Balas modificadas y un cuarto capturado: así avanzan las investigaciones del atentado a Miguel Uribe
La Fiscalía ha indicado que los proyectiles fueron recubiertos con bronce y latón para asegurar la muerte del precandidato presidencial


Este jueves, la Fiscalía de Colombia ha dado a conocer apartes del informe balístico del arma utilizada por el sicario que disparó contra el precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay hace 13 días. El informe ha servido de sustento en las audiencias de solicitud de medidas de aseguramiento contra las personas capturadas por el crimen, y apunta a que los proyectiles disparados fueron modificados con una cubierta de bronce y latón para ser más letales. También señala que la pistola Glock calibre 9 milímetros utilizada en el ataque fue intervenida para que disparara en ráfaga, un cambio que si bien reducía la potencia de los tiros, se compensaba con las modificaciones de las balas. El objetivo sería el de causar una muerte inmediata.
Además de esas revelaciones investigativas, este jueves fue capturada en el occidente de Bogotá una cuarta persona presuntamente vinculada con el ataque contra el también senador opositor. La Fiscalía apunta a que William Fernando González Cruz habría sostenido reuniones previas con otros de los acusados, y señala que varios videos lo ubican en un auto cercano al parque El Golfito, en Modelia, donde ocurrió el atentado. Este viernes, González será presentado ante un juez de control de garantías para legalizar su captura e imputarle varios delitos.
Pese a que el organigrama de las personas implicadas se ha ido ampliando, y las autoridades han logrado trazar una línea de tiempo y el rol de cada uno, aún no tienen claridad sobre el autor intelectual. Dentro de la investigación, el arma sigue siendo clave. Aunque muy pronto se logró determinar que la pistola fue comprada el 6 de agosto de 2020 en Arizona, Estados Unidos, se desconoce cómo ingresó a Colombia. En el mercado negro, además, es usual encontrar armas y balas modificadas. La fiscal general, Luz Adriana Camargo, ha manifestado que tratan de establecer si el arma había sido utilizada en otros hechos delictivos. “Esta suele ser una prueba que nos da muchas luces, respecto al grupo criminal que puede estar detrás del atentado”, ha dicho Camargo.
Las pruebas apuntan a otra teoría, que aún no ha sido completamente demostrada, y es que el joven sicario de 14 años no sería el único tirador en la escena. En el lugar fueron recolectadas 12 vainillas de bala —un recipiente que contiene los demás elementos del cartucho—, que corresponden a al menos dos armas diferentes. Seis de las vainillas encajan con una pistola Glock, como el arma decomisada al atacante. Las seis restantes corresponden a una pistola de marca Jericho, que las autoridades no han podido rastrear, ya que no coincide con las armas asignadas al esquema de seguridad de Uribe Turbay, que fueron utilizadas en la persecución al sicario.
Los otros capturados
El mismo 7 de junio, minutos después del atentado, y tras una persecución por varias calles, uno de los dos escoltas que ese sábado protegían al senador opositor —pese a que tenía asignados siete—, y quien era a su vez su conductor, disparó contra el joven señalado de atentar contra Miguel Uribe. La herida que le causó en una pierna impidió que el agresor pudiera seguir su plan de escape. Cayó en una esquina y se convirtió en el primer capturado del caso. Inicialmente se dijo que tenía 15 años, pero luego se determinó que era un joven de 14 años que había hecho parte de un programa gubernamental en el que se determinó que tenía una personalidad “completamente conflictiva”. Desde un primer momento, las autoridades tenían claro que se trataría de un ejecutor material. Una vez sometido, en el suelo, gritó: “Perdón, lo hice por plata, por mi familia”. Le habían ofrecido 20 millones de pesos (cerca de 5 mil dólares) que no le llegaron a pagar.
El segundo capturado es Carlos Eduardo Mora González, el conductor del vehículo gris en el que se le entregó el arma al joven sicario, y donde este se cambió de ropa. Mora tenía antecedentes por el delito de tráfico y porte de armas de uso privativo de las Fuerzas Armadas, por lo que los investigadores creen que tendría vínculos previos con estructuras criminales. Días antes del atentado, también hizo el reconocimiento del lugar. Ha declarado que aunque sabía que estaba participando en un asesinato, pensó que se trataba de un ajuste de cuentas, pues no le revelaron la identidad de la víctima. La orden, según dice, le fue dada por un hombre apodado El costeño. Asegura que comprendió la magnitud del crimen cuando lo vio en las noticias, al día siguiente.
La tercera capturada, Katherine Martínez, alias Gabriela, sería la pareja sentimental de El costeño, según las autoridades. La mujer, de 19 años, fue detenida en Florencia, donde estaba escondida. En esa misma ciudad estaba radicado Mora González. Martínez habría sido quien, en el vehículo que conducía Mora, “suministró el arma de fuego con la que se perpetró el atentado”, según indicó la Fiscalía durante la audiencia de imputación de cargos realizada este jueves. “Al instante, el menor desciende del vehículo portando el arma de fuego y se dirige hacia el lugar de los hechos. Si, usted, Katherine, desciende del automotor minutos después, y se dirigen [con Mora] hacia el parque por otro costado”, indicó la fiscal.
Martínez fue imputada por los delitos de tentativa de homicidio agravado; fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones; y uso de menores de edad en la comisión de delitos. La fiscal indicó que podría recibir una condena de entre 20 a 43 años. Aunque la abogada de oficio que se le asignó aseguró que estaba colaborando con las autoridades, cuando durante la audiencia se le preguntó si aceptaba los cargos, alias Gabriela respondió: “No acepto”. Mientras tanto, el estado de salud de Miguel Uribe sigue siendo de “máxima gravedad”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
