Israel anuncia “pausas humanitarias diarias” en tres zonas de Gaza tras la alarma internacional por el hambre
El ejército israelí designa rutas seguras “de forma permanente” para distribuir la ayuda en la Franja horas después de reanudar los polémicos repartos aéreos

El ejército de Israel informó este domingo de que realizará “pausas humanitarias” en tres zonas distintas de la franja de Gaza a partir de ahora. Estas pausas, que Israel aplicará durante 10 horas diarias “hasta nuevo aviso” en Ciudad de Gaza (la capital), Deir al Balah y Al Mawasi, buscan “incrementar la ayuda que entra en el enclave”. Es el primer gesto de Israel tras la alarma internacional desatada por las imágenes y los informes de la ONU y de organizaciones humanitarias que muestran los estragos de la desnutrición en la Franja.
Además de la pausa, los comunicados castrenses israelíes también han anunciado que habilitarán “rutas seguras designadas de forma permanente” para que la ONU y otros grupos humanitarios distribuyan en el territorio, así como la reanudación de los lanzamientos de ayuda desde el aire —Israel ha realizado una operación de ese tipo la madrugada del domingo— y la conexión de una planta desalinizadora de agua a la red eléctrica israelí. El lanzamiento de ayuda desde el aire es objeto de críticas por parte de los expertos humanitarios, que avisan de que es poco eficaz y que en el pasado ha provocado muertes entre quienes se acercaban a recoger los alimentos.
Israel introduce esta serie de medidas en un momento en el que las muertes por causas relativas al hambre llega a nuevos máximos en Gaza, con más de 55 personas fallecidas solo en lo que va de julio, haciendo temer la cercanía de una crisis con muertes a gran escala. El anuncio también llega después de que múltiples gobiernos occidentales, incluidos los de Francia, el Reino Unido, Alemania o Australia, señalaran directamente Israel por el bloqueo de la ayuda humanitaria y sus consecuencias entre la población gazatí.
“Cualquier pausa es un alivio y una oportunidad para que los gazatíes respiren”, valora la portavoz de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos en Gaza, Tamara Al Rifai, en declaraciones a EL PAÍS. “Esto ayudará a evitar más muertes. Pero lo que realmente se necesita es un alto el fuego, la entrada de la ayuda humanitaria cuando sea necesario y la liberación de los rehenes”, matiza.
El ejército israelí detalla que estos movimientos se llevan a cabo “de acuerdo con las directrices del nivel político” de Israel y siguiendo “una evaluación de la situación”. También explica que son parte “de una serie de acciones que buscan mejorar la respuesta humanitaria en la franja de Gaza, así como refutar la afirmación falsa sobre una hambruna deliberada en el enclave”. Pese a todas las advertencias lanzadas, Israel insiste en que se trata de una campaña propagandística “promovida por Hamás”, que gobierna en Gaza.
La decisión, añade, ha estado tomada junto con Naciones Unidas, cuyos portavoces denuncian el bloqueo casi completo de sus actividades desde el 2 de marzo, cuando Israel impuso un cerco medieval sobre la Franja en medio de una tregua con Hamás que debía llevar a la paz definitiva. El ejército israelí terminó de romper ese alto el fuego el 18 de marzo, cuando lanzó una ofensiva que mató a más de 400 personas en un solo día.
“Una pausa táctica y local de la actividad militar tendrá lugar para propósitos humanitarios desde las 10 [las 9, hora peninsular española] hasta las 20, empezando hoy, domingo”, rezaba el comunicado israelí poco más de dos horas antes del hipotético inicio de la primera pausa. “La pausa empezará en áreas donde el ejército no está operando: Al Mawasi, Deir al Balah y Ciudad de Gaza, cada día hasta nuevo aviso”. Fuentes gazatíes niegan que los soldados israelíes estén fuera de esos territorios. Este sábado, aviones teledirigidos israelíes bombardearon Al Mawasi provocando víctimas mortales y hace apenas una semana, Israel lanzó su primera ofensiva terrestre sobre Deir al Balah, refugio de miles de personas en el centro de Gaza.
Además, “se implementarán rutas seguras designadas de forma permanente desde las 6 a las 23 para permitir el paso seguro de la ONU y otros grupos humanitarios que distribuyen comida y medicinas a la población de todo el enclave”, según el ejército. La creación de caminos seguros parece una respuesta a las protestas de los grupos de ayuda que operan en la Franja, que desde el inicio de la guerra reprochan al ejército israelí que las condiciones sobre el terreno, con bombardeos continuos y rutas diseñadas por zonas con presencia de bandas armadas —algunas, aliadas de Israel— ponían en riesgo la vida de los trabajadores humanitarios y el destino de la carga.
Después de denuncias por parte de grupos humanitarios por la falta de agua limpia en el enclave, las autoridades israelíes han accedido a conectar la red eléctrica israelí con una planta desalinizadora de agua en la Franja, algo que estima que aportará suministro de agua para 900.000 personas, algo menos de la mitad de la población
Canales de televisión egipcios mostraban durante las primeras horas del domingo imágenes de camiones dirigiéndose hacia la frontera de la Franja, transportando, según esas mismas informaciones, grandes cantidades de comida y harina.
Hind Khoudary, periodista gazatí en Deir al Balah, narraba el domingo por la mañana para la cadena catarí Al Jazeera la sorpresa con la que la población de Gaza ha recibido la noticia sobre estas nuevas medidas israelíes. Desde finales de mayo, cuando la entidad de reparto impulsada por Israel y por EE UU entró en funcionamiento, buscar comida se había convertido en una “trampa mortal”, según describen los mismos gazatíes. Los repartos han provocado hasta ahora más de 1.000 muertos a tiros.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.