Chloe Kelly, entre el descaro y la gloria
La delantera inglesa, suplente y autora del gol del título de 2022, ha vuelto a ser decisiva en la Eurocopa tras un año marcado por la marginación en el Manchester City, las dudas sobre tomarse un descanso del fútbol y su renacer en el Arsenal


Chloe Kelly (Londres, 27 años) vuelve, otra vez, al mismo lugar. Tres años después de marcar el gol que dio a Inglaterra su primera Eurocopa en Wembley ante Alemania —ese que quedó grabado en la memoria colectiva mientras agitaba su camiseta—, se encuentra, de nuevo, en la antesala de una final. Otra vez como revulsivo durante todo el torneo. Otra vez como una pieza tan decisiva como necesaria. Kelly no necesita llamar la atención: ya lo hace. Por su cinta blanca en el pelo, por su particular forma de lanzar penaltis, por su carácter a medio camino entre la confianza y la provocación. Y también por lo que ha vivido esta temporada: quedó marginada en el Manchester City, se planteó tomarse un descanso del fútbol, y estuvo cerca de quedarse fuera de la Eurocopa. Pero el Arsenal le devolvió la sonrisa, le dio minutos, una final de Champions y un título. Ahora, en Suiza, ha vuelto a ser imprescindible para Inglaterra, revolucionando partidos, asistiendo, marcando. Si no hubiese pasado por todo eso, quizás Inglaterra, que llega con más dudas que certezas, no estaría en la final contra España.
De los cinco partidos del torneo, Kelly no ha sido titular en ninguno. Ha jugado 169 minutos, pero es la suplente más influyente de la Euro: ha generado ocho ocasiones y ha completado 19 centros, dos de ellos fundamentales contra Suecia. Entró en el minuto 78 con Inglaterra perdiendo 2-0, asistió en los goles de Lucy Bronze y Michelle Agyemang, y mandó el partido a penaltis. Tras tres fallos consecutivos de las inglesas, Kelly lanzó el quinto. Y lo marcó. Esa confianza volvió a ser decisiva para ella, y ella para el equipo. Entró en el 77, poco antes de que Agyemang empatara. En la prórroga, volvió a asumir un —dudoso— penalti. “Estoy confiada”, le dijo a Alex Greenwood después de que Sarina y el staff confiase en que una de ellas dos debía ser la elegida. Lo lanzó, falló, pero convirtió el rechace en un gol en el minuto 119 suficiente para que Inglaterra estuviese otra vez en la final.
Lo celebró haciendo el gesto de “calma” con las manos. Y después imitó, en una segunda celebración, a Thierry Henry apoyándose en el banderín. “Le encantan estos momentos, se nota que los disfruta”, dijo su entrenadora, Sarina Wiegman. Kelly ha convertido esa imagen en parte de su identidad. “Chloe es actitud, desfachatez, confianza”, afirmó Lucy Bronce. “No le importa lo que la gente piense de ella”, aseguró Esme Morgan. “Se crece en estas situaciones, en las que todas las miradas se centran en ella y sabe que tiene que rendir al máximo. Tiene mucha confianza en sí misma”, añadió. Cuando le preguntaron de quién sacó esa seguridad y quién le había hecho la persona que es hoy, Kelly no titubeó: “Yo misma”.
Pero este año esa confianza estuvo al límite. Pasó de ser titular en el City —donde jugaba desde 2020— y disputar en torno a 21 partidos de la liga inglesa a quedarse sin sitio. En la primera mitad de la temporada, Kelly tan solo participó en seis encuentros ligueros, y sumó 165 minutos. En enero se planteó darse un descanso del fútbol. Pero al límite del mercado y tras pedir salir en busca de tener continuidad pensando en la Eurocopa, consiguió una cesión al Arsenal, equipo en el que seguirá a partir de este verano. En varios comunicados acusó al City de “asesinar” su personaje y de “sembrar historias negativas” sobre ellas en los medios de comunicación. “Solo quiero encontrar mi felicidad de nuevo”, escribió.
Y la encontró en el Arsenal, donde jugó ocho partidos de liga, sumó 511 minutos y fue titular en la final de la Champions ante el Barcelona en Lisboa en una noche en la que las gunners lograron su segundo título europeo en su historia. “Dije que venía a este club para encontrar la felicidad con el fútbol y tengo una medalla alrededor del cuello”, explicó entonces Kelly.
Ganó el título con el club que la formó en su academia desde pequeña después de forjarse jugando a fútbol en las calles de Londres junto a varios de sus hermanos —es la pequeña de siete— y sus amigos. Allí, donde no se lo pusieron fácil, nació una personalidad firme, resistente, competitiva. Un carácter de paciencia, también de confianza, también de descaro. Y un estilo. Cuando se prepara para lanzar un penalti, hace rodar el balón con las manos, lo coloca, lo rodea con los dos pies firmes, y mira a la portera, desafiante. Antes de lanzarlo, da un pequeño salto.
Pero también un carácter de trabajo. En mayo de 2021, una rotura de ligamento cruzado anterior la dejó fuera casi toda la temporada. Y volvió en abril del año siguiente, poco antes de la Eurocopa en la que ella misma anotaría el tanto de la victoria. Lucy Bronze compartió con ella aquel tiempo en el gimnasio mientras se recuperaba. “Es por ello que sé que cuando viene con una camiseta de Inglaterra, puede marcar la diferencia y lo dará todo. Lo vi cuando nadie estaba allí, cuando los fans no estaban allí, cuando el equipo no estaba allí. Solo éramos ella y yo”, explicó Lucy.
Kelly aseguró que esta confianza la había forjado ella misma. Pero su declaración continuó. “La confianza viene de dentro. Pero también de tu alrededor. Las jugadoras con las que estoy dentro del campo. Mi familia”, añadió Kelly. Ahora, vuelve a repetirse la historia. Nadie se esperaba que aquella Chloe Kelly que apenas hacía unos meses se había recuperado de su lesión de rodilla pudiese convertirse en la heroína. Y tampoco la que estuvo cerca de volver a quedarse sin la Eurocopa. Contra España, este domingo, puede volver a ser importante. “Chloe Kelly está hecha para los grandes momentos”, dijo Bronze. Y quizás, Chloe Kelly, vuelva al mismo lugar.
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