
Y, de paso, una pizza
Hace falta una empresa que te envíe a domicilio a alguien que se dedique a darte la razón

Escritor y periodista (1946). Su obra, traducida a 25 idiomas, ha obtenido, entre otros, el Premio Nadal, el Planeta y el Nacional de Narrativa, además del Miguel Delibes de periodismo. Destacan sus novelas El desorden de tu nombre, El mundo o Que nadie duerma. Colaborador de diversos medios escritos y del programa A vivir, de la Cadena SER.

Hace falta una empresa que te envíe a domicilio a alguien que se dedique a darte la razón


Supongo que no tardaremos mucho en conducir mirando solo la pantalla


Estamos hasta la coronilla de la autoafirmación, de la autoayuda, del autonetanyahu y del autotrump

Lo que nos conmueve de algunos perros es lo que comparten con nosotros: la ansiedad, el desamparo, aunque también los momentos de euforia loca

Perdemos los días y las noches rellenando las columnas del Debe y del Haber de la existencia, obsesionados con hacerlas cuadrar

Al hacer multimillonario a este individuo y presidente del llamado mundo libre a Donald Trump hemos permitido que se nos nieguen siglos de humanismo

El mundo se acaba con la infancia. Lo que viene después es una suerte de posmundo que tampoco está mal


Llega enero de 2025 y la vivienda es un criadero de votos, una mina. No lo era ayer ni antes de ayer ni hace cuatro años


Todos íbamos dentro de un vehículo menos ella, que iba dentro de un libro

Los que tienen la Constitución en la boca todo el tiempo son los menos interesados en que se cumpla.

El otro día, en Gaza, murió de frío una bebé de tres semanas. No somos capaces de imaginar cómo es morirse congelada a los 20 días de nacer

El lodo invadió durante las horas más dramáticas de la dana cuartos de estar, dormitorios, cocinas, baños…, y cuando el nivel del agua volvió a bajar, dejó marcado en las paredes de las casas la altura máxima que había alcanzado. “Hasta aquí llegó el agua”, era la frase más repetida. Estas imágenes fueron tomadas los días posteriores en Paiporta

Queridos dueños de bancos y multinacionales, ¿os preguntáis en las noches de insomnio por qué vuestro personal no tiene hijos?


Cuando de buena mañana atravieso el olivar del parque, me atravieso a mí mismo. Y cuando pienso en ti no hago otra cosa que pensar en mí


Bajos comerciales que hasta ayer mismo eran una mina de oro, hoy no los quiere nadie y se reconvierten en oscuras viviendas


El escritor se empeña en satisfacer a su padre o en llevarle la contraria, que viene a ser lo mismo. Hay que escribir para las madres


Gran parte de la producción literaria es producto del desencuentro entre dos yoes. La IA solo tiene de momento uno, pero podría surgirle otro que la dotara de voz propia

Debería ser lícito declararse antisistema sin ser asimilado de manera mecánica a la antipolítica o a la ultraderecha


Me parece irritante que la tele, disponiendo de tantos canales, no tenga uno, ni siquiera de pago, que nos permita acceder a contenidos inexistentes, pues de los existentes estamos más que hartos


Cada vez que escribo un artículo se produce una fuga: a cada frase, baja un poco el nivel. Una parte mínima se pierde, se disipa


Terminé el libro odioso con el que maté a una mosca para conjurar el sentimiento de culpa; esa obra acabó gustándome y me convirtió en lector


A un pobre le arreglas el día con un billete de cinco. Pero no cae esa magia económica en el vaso


Pienso si a todos los Leo y a todos los Acuario de España les habrá ocurrido algo parecido. Sería extraordinario, pero por qué no

Lo que usted, amable lector, tiene ante los ojos ahora mismo es la foto de un edificio de oficinas de Madrid, aunque podría pasar por una sucesión de fotogramas de la película de la existencia

La relación entre las palabras y las cosas que nombran las palabras es arbitraria
