominación de origen Arabako Txakolina se ha sumado a las más de 60 ya existentes en España. Agrupa a 35 productores, mientras que las hectáreas dedicadas al cultivo de vid han pasado de 20 a 55 y los litros elaborados de 50.000 a 160.000. Su objetivo es aumentar el número de productores y la superficie de viñedo hasta conseguir una producción cercana al medio millón de botellas.

Se intenta recuperar así una actividad que en otro tiempo fue pilar de la economía de la zona. Existen testimonios escritos de que ya en 760 la producción de txakoli era práctica generalizada entre los agricultores del Valle de Ayala. Esta actividad aumentó en los siglos XIII a XV gracias a unas ordenanzas fuertemente proteccionistas que impedían la entrada de vino hasta haber consumido el propio.

En 1989, media docena de agricultores del Valle de Ayala se reunieron en Amurrio para fundar la Asociación Alavesa de Productores Artesanos de Txakoli y revitalizar una actividad productora que se hallaba al borde de la desaparición. Se encontraron con un panorama desolador: plantaciones dispersas, vides inadecuadas, etcétera.

Los agricultores comenzaron inmediatamente una fase de replantaciones con viñas hondarribi zuri, una variedad óptima para la obtención de txakoli por sus características organolépticas y por su adaptación a las condiciones medioambientales de la comarca. Simultáneamente, se mejoraron las técnicas culturales al adoptar la conducción del viñedo en espaldera, se adecuaron los marcos de plantación y los tratamientos fitosanitarios, y se estableció un método de seguimiento del proceso de maduración.

En lo que se refiere a la elaboración del txakoli, la paulatina incorporación del equipamiento de bodega -prensa neumática, depósitos de acero inoxidable, equipos de frío, filtración amicróbica, etcétera-, hicieron posible la aplicación de las técnicas enológicas necesarias para la obtención de un producto de calidad.